A pesar de su juventud, Borja Vega conoce bien de cerca la profesión. Tras licenciarse, trabajó en varios centros de pequeños animales, después se formó en lo que se convertiría en su gran pasión: la oftalmología. "Cursé el posgrado de oftalmología de la UAB y el posgrado avanzado en traumatología, llegando a la situación actual en la que regento, junto con Cristina Ribó, la Clínica Veterinaria Vet2.0 en Balaguer".

Tras recibirnos nos cuenta su día a día: "Ocupo gran porcentaje de mi tiempo en realizar cirugía de blandos, traumatología y ortopedia tanto en mi clínica como de forma ambulante en otras en las provincias de Lleida y Huesca. El resto del porcentaje lo dedico a la oftalmología y, en fin, al resto de consultas habituales de una clínica veterinaria".

Entre las novedades en traumatología destaca "los implantes a medida, unidos o no al uso de placas bloqueadas cada vez más polivalentes, que son capaces de salvar de la amputación más de un caso complicado. Incluso se pueden realizar, a través del TAC, guías completamente personalizadas y adaptadas al paciente que faciliten el desarrollo de la cirugía".

Todo ello en un contexto laboral no exento de complicaciones. "Las principales necesidades de los profesionales veterinarios son el apoyo interprofesional y el apoyo supraprofesional. Me explico: por una parte, debemos hacer más piña entre nosotros, apoyarnos unos a otros. Por otra, necesitamos el apoyo de los colegios para amortizar las idas y venidas legales a las que es sometida la profesión."

A ello se suma la dificultad para fideli­zar a un cliente que cada vez más acu­de a la red en busca de información sobre tratamientos y patologías. "La fidelización pasa por una comunicación exhaustiva y una atención personaliza­da, que no servil. Creo sinceramente que la búsqueda personal de información no juega en nuestra contra, siempre que los clientes tengan la confianza con su vete­rinario para comparar la información".

Fácil, pero ¿cómo generar esa con­fianza? "Siendo un profesional franco, responsable y preocupado". Claro está, también se necesita la colaboración de la administración que "debería tenernos en cuenta como sanitarios".

Y en cuanto a las cuestiones pendientes, "en pequeños animales hay muchas reclamaciones que hacer. La que más me asombra por la impunidad de quién lo hace y la cantidad de problemas que se resolverían si se combatiera es la crianza lucrativa no profesional".

Borja se despide de nosotros con un mensaje positivo. "Creo que la especialización más accesible y generalizada será el siguiente paso natural. Pasar de dermatólogo a oftalmólogo y de ahí a pediatra en 10 minutos repercute negativamente en la resolución de un caso concreto, lo cual provoca a su vez la infravaloración profesional y los complejos en el cobro de los servicios".