Analgésicos, aliados para el tratamiento del dolor

De uso tanto humano como veterinario, los analgésicos son medicamentos que se utilizan para aliviar el dolor y la inflamación en determinadas lesiones. Se dividen en dos grandes grupos: los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y los esteroideos.

16/06/2020

El dolor es un mal compañero de vida. Bien lo saben las personas y los animales que sufren algún trauma y que, por tanto, sufren algún dolor agudo temporal, que termina desapareciendo tras la curación de la lesión. Sin embargo, también podemos encontrar otro tipo de dolor, el crónico, que ...

El dolor es un mal compañero de vida. Bien lo saben las personas y los animales que sufren algún trauma y que, por tanto, sufren algún dolor agudo temporal, que termina desapareciendo tras la curación de la lesión. Sin embargo, también podemos encontrar otro tipo de dolor, el crónico, que suele estar relacionado con el paso de los años o la cronificación de ciertas lesiones. Sea como fuere, en ambos casos, lo importante es aliviar el dolor y reducir la posible inflamación de la parte dolorida, y para ello se usa la analgesia.

Hoy en día, para el tratamiento del dolor agudo y del dolor crónico los veterinarios tienen un amplio grupo de fármacos conocidos como analgésicos. Hay múltiples familias, en función de los diferentes mecanismos, con diferentes vías de administración, que pueden ser mejor para una mascota u otra.

A continuación, vamos a hablar de los tres más comunes: los antiinflamatorios no esteroideos, los analgésicos narcóticos (opiáceos) y los analgésicos no opioides no AINE.

Familias

Tal y como señalan desde vets&clínics by Advance, probablemente, los antinflamatorios no esteroideos, también conocidos con las siglas AINE, son los fármacos más comunes en el tratamiento del dolor agudo. Aquí encontramos algunos

ejemplos por todos conocidos como pueden ser el ibuprofeno, aspirina, naproxeno, piroxicam o meloxicam. En general, tienen pocos efectos adversos, aunque un uso continuado de los mismos puede provocar algunos problemas como úlceras gástricas o hemorragias digestivas. Su popularidad también viene derivada de sus múltiples vías de administración, que son muy variadas.

Por su parte, los analgésicos narcóticos (opiáceos) hace años que se usan para el alivio del dolor. Son productos derivados del opio y son más poderosos en su función. Señalan en vets&clinics by Advance que suelen funcionar mejor administrados de manera conjunta con los AINEs. Sin embargo, hay que ir con cuidado, pues pueden llegar a provocar cierta dependencia.

El tercer gran grupo de analgésicos son los analgésicos no opioides no AINE. Aquí se encuentran una gran variedad de fármacos, y de familias, que suelen usarse, principalmente, en el dolor crónico, pues son menos eficaces en el tratamiento del dolor agudo. Algunos ejemplos son los antidepresivos, la Imipramina o la gabapentina.

Tras la elección del fármaco adecuado, hay que elegir la mejor manera de administración del mismo. Para ello, hay que tener en cuenta que la vía de administración puede cambiar el efecto del fármaco. Más allá del efecto, también hay que tener en cuenta las posibilidades de administración en función del propietario. Así, tal y como comentan en vets&clinics by Advance, hay cua­tro vías de administración de los fármacos analgésicos a elegir según el estado clínico del animal, la rapidez con la que quere­mos que tenga efecto, la duración de los efectos y los posibles efectos secundarios. Las vías son las siguientes:

- oral, sublingual, gastroentérica o rectal

- intramuscular, subcutánea e intravenosa

- intranasal en analgesia principalmente

- oftálmica, ótica y transdérmica

Síntomas de intoxicación

Cuando recetamos AINEs para las mascotas, es necesario que les recordemos algunos consejos y medidas preventivas a la hora de dar las pastillas:

  • Proporcionar a las mascotas más agua, pues, en general, es­tos medicamentos provocan una mayor deshidratación en los animales. Estos medicamentos tienen que darse con el estómago lleno. De esta forma, se evitan posibles daños en el estómago.
  • Es importante no suspender de manera repentina el trata­miento.

De hecho, el veterinario tiene una tarea muy importante en la consulta. Debe concienciar a los propietarios de que auto­medicar a sus mascotas y darles paracetamol o aspirinas de uso humano puede ser algo letal para las mascotas. En algu­nos casos, su consumo puede llegar a provocar la muerte del animal. En otros casos, el animal puede padecer alguno de los siguientes efectos secun­darios: vómito, disminución del nivel de actividad, falta de apetito, diarrea, sangre en las heces o amarilleamiento de las encías. Asimismo, hay que tener en cuenta que ani­males mayores, muy jóvenes o debilitados, pueden ser más propensos a padecer efectos secundarios.

Por otra parte, recuerdan des­de la FDA que administrar dos AINEs a la vez o con un esteroide, puede incrementar significativamente el riesgo y la gravedad de los efectos se­cundarios, especialmente de la toxicidad gastrointestinal.

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