Por lo general, son pocos los casos de gatos que salen a pasear con sus propietarios, por eso a veces creemos que no es necesario vacunar a nuestro gato si pasa el día en un ambiente controlado. Si bien es cierto que el riesgo de contraer una enfermedad es menor si no tiene contacto con otros animales, no protegerlo frente a las posibles patologías es un error, puesto que si en alguna situación tiene algún posible contacto con la enfermedad, la contraerá fácilmente.

Los gatitos se vacunan aproximadamente a las 8 semanas con una vacuna trivalente. Ésta está compuesta por los antígenos de tres virus:

-        Panleucopenia: Se trata de una patología causada por un parvovirus extremadamente resistente, puede llegar a perdurar en el ambiente aproximadamente un año. Los gatitos más jóvenes y sin vacunar son los más sensibles a la patología. Provoca vómitos y diarreas a menudo con sangre. El animal presenta fiebre, decaimiento, deshidratación, anemia y leucopenia (bajo número de glóbulos blancos). Es una enfermedad agresiva y de curso rápido.

No existe un tratamiento específico, por lo que el único tratamiento posible es el sintomático.

-        Rinotraqueitis felina (Calicivirus y herpesvirus): Esta enfermedad puede estar provocada por el calicivirus o el herpesvirus felino (o ambos). Suele manifestarse de distintas formas debido a su capacidad de mutación.

Se trata de una enfermedad altamente contagiosa que provoca mayoritariamente síntomas respiratorios, fiebre, conjuntivitis, gingivitis y en algunos casos puede dejar séquelas en el animal. Así cómo en la panleucopenia, no tienen tratamiento específico, por lo que una correcta vacunación es la mejor protección.

En el mes posterior a la aplicación de esta vacuna, se debe aplicar una revacunación de la misma.

Es recomendable en los gatos que tienen o pueden tener contacto con el exterior aplicar la vacuna frente la leucemia felina, se puede aplicar a partir de las 9 semanas de vida y se revacuna anualmente. Se debe tener en cuenta que si el animal ya está infectado la vacuna no tendrá ningún efecto, por eso es importante hacer un test antes de administrarla.

También podemos vacunar nuestro gato frente la enfermedad de la rabia, ésta se puede aplicar a partir de las 12 semanas de vida según la casa comercial.

Siempre debemos tener en cuenta que el protocolo vacunal puede modificarse según el criterio del veterinario y que es muy importante mantener una buena pauta de vacunación con tal de mantener protegida a nuestra mascota.