Vicenç Junyent lleva más de 30 años en la profesión. "Me licencié en 1988 y empecé a trabajar en la actual sociedad con mi socio David". Desde entonces y hasta ahora, el Hospital Veterinari de Catalunya se ha convertido en referente en la creación del servicio de Mutuas para mascotas. "En la actualidad somos más de 40 personas en el Hospital de Igualada y otras 30 en el de Barcelona. Como veterinario me he especializado en oftalmología, endoscopia y cirugía, también en oncología, reproducción y diagnóstico por imagen".

En su día a día Vicenç Junyent destina un 30% a la gestión reservando el 70% restante a cirugías oftalmológicas y oncológicas y a las visitas de especialidades. Hospital Veterinari de Catalunya es además un centro formador. "Colaboramos con facultades en las prácticas intra y extracurriculares, y también tenemos veterinarios jóvenes que trabajan con nosotros mientras se forman. El hecho de poder estar en un centro grande permite una formación rápida con un enriquecimiento alto en las diferentes secciones".

Y es que los avances en veterinaria evolucionan a un ritmo vertiginoso. "La atención clínica veterinaria se ha transformado muchísimo desde que yo empecé. En aquel tiempo, los únicos aparatos de los que disponíamos eran un microscopio y un equipo de rayos x. En oftalmología por ejemplo no se hacía prácticamente nada, ahora se dispone de técnicas diagnósticas, lámparas hendidura, medidores de presión, electroretinógrafos, que permiten diagnósticos más rápidos y tratamientos específicos".

Pero si bien es cierto que las mejoras son palpables -especialmente en cuanto a tecnología y a la cualificación de los profesionales-, queda aún mucho por hacer en el marco regulatorio de la actividad. "Necesitamos un margen laboral claro. Hemos ido entre nosotros creando un margen laboral y utilizado el general, pero lo ideal sería uno para la veterinaria que debe ser diferente de otros países", argumenta Vicenç Junyent, y añade: "También debemos tener un mayor reconocimiento entre nosotros mismos. La sociedad ya nos valora, pero aún le cuesta pagar por un servicio. Eso es una tarea que tenemos pendiente".

No existen recetas milagrosas para atraer al cliente, pero Vicenç Junyent tiene muy claro que pasa por "ofrecer un buen servicio, cercano y completo. Puedes comprar un producto on-line, no obstante, el servicio veterinario debe ser presencial".

Así pues, la sostenibilidad de la clínica veterinaria a largo plazo pasa por una formación continuada, por el máximo de servicios posibles y por un trato amable y cercano, nunca por bajar los precios. "Las protectoras realizan servicios a bajo coste o coste cero con veterinarios en formación. Hay muchos centros veterinarios que realizan servicios por debajo de los costes. Otros colaboran con ayuntamientos o protectoras realizando campa- ñas de chips, vacunas, esterilizaciones a precio de coste".

Otros retos para la profesión son: la entrada de fondos de inversión y la sobresaturación de estudiantes. "En la actualidad no hay una buena y clara regulación que permita que un veterinario recién licenciado tenga 1-2 años de formación. Los veterinarios se gradúan, pero hay que formarlos. No deberían realizar visitas solos, ni intervenciones o urgencias sin una mínima formación".

Para terminar Vicenç Junyent nos desvela cómo evolucionará el mercado en los próximos años: "La venta on-line cambiará nuestra realidad mucho; los centros pequeños que tengan gran parte de los ingresos por ventas serán los primeros en ver este cambio".