Aunque María José Sanjurjo es madrileña, su iniciativa personal de querer progresar, montar su propio negocio, incorporar todas las mejoras de la veterinaria al servicio del bienestar animal, le llevaron hasta Santiago de Compostela. Allí abrió su propia clínica, y desde entonces no ha hecho más que apostar por innovar. "Yo soy de Madrid y vine a trabajar a Galicia a finales de 1990. Había terminado la carrera en marzo de ese mismo año y vi que en Santiago estaban un poco en pañales con respecto a lo que se hacía en la capital, así que decidí crear mi propia clínica junto a mi marido, que también es veterinario".

Con el lema `sólo tú lo cuidas como nosotros´, Clínica Veterinaria Amigos ofrece una amplia variedad de servicios: diagnóstico por imagen, cirugías, chequeos de salud, peluquería, etc., junto con una aparatología puntera destacando las áreas de oftalmología y cardiología. "En 1995 hice la diplomatura de oftalmología en la Universidad Autónoma de Barcelona. Tenemos muy claro que formar es avanzar, y estar al día de las últimas novedades del sector debe ser una prioridad, no sólo una necesidad".

Cuando le preguntamos en qué consiste la práctica diaria de su trabajo, María José nos responde: "Trabajo como veterinaria generalista, aunque recibo casos remitidos de oftalmología y tengo mucho interés en la medicina interna, últimamente sobre todo en gatos". Pero, ¿cuáles son los progresos más recientes en una especialidad como oftalmología? "Entre las mayores aportaciones encontramos los nuevos gonioimplantes y el material intraocular que es de mejor calidad. Y en cuanto a la medicina felina hay que destacar la gran cantidad de estudios acerca del stress como causa o desencadenante de enfermedad".

Cada vez más se acude a canales online y demás plataformas web para buscar información sobre la mascota, por lo que las clínicas de pequeños animales debe centrarse en ofrecer valor añadido a través del consejo profesional, el trato personalizado y un servicio integral. María José nos cuenta su experiencia: "Intento hacer mi trabajo de la mejor manera posible, con la mayor profesionalidad dando toda la información que requiere el propietario del animal para que no necesite buscar en foros no profesionales, que además no están elaborados por veterinarios".

Un propietario desinformado o mal informado es un riesgo para la salud del animal, por lo que "debemos empatizar con el cliente y demostrarle que somos dignos de su confianza. ¿Cómo se hace esto? Brindando el mayor servicio posible. Tenemos que ser como el pediatra de sus hijos o su dentista".

Y es que María José ve el futuro como un camino en el que veterinario y propietario van de la mano. "Si hacemos equipo con los propietarios para luchar juntos por el mismo fin y damos una atención lo más integral posible, lograremos ser más fuertes".

Respecto a los problemas del colectivo, "es importante que todos los veterinarios estemos unidos y que trabajemos por mejorar nuestra imagen. Me preocupa que nuestra labor no sea suficientemente reconocida socialmente lo cual, por otra parte, contrasta con lo que ocurre en otros países".

Por último, ¿cómo mejorar la sobresaturación del mercado? "Por un lado, poniendo coto a la cantidad de licenciados que salen cada año y controlando el número de facultades, y, por otro, regulando la tenencia responsable".