
Estado: Esperando
Con la llegada de las celebraciones de fin de año, los fuegos artificiales, petardos y otros ruidos intensos vuelven a ser una de las principales fuentes de estrés para los animales de compañía. Desde Kiwoko, la mayor cadena de tiendas de animales de Iberia, insisten en la importancia de anticiparse ...
Con la llegada de las celebraciones de fin de año, los fuegos artificiales, petardos y otros ruidos intensos vuelven a ser una de las principales fuentes de estrés para los animales de compañía. Desde Kiwoko, la mayor cadena de tiendas de animales de Iberia, insisten en la importancia de anticiparse a estas situaciones y preparar el entorno del hogar para minimizar el impacto del ruido y evitar episodios de miedo, ansiedad o desorientación.
Aunque para muchas personas los fuegos artificiales forman parte del ambiente festivo, para los animales suponen estímulos imprevisibles y difíciles de procesar. Los sonidos fuertes y repentinos, junto con las vibraciones y destellos, pueden desencadenar reacciones fisiológicas y conductuales que afectan directamente a su bienestar. Por ello, la prevención y la adaptación del entorno se convierten en herramientas clave para afrontar estas fechas con mayor tranquilidad.
PREPARAR EL HOGAR: EL PRIMER ESCUDO FRENTE AL RUIDO
Una de las medidas más eficaces es acondicionar previamente un espacio seguro dentro de casa. Desde Kiwoko recomiendan elegir una zona interior, alejada de ventanas y balcones, donde el animal pueda refugiarse. Bajar persianas, cerrar cortinas y reducir la entrada de estímulos visuales ayuda a amortiguar el impacto de los fuegos artificiales, mientras que el uso de música suave o ruido blanco contribuye a disimular los sonidos del exterior.
Mantener la rutina diaria en la medida de lo posible y mostrar una actitud calmada también resulta fundamental. Forzar el contacto o reaccionar con nerviosismo puede reforzar la percepción de peligro, por lo que es preferible respetar los tiempos y las señales de cada animal.
ANTICIPACIÓN Y ACOMPAÑAMIENTO, CLAVES DEL BIENESTAR
"La clave está en no esperar a que empiecen los ruidos para actuar. Cada animal reacciona de forma diferente al ruido, y conocer su comportamiento nos permite adaptar las medidas de protección. En muchos casos, pequeños cambios en el entorno y una correcta anticipación reducen notablemente los niveles de estrés", explica Ana Ramírez, directora técnica veterinaria de Kivet..
La experta también aconseja evitar paseos en las franjas horarias de mayor intensidad sonora y extremar las precauciones en el hogar. "Durante estas fechas se incrementan los intentos de escape por miedo. Asegurarse de que puertas y ventanas estén bien cerradas y de que el animal esté correctamente identificado es esencial para prevenir pérdidas", señala.
CUANDO EL MIEDO SE REPITE, APOYO PROFESIONAL
Cuando el miedo al ruido es recurrente o se manifiesta con intensidad, contar con el acompañamiento de un profesional veterinario es fundamental. "Existen herramientas y soluciones que pueden ayudar a gestionar la ansiedad, desde pautas de conducta hasta productos específicos o tratamientos adaptados a cada caso. Lo importante es no normalizar estas reacciones y buscar asesoramiento cuando el animal lo está pasando mal", apunta Ana Ramírez.
Desde Kiwoko recuerdan que no existen soluciones universales y que el bienestar pasa por una atención individualizada, basada en la observación y en la información contrastada. En momentos de celebración, anticiparse, proteger el entorno y acompañar de forma consciente a los animales de compañía son gestos sencillos que pueden marcar la diferencia y ayudar a que el fin de año se viva sin sustos innecesarios.