Un equipo de investigadores de la Universidad de Saskatchewan (Canadá) ha demostrado que la fermentación de almidón de guisante con Candida utilis no solo mejora la palatabilidad de los piensos para perros y gatos, sino que también aporta beneficios metabólicos e intestinales significativos, especialmente en los perros. El estudio, publicado recientemente en Frontiers in Veterinary Science, evaluó los efectos de este ingrediente fermentado frente a versiones no fermentadas y dietas de control con maíz.

Durante un ensayo de alimentación de 20 días con dietas que contenían un 30% de almidón de guisante (fermentado o no) o almidón de maíz como control, los investigadores analizaron múltiples indicadores de salud en perros beagle y gatos domésticos. Se observó que, en ambas especies, las dietas basadas en guisante redujeron los niveles de triglicéridos, colesterol y leptina, lo que sugiere una mejora en el perfil metabólico.

En los perros, la versión fermentada del almidón de guisante mostró una ventaja adicional: aumentó la diversidad de la microbiota fecal y favoreció la presencia de bacterias beneficiosas como Faecalibacterium, asociadas a menor inflamación y mejor salud intestinal. Además, se observó una mejora en la digestibilidad de proteínas y almidón con la dieta fermentada.

En gatos, sin embargo, la situación fue más compleja. Los animales rechazaron parcialmente la dieta con almidón de guisante no fermentado, mostrando pérdida de peso y diarreas. La versión fermentada, en cambio, fue mejor aceptada y eliminó estos efectos secundarios. Aun así, los datos sobre microbiota felina fueron limitados debido a la baja calidad de las muestras fecales.

Estos hallazgos refuerzan la hipótesis de que la fermentación con C. utilis podría ser una herramienta útil en la formulación de piensos funcionales para mascotas. Además de enmascarar sabores amargos del almidón de guisante, la levadura aporta componentes como beta-glucanos y fibra fermentable que mejoran tanto la palatabilidad como la salud intestinal y metabólica.

Si bien los autores advierten sobre limitaciones como el pequeño tamaño muestral y la falta de un grupo control con solo extractos de levadura, los resultados apuntan a que la fermentación podría modificar positivamente los efectos nutricionales del almidón de guisante. En perros, la relación entre dieta, microbiota e indicadores de salud fue especialmente clara, lo que convierte a este tipo de ingredientes fermentados en una vía prometedora para mejorar la calidad de vida de las mascotas.

 La fermentación del almidón de guisante con Candida utilis mejora su digestibilidad, palatabilidad y beneficios para la salud en perros, y en menor medida en gatos. Este estudio abre nuevas posibilidades para el desarrollo de dietas funcionales y más saludables para animales de compañía.