En los últimos años, la especialización en Medicina Veterinaria ha ganado relevancia, no solo en términos de calidad asistencial, sino también en cuanto a la capacitación y formación continua de los profesionales del sector. En España, la figura del veterinario especializado, particularmente aquel que ha obtenido el título de Diplomado ...
En los últimos años, la especialización en Medicina Veterinaria ha ganado relevancia, no solo en términos de calidad asistencial, sino también en cuanto a la capacitación y formación continua de los profesionales del sector. En España, la figura del veterinario especializado, particularmente aquel que ha obtenido el título de Diplomado Europeo o Americano, sigue teniendo poca visibilidad, pese a los avances logrados.
La Dra. Carmen Lorente Méndez, diplomada en Dermatología Veterinaria (DiplECVD), especialista veterinaria en Dermatología (Dipl. OCV), y actual presidenta de la Asociación de Veterinarios Especialistas Diplomados de España (AVEDE), es una de las voces más representativas en este proceso de transformación, abogando por el fortalecimiento de la especialización como eje fundamental dentro de la profesión veterinaria en el país.
Visibilizar la figura del diplomado
Uno de los principales objetivos de la presidenta de AVEDE es "dar visibilidad a la figura del diplomado, tanto dentro de la profesión veterinaria como ante la sociedad en general". Asimismo, destaca la importancia de "reforzar el reconocimiento de los diplomados en cada especialidad dentro del sistema veterinario español", un paso crucial para mejorar la percepción tanto dentro del sector como fuera de él. También remarca la necesidad de fomentar "la colaboración entre diplomados y clínicos generales" e impulsar "programas formativos de excelencia, accesibles a todos los profesionales".
Para la diplomada, la consolidación de la asociación en las relaciones con diferentes instituciones es una de sus prioridades. "Aspiramos a que AVEDE se consolide como el referente de los diplomados en las relaciones con los Colegios Veterinarios, universidades, administraciones públicas y empresas del ámbito veterinario", asegura.
El valor de la especialización
La especialista explica que "la figura del diplomado europeo o americano representa el máximo nivel de formación especializada en una materia veterinaria concreta", lo que implica haber superado un riguroso proceso formativo y evaluativo avalado por organismos como el EBVS (European Board of Veterinary Specialisation) o el ABVS (American Board of Veterinary Specialties).
Paralelamente, subraya que esta titulación exige "un alto compromiso con la actualización científica y clínica continuada". En el contexto español, "esta cualificación ha sido reconocida recientemente por la Organización Colegial Veterinaria como el nivel más alto de especialización", permitiendo que los diplomados puedan identificarse oficialmente como "Diplomados OCV en su especialidad correspondiente".
Tal y como indica, estos profesionales son reconocidos como expertos por los colegios tras superar un proceso formativo riguroso con "un examen final de alta exigencia, que incluye pruebas escritas y, en algunos casos, prácticas". Para obtener el título de Diplomado, es necesario completar "un programa de residencia acreditado por el colegio correspondiente, con una duración mínima de tres años bajo la supervisión de un diplomado". Durante este periodo, se deben cumplir requisitos como la "participación activa en la atención de un volumen suficiente de casos clínicos, el desarrollo de un proyecto de investigación y la publicación de al menos dos artículos en revistas científicas de impacto internacional".
Aunque se ha avanzado en los últimos años, "es posible que una parte de la profesión aún no sea plenamente consciente del grado de formación y especialización que implica ser diplomado". De igual forma, comenta que "ejercer con excelencia implica también saber cuándo remitir", insistiendo en que "reconocer los límites propios y derivar un caso a un compañero con mayor formación o experiencia en una materia concreta es, sin duda, una muestra de profesionalidad".
Diplomados en la Medicina Veterinaria
Al analizar el papel de los veterinarios generalistas, reconoce que son "profesionales con una gran vocación, excelente formación y una dedicación admirable". Su labor es esencial en la Atención Primaria, pues "ofrecen una visión global de la medicina veterinaria y son el primer punto de contacto con los propietarios". No obstante, reflexiona que "es difícil profundizar con el mismo nivel en todas las áreas", y es en esos casos donde los especialistas aportan valor añadido, abordando situaciones complejas que requieren un conocimiento más específico.
En cuanto al papel de los diplomados, expone que "por su alto nivel de formación, aportan un conocimiento profundo y constantemente actualizado en su especialidad", que les permite aplicar criterios diagnósticos y terapéuticos basados en la evidencia científica. En la práctica clínica, se traduce en "diagnósticos más precisos, opciones terapéuticas avanzadas y mejores resultados clínicos". Más allá del ámbito asistencial, piensa que su aportación debería extenderse también a la formación, la asesoría técnica y la toma de decisiones profesionales, especialmente en contextos regulatorios. Por ejemplo, lamenta que "no se ha contado con la voz de los clínicos ni de los especialistas" en la elaboración del RD 666/2023, una situación cuyas consecuencias "están afectando gravemente a la profesión". En su opinión, "la participación de asesores técnicos cualificados habría sido, sin duda, de gran ayuda".
Compromiso con la formación y la colaboración
La Dra. Lorente Méndez manifiesta que "la formación y la colaboración profesional son pilares fundamentales del trabajo de los diplomados". Su labor va mucho más allá de la actividad clínica, ya que actúan como referentes para otros veterinarios, "asesorando, compartiendo conocimientos e impartiendo formación". Los diplomados participan cada vez más en la docencia de grado y posgrado en las universidades, aunque "todavía queda camino por recorrer para que su presencia sea la norma y no la excepción".
Además de su implicación académica, muchos diplomados "se integran en grandes hospitales veterinarios, donde dirigen unidades especializadas, forman y supervisan a equipos clínicos". A través de sus especialidades, abren programas de residencia con el fin de formar a nuevos especialistas, y al mismo tiempo "contribuyen activamente a la formación de veterinarios generalistas", brindándoles herramientas para abordar de manera adecuada las patologías y remitir los casos complejos. Existen diplomados en campos como la salud pública, nutrición, comportamiento o microbiología, que también "contribuyen de forma decisiva a la salud y el bienestar animal, la salud pública y el desarrollo del conocimiento veterinario".
En representación de AVEDE, confirma que una de sus prioridades ha sido construir una red que conecte a los especialistas españoles, con el fin de amplificar "sus proyectos e iniciativas". Aunque confiesa que aún están en una fase inicial, ya han avanzado en el ámbito formativo, elaborando y difundiendo materiales informativos sobre las diplomaturas y contenidos didácticos con recomendaciones clínicas sobre "la anemia hemolítica inmunomediada, el pioderma canino, el prurito y el uso del registro capnográfico como base para el tratamiento anestésico". Todo ello, presentado durante el Congreso VetMadrid en colaboración con AMVAC y con el apoyo de patrocinadores como Laboklin, Royal Canin y MSD. Finalmente, anuncia que organizan "una charla en colaboración con el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, prevista para después del verano", y contemplan nuevas actividades formativas, "charlas, cursos, seminarios e incluso un Congreso de Diplomados".
Reconocimiento del Diplomado en España
La experta advierte que "a día de hoy, aún queda mucho por hacer" para reconocer a los diplomados en el sector veterinario español, y que el sector "no es plenamente consciente del potencial que representa la figura del diplomado", lo que impide aprovechar el conocimiento y la experiencia de estos profesionales.
Un dato preocupante es que "más de la mitad de los diplomados españoles trabajan actualmente en el extranjero" por la "dificultad para encontrar oportunidades laborales que reconozcan su cualificación, su experiencia y el enorme esfuerzo invertido en alcanzar este nivel de formación". La escasez de estructuras que integren a los especialistas, sobre todo en el ámbito público, genera una fuga de talento en un contexto profesional marcado por bajos sueldos y escaso reconocimiento institucional. "Estamos entre las profesiones peor remuneradas y con mayores índices de agotamiento profesional, depresión y abandono", destaca.
La doctora pone el foco en la falta de respaldo normativo para los especialistas, ya que "existe una brecha importante entre la formación especializada y su reconocimiento oficial". Hoy en día, no hay un marco gubernamental en España que equipare las especialidades veterinarias con las de otras profesiones sanitarias, lo cual limita el acceso de los diplomados a estructuras públicas, órganos técnicos o puestos de responsabilidad. Desde AVEDE, consideran que "esta situación debe cambiar", y proponen que "el Ministerio de Sanidad asumiera la aprobación de las especialidades veterinarias, como ya ocurre en otros países europeos".
Mejorar la integración y la visibilidad
La presidenta de AVEDE propone varias medidas para integrar a los diplomados de manera efectiva en el sistema veterinario español. Entre ellas, destaca la necesidad de "fomentar la colaboración efectiva entre clínicos generalistas y especialistas", promoviendo "circuitos de derivación" y "espacios compartidos de formación continua". A su vez, hace hincapié en la importancia de "impulsar el reconocimiento académico y curricular de los diplomados en universidades".
Una de las medidas más urgentes es el "reconocimiento oficial de las especialidades veterinarias en España", lo que permitiría a los diplomados integrarse formalmente en estructuras públicas y ocupar roles clave en el sector. Ante esta realidad, hace énfasis en la necesidad de que "se establezca un marco normativo que regule la integración de estos profesionales en estructuras públicas, tanto en la universidad como en la administración o en hospitales y centros sanitarios". La asociación impulsa el diálogo con las instituciones, apoyando la formación especializada y construyendo una red sólida de especialistas que permita que "su labor no solo se reconozca, sino que se integre de forma activa y estable en el sistema".
AVEDE también trabaja para aumentar la visibilidad de los diplomados dentro de la sociedad y el sector. "Desde AVEDE creemos firmemente que dar a conocer el valor y el papel de los especialistas diplomados no solo es necesario, sino también una responsabilidad", sostiene. La asociación está llevando a cabo una campaña de visibilización a través de su material formativo y colaboraciones con otros medios del sector.
Del mismo modo, están centrando sus esfuerzos en mejorar su presencia digital, con el objetivo de dar mayor visibilidad al trabajo de los diplomados. Entre las acciones recientes, menciona la participación en Propet durante el Congreso VetMadrid de AMVAC, reuniones con entidades del sector y el desarrollo de proyectos y encuestas que permitan "conocer cómo nos perciben y cómo podemos establecer sinergias útiles".
Desafíos de la especialización en el futuro
En su visión para el futuro, enfatiza que la especialización debe ser un recurso complementario al trabajo del veterinario generalista. "El trabajo conjunto entre el veterinario habitual y un especialista se traduce en una atención más completa, diagnósticos más certeros y tratamientos más adecuados", declara, añadiendo que "el diplomado no sustituye al veterinario de confianza: lo refuerza".
En relación a los desafíos que enfrenta la especialización veterinaria, menciona varios aspectos clave. Entre ellos, destaca la necesidad de un "reconocimiento institucional y social del valor que aporta un especialista diplomado" y la importancia de "garantizar que existan suficientes programas acreditados" para la formación especializada.
Aún así, dice que "no se trata de promover que todos los veterinarios deban ser especialistas", ya que el veterinario generalista es "la base de la profesión y constituye el pilar sobre el que se sustenta todo el sistema veterinario". La especialización tiene sentido solo como apoyo al trabajo veterinario general en casos complicados o complejos, y que su valor real emerge "si está al servicio de la profesión y de la sociedad", fomentando siempre "una cultura de confianza mutua, trabajo en red y complementariedad de perfiles".
Finalmente, la Dra. Carmen Lorente se dirige a los veterinarios en formación, instándoles a especializarse si lo hacen "con vocación, con espíritu colaborativo y con los pies en la tierra". Por lo tanto, defiende que "tiene sentido cuando se pone al servicio de los animales, de sus propietarios y de toda la profesión".
Desde AVEDE, el objetivo es que los diplomados sean accesibles y útiles, permitiendo que su conocimiento fluya, se comparta y se traduzca en una mejora real. La doctora concluye que, en esta labor, seguirán "trabajando con humildad, rigor y compromiso para visibilizar, conectar y aportar desde nuestra especialidad al conjunto del sistema veterinario".