El empleo de ozono en procesos odontológicos en perros es una alternativa a los antibióticos y antisépticos

Un estudio realizado por veterinarios de la Universidad de Pisa (Italia) ha investigado la eficacia antimicrobiana del ozono en comparación con los antibióticos más empleados y la clorhexidina en procesos de extracción dental en perros. En el artículo "Use of Ozone in Veterinary Dentistry as an Alternative to Conventional Antibiotics and Antiseptics", publicado por la revista Veterinary Sciences, se concluye que la administración intraoperatoria de ozono tiene el mismo efecto inhibidor del crecimiento bacteriano y menos efectos perjudiciales que la utilización de antibióticos profilácticos o clorhexidina intraoperatoria.

La enfermedad periodontal es un proceso inflamatorio crónico doloroso que afecta a las estructuras que dan soporte al diente, como el ligamento periodontal, el hueso alveolar o el cemento de la raíz del diente. Por lo tanto, cuando la enfermedad es severa, se debe recurrir a la extracción de la pieza dental afectada.

En perros, se trata de una de las enfermedades más comunes y se encuentra estrechamente relacionada con la proliferación de bacterias, existiendo cierto riesgo de que se produzca bacteriemia con endocarditis. Esto hace que se empleen antibióticos para su tratamiento.

Sin embargo, la abundancia de especies bacteriana que colonizan la cavidad oral hace muy difícil conocer cuál es la causante del proceso y elegir un antibiótico eficaz, lo que obliga a administrar antibióticos de amplio espectro que ayudan al desarrollo de resistencias antimicrobianas, las cuales pueden extenderse a bacterias que afecten a humanos.

De esta forma, con el objetivo de reducir el uso de antibióticos, se ha extendido el uso de antisépticos orales, como la clorhexidina. Este compuesto tiene actividad bacteriostática a concentraciones bajas (0,02-0,06%) y acción bactericida a mayores concentraciones (>0,12%). Por ello, es común su uso conjunto con los antibióticos a la hora de realizar intervenciones orales.

Otra alternativa podría ser el ozono, que es un agente oxidante con actividad desinfectante, antimicrobiana y antiinflamatorio. La actividad antibacteriana de este compuesto se relaciona con la producción de especies reactivas de oxígeno, que dañan la membrana lipídica, el ADN y las proteínas de las bacterias, induciendo su apoptosis.

Además, el ozono estimula el metabolismo celular de los tejidos inflamados, favoreciendo la reepitelización, y reduce los procesos inflamatorios al inducir la producción de citoquinas antiinflamatorias.

Eficacia equivalente

En este estudio, se seleccionaron 75 perros que iban a ser sometidos a procesos odontológicos de extracción de piezas dentarias por enfermedad periodontal y se clasificaron en tres grupos. El primero recibió un tratamiento antibiótico prequirúrgico (asociación de amoxicilina + ácido clavulánico con ampicilina y metronidazol) y desinfección intraoperatoria con clorhexidina. Los otros dos grupos no recibieron ningún tratamiento profiláctico, sino que se llevó a cabo una desinfección intraoperatoria con agua ozonizada o clorhexidina, respectivamente.

Los resultados de la investigación concluyen que la eficacia de la administración de agua ozonizada es equivalente a la del empleo de antibióticos preoperatorios o la desinfección con clorhexidina intraoperatoria.

Además, la irrigación de los alveolos dentarios con agua ozonizada no mostró efectos adversos en la proliferación de células en el ligamento periodontal. Por el contrario, la clorhexidina ejerció cierto efecto tóxico sobre la membrana celular, desfavoreciendo este proceso. No obstante, el agua ozonizada ralentizó la reepitelización de las lesiones y redujo la unión de los fibroblastos a los dientes.

El objetivo de la administración profiláctica de antibióticos en estos procedimientos es el de prevenir la propagación sistémica de bacterias y que afecten a otros órganos, como el corazón y el riñón. Sin embargo, este estudio demuestra que, en pacientes sanos, la probabilidad de que esto ocurra no es elevada y existe una respuesta individual y heterogénea a los antibióticos, por lo que su uso no presenta ventajas en este tipo de animales.

En conclusión, los autores afirman que el uso de antibióticos en procesos de extracción dental debería ser la primera opción en pacientes con riesgo de endocarditis y animales inmunodeprimidos. Sin embargo, en pacientes sanos, la profilaxis antibiótica es innecesaria y debe ser sustituida por la desinfección intraoperatoria con agua ozonizada o clorhexidina

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