IM VETERINARIA #11

58 im veterinaria de muchas muestras de forma simultánea y contar con una menor sensibilidad que otros métodos diagnósticos. A estos inconvenientes se añade el hecho de que, ocasionalmen- te, también requieren de otros procedimientos para obtener resultados específicos. Métodos más avanzados El avance más importante en la mejora de la sensibilidad y especificidad del diagnóstico parasitológico ha sido el uso de los métodos serológicos, orientados, según José Ma- nuel Molina, a la detección tanto de anticuerpos específicos generados por el hospedador frente al parásito, como, aprove- chando la enorme especificidad de las reacciones antígeno-an- ticuerpo, del agente parasitario, fragmentos de éste o antíge- nos secretados o excretados en diversas muestras orgánicas. Respecto de estos métodos, comenta que si bien requierenmás medios técnicos, hoy “podemos encontrar en el mercado kits co- merciales para el diagnóstico de muchas enfermedades parasita- rias que proporcionan resultados muy fiables de una forma senci- lla, aunque a precios algo elevados”. Por otra parte, también se están desarrollando recientemente procedimientos diagnósticos basados en métodos molecula- res. Con ellos, confirma Molina que se están alcanzando los mejores resultados en cuanto a sensibilidad y especificidad en la detección de parásitos a partir de todo tipo de mues- tras. “Son los métodos de diagnóstico del futuro, pero tendremos que esperar algún tiempo”, recalca. A su parecer, el coste de los reactivos y equipos “dista mucho de un uso rutinario con fines diagnósticos”, por lo que por el momento su aplicación se en- cuentra limitada al ámbito de la investigación de este tipo de agentes patógenos. La reducción de los costes económicos de los métodos moleculares que puedan favorecer un uso más generalizado de los mismos junto a la mejora de sus aspectos Catedrático de Parasitología José Manuel Molina Caballero es doctor en Veterinaria por la Universidad de Córdo- ba, y se encuentra vinculado a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como catedrático del área de Parasitología. Es, además, diplomado por el Colegio Europeo de Parasitología Veterinaria (EVPC), y ha realizado estancias de investigación en el Instituto Moredun de Edimburgo y el Departamento de Parasitología Veterinaria de la Universidad de Glasgow. Durante su trayectoria profesional ha coordinado el Grupo de Investigación de Parasitología, Dermatología y Biopatología Veterinaria, ha partici- pado en diversos proyectos y convenios de investigación y ha publicado numerosos artículos científicos en publicaciones internacionales, especialmente en el ámbito de la respuesta inmune desarrollada en el curso de las infecciones parasitarias. técnicos son aspectos que requieren un esfuerzo en opinión de Molina. “Mientras tanto, los métodos clásicos y algunos sero- lógicos seguirán utilizándose habitualmente en los laboratorios, sobre todo si siguen usándose tratamientos terapéuticos y pre- ventivos de amplio espectro, donde la especificidad del procedi- miento diagnóstico ve reducida su importancia”, concluye. Un futuro más preventivo Una aportación de este experto en parasitología veterinaria en cuanto al futuro de la especialidad es el necesario cam- bio de enfoque del diagnóstico en el sentido de no llevarse a cabo exclusivamente cuando el animal se encuentre enfer- mo, sino a modo preventivo. Esta idea la justifica diciendo que “así se evitaría el uso continuado de productos que a la lar- ga pueden generar resistencias, como ya empiezan a detectarse frente a algunos grupos farmacológicos utilizados como anti- parasitarios” . Además, apuesta por que la especialidad tenga un papel más relevante en el control del movimiento de ani- males, para evitar que aumente la diseminación de enferme- dades parasitarias ligada a los viajes de las mascotas juntos con sus propietarios. “Son algunas de las muchas cuestiones que se plantearán en el futuro, y para las que hemos de estar preparados”, recalca.

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