IM VETERINARIA #11

45 im veterinaria L a mayoría de los pacientes del Centro de Dermatolo- gía Veterinario Adervet acuden al centro directamente, y no llega al 20% las consultas que son remitidas por otros veterinarios.“ Esto es algo triste y demuestra que los veterinarios son bastante reticentes a la remisión, sobre todo en el campo de la dermatología, donde aunque estas enfermedades no suelen poner en peligro la vida del animal, si que pueden ha- cerle miserable, a él y al propietario. También suponen un coste muy elevado si no se diagnostican y no se controlan correcta- mente” , especifica Carmen Lorente , diplomada en dermatolo- gía por el ECVD , quien también insiste en “ la importancia de la colaboración entre el veterinario generalista y el especialista ”. La especialidad La propietaria de Adervet se dedica a la dermatología vete- rinaria en exclusiva desde hace 20 años, con mucha ilusión y cariño. Nos comenta que “ esta es un área de la medicina que o se odia o se ama, y que son pocos los veterinarios a los que realmente les apasiona” . Los motivos: “ Al veterinario le resulta frustrante y poco apetecible; las lesiones son siempre las mismas y se comparten en numerosas enfermedades. Las lesiones más interesantes y diagnósticas, las primarias, son transitorias y, en la mayoría de los casos, el veterinario se encuentra con lesiones crónicas, secundarias, que dan poca información del proceso” . La información se tiene que obtener del propietario con una buena anamnesis que supone mucho tiempo. Además, el mi- croscopio también tiene que ser un buen aliado, “ y no a todos les gusta”. Una vez se ha llegado al diagnóstico, las lesiones cutáneas tar- dan más de una semana en resolverse, y muchos procesos son crónicos. Ello implica tener que dedicar tiempo a explicar al propietario la enfermedad, y la necesidad de su colaboración para un tratamiento efectivo. “ Es una especialidad que requiere invertir mucho tiempo en el paciente y el rendimiento económico de estas consultas no es muy grande” , comenta Carmen Loren- te, quien recalca que en España solo hay cuatro especialistas diplomados europeos en dermatología, aunque sí que AVEPA cuenta con un grupo de especialidades, el GEDA. En cuanto a la formación, la veterinaria subraya que hay abun- dante oferta para que el veterinario generalista adquiera los conocimientos suficientes. “De hecho, el veterinario generalista, con buena formación, teniendo habilidad al microscopio y cono- ciendo las enfermedades más habituales, podría llegar a resolver entre el 80 y el 90% de las consultas” . En el 10-20% restante, el generalista debería remitir el caso al especialista. “ Al veteri- nario le cuesta remitir, aunque sí que es verdad que la situación ha mejorado en los últimos diez años”. La directora de Adervet enumera las situaciones en las que se debería remitir un caso: ante una enfermedad poco conocida o un cuadro poco habi- tual; cuando no se obtenga el diagnóstico; si el tratamiento no da la respuesta esperada; cuando el propietario demande una segunda opinión; ante un propietario suspicaz, o ante una enfermedad crónica donde la colaboración facilitará la com- prensión del propietario y mejorará los resultados. Principales patologías Si bien es cierto que la dermatología es compleja y hay una gran variedad de enfermedades, “ prácticamente el 80% de los casos se encuentran en esta lista: sarna sarcóptica, Cheylle- teliosis, sarna otodéctica, sarna notoédrica, demodicosis, der- matofitosis, Leishmaniasis, enfermedades de la triada alérgica (dermatitis alérgica a la picadura de la pulga, dermatitis alérgica inducida por alimentos y dermatitis atópica), otitis, tumores cu- táneos, complicaciones secundarias como pioderma y dermatitis por Malassezia y enfermedades endocrinas. Además de heridas o lesiones traumáticas que puedan producirse en la piel” , detalla Carmen Lorente. Sea como fuere, en todos los casos, para hacer un buen pro- tocolo de aproximación a la enfermedad, señala que “ hay que partir de la sencillez y no buscar lo más complicado”. Por ello, lo primero es hacer un listado de las enfermedades compatibles con el cuadro que presenta el animal. “Muchas veces el diagnós- tico está fácilmente al alcance y se obvia por querer encontrar la enfermedad más extraña. Es muy importante no tratar sin tener un diagnóstico, ya que un tratamiento incorrecto puede producir complicaciones, no sólo por los posibles efectos adversos o secun- darios, sino también porque puede dificultar el diagnóstico” . Estacionalidad Por otra parte, la especialista considera que “ la tradicional esta- cionalidad en las patologías que afectan a la piel es más bien re- lativa, ya que estas se pueden ver a lo largo de todo el año” . Sin embargo, sí que remarca el entorno, la ubicación, la geografía, la climatología y los hábitos de vida como los principales factores. Es el caso de las enfermedades parasitarias, “ que son más comu- nes en animales que tienen acceso al campo o que cohabitan con otros animales”, como la cheylletielosis en animales de criaderos o tiendas, la sarna sarcóptica en perros de cazadores o que tie- ne acceso al campo con animales salvajes, o la otoacariosis en

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