La subida del IVA, del 8% al 21%, por la entrada en vigor del Real Decreto-Ley 20/2012, afectó al empleo precarizándolo. Es la principal conclusión del Informe sobre la situación socioeconómica y laboral del sector veterinario de animales en España; realizado para la Confederación Empresarial Veterinaria de España (CEVE) por Óscar Gutiérrez Aragón, director del departamento de Empresa de la Escola Universitaria Mediterrani de Barcelona, de la Universidad de Girona, y Gaspar Berbel, profesor del Área de Estadística del mismo departamento.

En la presentación del trabajo, este miércoles; Bernardo Aguilera, director del departamento de Asuntos Económicos y Europeos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), destacó que "el tipo impositivo del IVA supone una clara discriminación hacia la actividad del sector veterinario". Añadió que el Impuesto de Sociedades y el IVA, en muchas ocasiones, se utilizan como "el último recurso para equilibrar las cuentas". Delia Saleno, presidenta de CEVE, afirmó que los servicios clínicos veterinarios se han desarrollado mucho en los últimos años porque cada vez hay mayor sensibilidad hacia los animales. Recordó que el animal de compañía está presente en prácticamente la mitad de los hogares españoles y que la tendencia es ir en aumento; porque el animal de compañía es un punto de sustento, por ejemplo, para personas mayores. "La convivencia de estos animales tiene que ser responsable y con control sanitario. Si no hacemos este control, nos podemos encontrar con el aumento de ciertas enfermedades. El 75% de las enfermedades emergentes será de reservorio animal. No puede ser que la medicina veterinaria y la humana vayan por diferentes vías", advirtió. Una de las peticiones de CEVE es la de reconocer el estatus sanitario del veterinario.

Miguel Albuixech, responsable del departamento Asuntos Económicos de CEVE, sostuvo que el escenario que ha dejado el incremento del IVA ha supuesto que los márgenes de beneficios de los centros veterinarios se resientan. "Eso afecta a la calidad del empleo. Hablamos de una precariedad laboral que se da sobre todo en jóvenes recién licenciados.", sentenció. Apuntó que todas las actividades veterinarias prestadas a animales domésticos tributan al IVA normal y las de ganadería al tipo reducido.

Gutiérrez Aragón fue el encargado de detallar el informe. Se centró en la parte de lo que ha afectado al sector el cambio impositivo. De acuerdo con los datos arrojados, la subida del IVA del 8% al 21% dio una cuantía de 8,48 millones de euros de recaudación mayor. "Para las arcas públicas, es una cifra pequeña y al sector lo ha dejado en peor situación", manifestó. Al principio, se percibió una reducción de márgenes por compensación de la subida del IVA. Después, hubo un incremento de precios al consumidor. En un entorno de crisis, bajó el ir al veterinario. Posteriormente, diferentes clínicas entraron en pérdidas. Cifró en 730 las clínicas que cerraron en 2014.

La caída de facturación en el año primero de subida de IVA fue de un 12,48%. "Eso fue provocando que las clínicas tuviera menos beneficios y que lo primero que bajase fuera los salarios a los empleados. También afectó a otros sectores relacionados como la facturación de productos de sanidad y de nutrición animal", expuso. El salario medio de un trabajador del sector veterinario disminuyó un 13,63% entre 2008 y 2014, lo que supone una pérdida anual de 2.100 euros. El salario medio anual de los trabajadores de actividades veterinarias alcanzaba en 2015 los 997 euros, cifra que les situaba en el lugar 75 de las 79 actividades de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas(CNAE), siendo uno de los únicos cinco sectores que se encontraban por debajo de los 1.000 euros mensuales. "Esto para una profesión sanitaria añade un problema a la sociedad para que la situación sanitaria esté como tiene que estar. Las actividades sanitarias, en general, se posicionan en 2.133 euros. Las actividades veterinarias se encuentran en menos de la mitad", reflexionó Gutiérrez Aragón. Asimismo, en los años 2012 y 2013, el número de trabajadores eventuales se incrementó en un 43,65%.Entre el año 2011 y 2014, el número de trabajadores no remunerados se incrementó en un 16,33%. Lamentó que "se ha producido un incremento exagerado del número de trabajadores eventuales y no remunerados".

La productividad por persona ocupada también cayó, un 21,21%, de 2008 a 2014. Es decir, un descenso de 4.100 euros por persona ocupada. Otra cuestión es que afectó al valor añadido a precios de mercado. Se dio una producción menor de servicios. "Hay una relación inversa entre el crecimiento de número de empleados a la vez que hay una variación negativa del valor añadido. Hay un aumento de la precarización laboral. Hay también una evolución negativa del excedente bruto de explotación", comentó.

Con todo, se produjo un incremento de la recaudación del IVA (de 8,48 millones de euros anuales), pero hubo un descenso de la recaudación en concepto de cotizaciones anuales de la Seguridad Social a cargo de la empresa entre el año 2011 y 2014 de un 4,94%. La propuesta a la que llega el informe es retornar al IVA reducido, que ahora está en el 10%. "Eso supondría que se perderían los 8,48 millones de euros. Pero se daría un incremento de facturación, por incremento de recaudación de IRPF, al incrementarse el número de trabajadores y tener salarios mayores, y un incremento de recaudación del Impuesto de Sociedades. Mediante técnicas de extrapolación se ha llegado a la conclusión de que esos 8,48 millones quedarían compensados en un año y se llegaría a un incremento de 13,5 millones de euros de los ingresos públicos. Sería una noticia muy positiva", concluyó. En definitiva, se asegura que las clínicas veterinarias aportarían cinco millones de euros más cada año al Estado si se les aplicara el IVA reducido.

El informe está realizado en agosto de 2017 y el Instituto Nacional de Estadística (INE) sólo ofrecía cifras hasta el año 2014. Según Gutiérrez Aragón, hay una mejoría desde entonces, aunque es leve. Aguilera aclaró que, en 2017, el 63% de las empresas con una facturación inferior a un millón de euros sigue con una base impositiva negativa y que, probablemente, la mayoría de las clínicas veterinarias facture menos de un millón de euros. Saleno anunció que la intención es actualizar los datos cada año y ver la evaluación. A su juicio, "si no hay rentabilidad de la empresa, no hay un empleo de calidad".

Foto principal: De izda. a dcha.: Delia Saleno y Bernardo Aguilera.

Pie de foto: De izda. a dcha.: Óscar Gutiérrez Aragón, Delia Saleno, Bernardo Aguilera y Miguel Albuixech.