IM VETERINARIA | PET SHOP

32 by 3. Perfil del personal. Se tiene que verificar si el personal actual del pet shop posee la formación y cualificación necesarias, o si será preciso recurrir a la subcontratación de profesionales especializados. 4. Rentabilidad esperada. Es crucial calcular el número exacto de sesiones o citas mensuales que se requerirán para asegurar que se cubren todos los costes operativos y se alcanza el punto de equilibrio. Los expertos en gestión recomiendan iniciar la diversificación con aquellos servicios que presenten un bajo riesgo operativo y una alta recurrencia por parte del cliente, como puede ser el asesoramiento nutricional o la peluquería de mantenimiento básica. Posteriormente, y una vez consolidado el modelo, se puede escalar hacia opciones de mayor complejidad o inversión (como adiestramiento avanzado, guardería diurna o, incluso, fisioterapia animal). El éxito de esta estrategia dependerá siempre de la capacidad del pet shop para mantener la excelencia y la calidad del servicio ofrecido sin desvirtuar la esencia fundamental del negocio. Diseño funcional para la integración La correcta integración de los servicios dentro del espacio del pet shop requiere un diseño altamente eficiente. Por ejemplo, el área de peluquería debe contar con un aislamiento acústico efectivo, pero debe ser visible para el cliente para generar una sensación de confianza y transparencia. El área destinada a adiestramiento o consultas puede ser diseñada para funcionar como un espacio polivalente, apto para albergar talleres o demostraciones de productos. Además, la zona de espera del cliente puede aprovecharse estratégicamente para convertirse en un punto eficaz de venta cruzada, exhibiendo productos directamente relacionados con el servicio que el cliente está esperando (por ejemplo, cepillos, champús especializados, snacks o juguetes interactivos). El desafío clave consiste en mantener la armonía visual general y la fluidez del recorrido del cliente sin que el espacio resulte saturado. Es imperativo que cada metro cuadrado cumpla una función bien definida: comercial, técnica o experiencial. Los locales de menor tamaño pueden recurrir a instalaciones o módulos de carácter modular para adaptar el espacio rápidamente según las necesidades estacionales o las variaciones de la demanda de servicios. 6. El propósito como motor del nuevo ‘retail’ y visión de futuro Más allá de cualquier estrategia de diseño o de cálculo de rentabilidad, el pet shop del futuro se define intrínsecamente por su propósito fundamental: el de promover el bienestar animal y fomentar una tenencia responsable entre los tutores. El consumidor moderno ya no establece una distinción clara entre el producto que compra y los valores que representa la tienda; por ello, busca activamente comprar en establecimientos que comparten su visión sobre la salud animal, la sostenibilidad ambiental y el respeto por el entorno natural. En este contexto, la profesionalización de los espacios de venta y la calidad intrínseca de los servicios ofrecidos tienen el efecto de reforzar poderosamente la imagen del pet shop como un centro neurálgico de bienestar y educación. La tienda deja de ser únicamente un lugar donde se adquieren bienes materiales para transformarse en un espacio de absoluta confianza, conocimiento compartido y robusta comunidad. Claves para un ‘pet shop’ rentable y experiencial La evolución exitosa hacia este modelo se sostiene sobre pilares estratégicos claros: 1. Diseñar con propósito. Es esencial que cada metro cuadrado posea una función clara, ya sea comercial, educativa o sensorial. 2. Fomentar la experiencia. Se debe invertir en la organización activa de talleres, eventos y demostraciones de productos. 3. Integrar servicios progresivamente. Se aconseja iniciar la expansión con aquellos servicios que evidencien una mayor demanda local. 4. Apostar por la formación continua. El personal del pet shop es, sin lugar a dudas, el mejor argumento de venta disponible y la fuente principal de credibilidad técnica. 5. Medir y ajustar. Es fundamental analizar constantemente el retorno de inversión (ROI) de cada cambio implementado, monitoreando el flujo de clientes, el ticket promedio y el índice de fidelización. El canal pet está avanzando decididamente hacia un modelo de tienda de carácter híbrido, un espacio donde la emoción generada por la experiencia del cliente y la eficiencia operativa conviven en armonía. La tendencia de la digitalización y el compromiso con la sostenibilidad continuarán marcando la dirección del sector, pero el valor diferencial real residirá indefectiblemente en la calidad de la experiencia presencial, en la personalización de la atención y en la excelencia del servicio integral ofrecido. En conclusión, la optimización estratégica del espacio físico y la diversificación inteligente de los servicios ya no pueden considerarse opciones secundarias; son la respuesta necesaria y obligatoria ante un consumidor que hoy exige un mayor nivel de cercanía, conocimiento técnico y coherencia de valores. Cada metro cuadrado gestionado con profesionalidad se convierte en un activo de confianza, y cada servicio añadido refuerza significativamente la lealtad de la clientela. El pet shop del futuro será, ahora más que nunca, un espacio vivo donde se fusionan el bienestar animal, el negocio eficiente y un propósito ético y educativo. CADA METRO CUADRADO CUENTA CUANDO TRANSMITE CONFIANZA, PROPÓSITO Y PASIÓN POR EL CUIDADO RESPONSABLE

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