8 veterinarios inscritos en la formación online y 21 participantes en la formación presencial. Asimismo, en lo que llevamos de año 2025, el programa GEKEC ha ofrecido formación en salud y bienestar de burros y mulas a más de 2.500 personas en todo el mundo”, comenta la directora de El Refugio del Burrito. En la formación, que combinó teoría y práctica de forma equilibrada, los veterinarios participaron, en grupos reducidos, en sesiones sobre temas relacionados con el examen clínico general y discusión de casos reales de animales que residen en el Refugio; cuidados del casco y cómo trabajar conjuntamente con el herrador; odontología aplicada al burro, abordando sus particularidades anatómicas; y comportamiento y manejo clínico, donde los profesionales pudieron aprender herramientas para realizar procedimientos clínicos como inyectar, levantar los cascos, hacer ecografías, etc., minimizando el estrés para el animal. “Se trata de sesiones muy participativas, que permiten una experiencia de aprendizaje directa y aplicada”. La creación del Proyecto Platero, cuyo objetivo primordial es reforzar la comprensión clínica del burro, promoviendo el intercambio de conocimiento y la mejora de la práctica clínica en todo el país, espera poder ayudar a crear un directorio de veterinarios formados y sensibilizados con las características del burro. Y que sirva de referencia para administraciones, asociaciones y particulares. “El objetivo final es que ningún burro se quede sin una atención adecuada por falta de conocimiento especializado”, apunta Barrio. Así, los veterinarios interesados pueden consultar y acceder a futuras formaciones o bien colaborar con el Proyecto Platero a través de la web, además de disponer de recursos gratuitos para veterinarios, “como el ebook ‘El Aliado Clínico del Burro, un manual útil y accesible sobre el manejo y cuidado clínico del burro, además de fichas informativas”. Colaboración educativa Porque el objetivo principal de todo esto es promover el bienestar del burro en España, tanto a nivel clínico como social, lo cual supone un gran reto, según nos comenta Barrio: “El principal reto es el desconocimiento. A nivel clínico todavía se subestima la complejidad del burro como paciente y, a nivel social, muchos propietarios desconocen los cuidados básicos que este animal necesita. Otro desafío social importante es el abandono y la omisión de cuidados, uno de los principales problemas que enfrentan los équidos en nuestro país”. Por ello, desde El Refugio del Burrito también trabajan de forma activa para mejorar las leyes que los protegen, impulsando la necesidad de un Real Decreto específico “que garantice la protección de todos los équidos, independientemente del uso que se les dé, ya sea recreativo, productivo, turístico o de compañía. Cada año organizamos el Foro de Bienestar Equino, un encuentro que reúne a expertos, asociaciones veterinarias y legisladores para debatir y avanzar en políticas públicas que refuercen el bienestar y la protección legal de burros, mulos y caballos en nuestro país”. A pesar de este arduo trabajo, desde la organización se siguen enfrentando a la falta de recursos especializados y a la necesidad de fortalecer la colaboración entre veterinarios, universidades y asociaciones. “Nuestro trabajo busca, precisamente, romper los mitos que rodean al burro y poner el conocimiento científico y la acción institucional al servicio de su bienestar”, concluye Barrio. Sobre todo, porque el conocimiento y la empatía son las herramientas más poderosas con las que se cuenta para mejorar la vida de estos équidos. “En el corazón de la misión de El Refugio del Burrito está el compromiso de mejorar la comprensión global sobre el bienestar de los burros. Con el respaldo científico de ‘The Donkey Sanctuary’, nuestra organización contribuye activamente a la investigación veterinaria, la educación y la práctica clínica mediante proyectos colaborativos y publicaciones revisadas por pares”. De ahí que el Proyecto Platero forme parte de un amplio compromiso, en colaboración con universidades veterinarias y profesionales del sector, que tiene como propósito primordial mantener a los veterinarios al día con los últimos avances científicos, además de fomentar una práctica clínica basada en la evidencia y el respeto hacia los animales. Para concluir, la directora de El Refugio del Burrito, remarca: “Seguiremos trabajando para que cada profesional tenga el apoyo y la formación que necesita para lograrlo. Y agradecer a todos la gran acogida de esta iniciativa por parte de la comunidad veterinaria y de todas las personas que comparten nuestra pasión por los burros”. “CUIDAR Y ENTENDER MEJOR AL BURRO NO SOLO ES UN DEBER ÉTICO, SINO UNA FORMA DE RECONOCER SU VALOR, SU INTELIGENCIA Y SU PAPEL”
RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=