77 registros que les permiten analizar la evolución de cada persona y ajustar los programas de forma individualizada. Preguntamos a Marín cómo imagina el devenir de los perros de ayuda social en España en los próximos cinco años. “Imaginamos un futuro en el que los perros de ayuda social formen parte, con normalidad, del día a día de las personas con discapacidad, sin tantas barreras ni desconocimiento. El nuevo marco legal de los perros de asistencia es un paso importante, pero lo que realmente marcará la diferencia será su aplicación real y la sensibilización social que lo acompañe. También la regularización de las intervenciones asistidas con animales”. De ahí que añore un sector más profesionalizado, con entidades que trabajen desde la calidad y el bienestar animal, y con un reconocimiento claro del valor que estos perros aportan. Y matiza: “También esperamos que su labor, tanto en la asistencia como en las intervenciones asistidas, llegue a más personas y pueda integrarse en distintos contextos, desde el hogar hasta los centros educativos o comunitarios”. Un mundo y una sociedad en la que el perro de asistencia y las intervenciones asistidas con perros dejen de ser algo excepcional y se conviertan en un apoyo cotidiano y accesible. Y, sobre todo, conseguir que, dentro de unos años, cuando se hable de perros de ayuda social, no sea como algo extraordinario, sino parte natural de los apoyos que mejoran la vida de las personas. “Desde Kuné seguiremos trabajando con rigor, empatía y compromiso para que cada perro y cada persona encuentren en esta relación una forma real de inclusión y bienestar compartido”, concluye.
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