40 Marta Sánchez (C.V. Trasmiera, Cantabria) Por otro lado, la medicina felina ha adquirido un peso creciente en el centro. “Hace un año cambiamos de localización, y ahora contamos con un área dedicada a la medicina felina, un laboratorio, y este año hemos introducido la radiografía dental, la cual nos ayuda a diagnosticar patologías que a simple vista no se ven”, explica Marta Sánchez. Respecto al concepto One Health, subraya su relevancia estratégica: la interconexión entre salud humana, animal y medioambiente es innegable. “Y pese a que cada vez hay más personas que reconocen la importancia de los veterinarios en la salud pública, es necesaria la involucración de las altas esferas para poder avanzar y ver materializado, de verdad, este enfoque multidisciplinar”, defiende. Asimismo, la aplicación de la nueva normativa de medicamentos veterinarios añade complejidad a la práctica clínica. La obligatoria prescripción de fármacos registrados específicamente para especie y patología limita la flexibilidad terapéutica. “Esto hace que sea más complicada la prescripción, ya que no todas las farmacias disponen de todos los medicamentos. Por lo que el propietario se ve obligado a hacer ‘la ruta de las farmacias’; sin hablar de los costes que tienen los medicamentos veterinarios”, lamenta. En el ámbito de la medicina preventiva, Marta Sánchez destaca la importancia de los análisis coprológicos seriados y de una desparasitación interna ajustada a las necesidades reales de cada animal. A ello suma un aspecto clave: la esterilización. “Previene muchas enfermedades como la piometra en hembras o la hiperplasia prostática en machos”, explica. El burnout continúa afectando de manera profunda a la profesión. “Lo principal es cuidar al que cuida”, señala, poniendo el foco en la carga emocional, el estrés y la falta de conciliación que caracterizan al sector. “Somos la profesión con mayor tasa de suicidios por la carga de estrés que conlleva”, advierte Marta Sánchez. A pesar de todo, su compromiso con esta disciplina no ha menguado. “Personalmente no me imagino dedicándome a otra cosa”, afirma. Y deja un consejo claro para quienes comienzan: “Que tengan presente que esto es una carrera de fondo, que nunca terminas de formarte. Es cansado y estresante, pero si es lo que gusta a uno: ¡adelante!”. “CONTAMOS CON UN ÁREA DEDICADA A LA MEDICINA FELINA: SALA DE ESPERA, CONSULTA Y HOSPITALIZACIÓN SEPARADA DE LA DE PERROS” Con una trayectoria marcada por la formación continua y la experiencia en distintas clínicas de Cantabria, hoy acumula ya seis años de trabajo en el Centro Veterinario Trasmiera, en Santoña. Marta Sánchez ha cursado un máster en medicina interna y urgencias y ha participado en numerosos cursos y congresos de actualización, reforzando así su perfil clínico. Desde esa perspectiva, sitúa claras prioridades para el sector: “Hay que apostar por la conciliación familiar, aunque es complicada con los horarios que tenemos, las urgencias, etc. Otra prioridad es el IVA, que está matando poco a poco esta profesión”. Resulta imprescindible el reconocimiento pleno de los veterinarios como profesionales sanitarios. “Esto incluye que se nos tenga en cuenta en situaciones epidemiológicas como por ejemplo en la Covid-19, durante la cual solo acudieron a nosotros para la cesión de materiales”, recuerda. El Centro Veterinario Trasmiera es una clínica generalista con un enfoque preventivo marcado. “Contamos con planes de salud personalizados para llevar un control preventivo adaptado a cada etapa de la vida de nuestros pacientes”. Una filosofía que se refleja también en su trato asistencial: “Tratamos a nuestros pacientes y a sus tutores de forma personalizada y dando el tiempo que necesitan, explicando detenidamente las afecciones, protocolos, tratamientos”.
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