26 cupación por el bienestar emocional de los animales, especialmente perros y gatos nerviosos o mayores, y un cambio cultural tras la crisis sanitaria de la Covid-19: las familias ahora buscan servicios más personalizados y humanos para nuestros amigos peludos”. Aparte de que la atención en el hogar permite al veterinario observar el entorno del animal, su comportamiento habitual o su convivencia, “lo que puede aportar información muy valiosa para el diagnóstico”. Para ello, centros como Nubika ayudan al crecimiento del modelo veterinario a domicilio al formar a profesionales especializados y adaptados a las nuevas demandas del sector. En este sentido, proporcionan formación práctica en asistencia y atención veterinaria en distintos entornos, “incluido el domicilio, además de fomentar valores como la empatía, la observación y el bienestar animal, que son esenciales en este modelo. Y, por último, preparamos a los alumnos para colaborar con veterinarios y emprender sus propios proyectos dentro de un mercado en expansión”, afirma. Porque lejos de ser una moda pasajera, la atención veterinaria a domicilio se está empezando a consolidar como una alternativa estructural dentro del sector. “Creo, sinceramente, que ambos pueden ser modelos que sumen. El servicio de veterinario a domicilio no sustituirá a las clínicas tradicionales, pero sí será un modelo complementario en expansión, especialmente en grandes ciudades y entre los profesionales que buscan ofrecer una atención más personalizada”. Modelos complementarios Por eso, según Gómez, los elementos principales para ofrecer un servicio veterinario de calidad fuera de la clínica deberían ser: disponer de un equipamiento portátil completo, que incluya instrumental básico, medicación, material de curas y diagnóstico; contar con un vehículo adaptado y bien organizado para atender este tipo de servicios, o la digitalización de sus servicios, indispensable cuando se trabaja de esta forma. “El profesional ha de tener protocolos claros de derivación a clínicas u hospitales para casos que requieran hospitalización o cirugía. Y, sobre todo, si ofreces este servicio necesitas una buena comunicación con el cliente, explicando qué se puede hacer en casa y qué no, para mantener la confianza y la seguridad del servicio”. Mientras tanto, en el ámbito rural persiste un problema significativo: la escasez de veterinarios. De hecho, la Federación Europea de Veterinarios advierte de que numerosas zonas carecen de profesionales debido a la ausencia de incentivos y a unas condiciones laborales poco atractivas. Esta carencia se ha convertido en el principal desafío al que se enfrenta actualmente la profesión veterinaria en las áreas rurales. “También tenemos que tener en cuenta que trabajan recorriendo largas distancias, con unas condiciones de trabajo exigentes y disponen de menor acceso a recursos tecnológicos o formativos. Falta relevo, pero no son prescindibles. Su papel es esencial, no solo para la salud del animal, sino también para la seguridad alimentaria y la salud pública”, concluye. Así, mientras el veterinario rural se enfrenta al reto del relevo generacional, el urbano encuentra en el domicilio un nuevo espacio de oportunidad. Como sugiere la serie Animal, esta nueva relación con los animales -más empática, más consciente, más cercana- no sea sólo una tendencia, sino una evolución natural de nuestra nueva manera de entender el bienestar animal. “EN EL ÁMBITO RURAL EXISTEN NUMEROSAS ZONAS QUE CARECEN DE PROFESIONALES DEBIDO A LA AUSENCIA DE INCENTIVOS Y A UNAS CONDICIONES LABORALES POCO ATRACTIVAS”
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