25 Para bien o para mal, la popular serie Animal ha supuesto un antes y un después, sobre todo para el sector de los profesionales veterinarios, más concretamente los veterinarios rurales. “Personalmente, creo que esta serie ha contribuido a revalorizar la figura del veterinario y a acercarla al gran público. Aunque es cierto que se centra en un veterinario rural, también transmite valores de vocación, cercanía y compromiso con los animales que definen, asimismo, al veterinario a domicilio urbano”, comenta Ana Gómez, veterinaria y docente del centro de formación veterinaria Nubika. De hecho, podemos decir que esta nueva figura que está emergiendo en las grandes ciudades españolas se ha movido “del campo al salón”, ya que la versión moderna del concepto de veterinario rural se ha transformado en el veterinario a domicilio. Un servicio cada vez más demandado para los animales de compañía que necesitan atención personalizada sin moverse de su hogar. “En los últimos años hemos detectado un aumento claro en la demanda de servicios veterinarios a domicilio. Principalmente debido a la búsqueda de una mayor comodidad y a la reducción del estrés que supone para los animales ser atendidos en su propio entorno. La pandemia también impulsó este tipo de atención, por lo que muchos clientes empezaron a valorar más las visitas en casa”, matiza. No en vano, esta apuesta por la cercanía tiene reflejo económico. Según datos de la consultora Mordor Intelligence, el mercado mundial de atención veterinaria móvil alcanzará los 1.063 millones de euros para 2030, con un crecimiento anual del 7,8 %. En España, se prevé un incremento aún más notable, con un aumento estimado entre el 15 % y el 25 % en las principales áreas urbanas. “Estamos hablando de un ritmo muy alto si lo comparamos con el crecimiento medio del sector veterinario en general”, apunta Gómez. “En mi opinión, esto viene a demostrar que hablamos de una tendencia consolidada y con un enorme potencial, sobre todo en entornos más urbanos”. Cifras que acompañan el crecimiento general del sector, puesto que, en 2023, las clínicas veterinarias españolas aumentaron sus ingresos un 8,3 %, con una facturación media de 363.667 euros por centro, según se desprende del informe Balance Centros Veterinarios 2023 de VMS. Todo lo cual viene a confirmar que no se trata de una moda puntual ni algo pasajero, sino una tendencia sostenida a nivel internacional. Este auge de la atención veterinaria a domicilio forma parte de un fenómeno más amplio, como es el mercado de servicios y productos para animales de compañía, que tanto en España como en Europa está en pleno crecimiento. “Cada vez más familias consideran a sus animales de compañía como miembros de pleno derecho del hogar, lo que ha impulsado el gasto en su bienestar y en todo lo relacionado con alimentación, salud, prevención, seguros y servicios personalizados”. Una transformación en la evolución del vínculo con los animales que está impactando en el mercado veterinario y fomentando la creación de nuevos modelos de atención más cercanos y empáticos, como el servicio a domicilio, a la vez que genera nuevas oportunidades de negocio más allá de la clínica veterinaria tradicional. Atención más humana y personalizada Porque la búsqueda del bienestar integral de los animales de compañía pasa, en los últimos tiempos, por ofrecerles una alimentación equilibrada, prevención de enfermedades, acompañamiento emocional y atención veterinaria de calidad. “Esto abre todo un ecosistema de oportunidades para emprendedores y profesionales del sector”, apunta Gómez. De ahí que los expertos consideren que el modelo de atención veterinaria a domicilio va a convertirse en una modalidad complementaria y no sustitutivo del mo- “EN LOS ÚLTIMOS AÑOS HEMOS DETECTADO UN AUMENTO CLARO EN LA DEMANDA DE SERVICIOS VETERINARIOS A DOMICILIO” delo tradicional de las clínicas. “Ambos formatos tienen necesidades diferentes y se complementan perfectamente. El domicilio es ideal para consultas preventivas, vacunaciones o revisiones, mientras que la clínica sigue siendo indispensable para otras consultas que requieren cirugías, hospitalización o un diagnóstico avanzado”, afirma la veterinaria y docente del centro Nubika. Por ello, teniendo en cuenta estas particularidades, se puede afirmar que el futuro pasa por una atención integrada, en la que el servicio a domicilio amplía las opciones del cliente sin sustituir la infraestructura clínica tradicional. Y aunque similares, ambas modalidades presentan diferencias. “La principal es que el veterinario rural se ha centrado históricamente en la atención de ganado y animales que se usaban para trabajo, recorriendo largas distancias para atender en explotaciones y granjas”. Mientras que el veterinario a domicilio urbano se orienta a animales de compañía, principalmente perros y gatos, y su objetivo es ofrecer una atención más humana, personalizada, cercana y adaptada al entorno del hogar. Eso sí, la realidad es que ambos comparten un mismo espíritu: la vocación de servicio y la cercanía con los clientes y los animales. Una tendencia, la del servicio veterinario a domicilio, que se centra en el bienestar animal, ya que supone un menor estrés para el animal, al ser atendido en su entorno habitual y una mayor comodidad para la familia, “lo que, según hemos comprobado muchos compañeros, mejora la adherencia a los tratamientos”, concluye. Porque fue a raíz de la pandemia cuando las personas que conviven con animales comenzaron a valorar mucho más la comodidad y la reducción del estrés que supone recibir atención en casa. De ahí que Gómez destaque tres factores principales en la decisión de los tutores de mascotas a la hora de contratar los servicios de un veterinario a domicilio. “Por ejemplo, el deseo de evitar desplazamientos y esperas innecesarias, la preo-
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