IM VETERINARIA #66

13 agotamiento emocional, ansiedad constante, pérdida de motivación, problemas de concentración, irritabilidad y una sensación continua de sobrecarga. Y, a largo plazo, estas situaciones pueden derivar en burnout, menor resiliencia, alteraciones del sueño y problemas físicos relacionados con el estrés, afectando directamente su capacidad para afrontar situaciones críticas y mantener un rendimiento adecuado con pacientes y clientes. El perfil de veterinario más afectado por problemas de salud mental Los veterinarios más propensos a sufrir problemas de salud mental suelen ser quienes se involucran emocionalmente de manera intensa, tienen gran empatía y una fuerte vocación, pero no cuentan con estrategias para poner límites emocionales o buscar apoyo cuando enfrentan situaciones difíciles, según Fioretti. Asimismo, añade que “también están más expuestos aquellos veterinarios que lidian de forma frecuente con casos complejos o procedimientos dolorosos, como la eutanasia, o quienes tienen poca experiencia manejando la presión emocional, ya que la intensidad del sufrimiento animal y la responsabilidad de tomar decisiones delicadas puede superar sus recursos personales para afrontarlo de manera saludable”. Lo que está claro es que cuidar la salud mental de los veterinarios es esencial, ya que su bienestar personal influye directamente en la calidad de su trabajo. “Mantener un equilibrio emocional les permite tomar decisiones clínicas acertadas, brindar una atención empática y constante a los pacientes, y manejar de manera eficaz la relación con los clientes”, apunta Fioretti. Además, remarca, reconocer la importancia del cuidado psicológico fortalece la resiliencia del equipo, fomenta un ambiente laboral más colaborativo y ayuda a prevenir el desgaste que puede derivar en estrés crónico o burnout, asegurando así una práctica profesional más responsable y segura. Las consecuencias La experta destaca que cuando la salud mental de los veterinarios se ve afectada, esto repercute directamente en los pacientes y sus familias. La sobrecarga emocional puede disminuir su capacidad de escucha, reducir la empatía, aumentar la probabilidad de errores y afectar la calidad de la atención. Como resultado, “las familias pueden vivir experiencias negativas, perder confianza en el equipo y los animales pueden recibir un cuidado menos óptimo”, afirma la directora de Personas y Organización de AniCura Iberia, y añade: “Esto demuestra que cuidar al profesional no es solo una necesidad personal, sino también esencial para ofrecer un servicio responsable y de calidad”. Contar con herramientas AniCura proporciona diversas herramientas y programas destinados a proteger la carga emocional de los veterinarios y fomentar un entorno laboral saludable. Entre estas iniciativas se incluyen programas de asistencia psicológica confidencial, formación específica en comunicación efectiva y gestión emocional, espacios de acompañamiento entre colegas y políticas que promueven el equilibrio entre la vida personal y profesional. Además, se ofrecen plataformas como WellWo, centrada en entrenamiento físico, nutrición y webinars de apoyo, y Headspace, especializada en meditación, manejo del estrés y concentración. “A su vez, el programa ‘Ayuda al Asociado’ complementa estas medidas ofreciendo hasta cinco sesiones gratuitas al año con psicólogos y orientadores profesionales, abordando desde el control de la presión personal hasta el acompañamiento en procesos de duelo”, declara Fioretti. “CUIDAR LA SALUD MENTAL DE LOS VETERINARIOS ES ESENCIAL, YA QUE SU BIENESTAR PERSONAL INFLUYE DIRECTAMENTE EN LA CALIDAD DE SU TRABAJO” Los beneficios de aplicar tales herramientas son muchos. “Aporta numerosos beneficios tanto para los profesionales como para el ambiente de trabajo. Ayuda a formar equipos más unidos, empáticos y resistentes frente al estrés, reduce la rotación de personal y el riesgo de ‘burnout’, contribuye a mejorar el clima laboral y a mantener la motivación a largo plazo”, expresa la profesional. Además, favorece relaciones más positivas con clientes y pacientes, mejora la capacidad de tomar decisiones bajo presión y refuerza la calidad de la atención que se brinda. Recomendaciones ante situaciones de estrés Para que los veterinarios puedan abordar situaciones complicadas, como procedimientos dolorosos o pacientes críticos, es esencial establecer límites emocionales saludables, buscar espacios de apoyo, invertir en autocuidado regular, formarse en comunicación eficaz y gestión emocional, y normalizar la búsqueda de ayuda profesional. Para Fioretti, estas prácticas no solo protegen la salud mental de los veterinarios, sino que también mejoran la calidad de atención y la capacidad de tomar decisiones bajo presión, asegurando un equilibrio entre bienestar personal y cuidado de los pacientes. “Mi experiencia me ha enseñado que hay algunos consejos que, si ponemos en práctica, pueden marcar la diferencia: no afrontar las situaciones difíciles en soledad, sino apoyarse en compañeros o en redes de confianza; poner límites emocionales claros, recordando que acompañar no implica cargar con todo el dolor; y dar prioridad al autocuidado personal, desde descansar adecuadamente hasta mantener espacios fuera del trabajo que permitan desconectar y recargar energía”, concluye al respecto Fioretti.

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