IM VETERINARIA #65 ANUARIO 2025

83 global de ‘One Health’ para prevenir y controlar la transmisión de patógenos en el interfaz humano-animal”. En la misma línea, “los progresos en seguridad alimentaria, nutrición y salud pública veterinaria han confirmado el papel crucial de los veterinarios como garantes de la salud de las personas y de la preservación del medioambiente”. Y concluye: “Estos avances perfilan una profesión en continua evolución, cada vez más interdisciplinar, innovadora y comprometida con los grandes retos científicos, sanitarios y sociales del siglo XXI”. Respecto a cómo influye el contexto económico y social en la actividad veterinaria en España, sintetiza un escenario de oportunidades y desafíos. Como apunta, “el mercado crece, aumenta la demanda y se abren vías de especialización”. Al mismo tiempo, “la competencia, las exigencias regulatorias y la necesidad de inversión tecnológica obligan a adaptar la operativa de los centros”. Ante este panorama, “la respuesta pasa por mejorar de forma continua la calidad y el valor de los servicios, gestionar con eficiencia los costes, impulsar la formación y la especialización, y mantener una vigilancia constante del entorno regulatorio y social”. Adaptación A día de hoy, según el profesional, el principal reto para los veterinarios en España es “adaptarse a un mercado en expansión cada vez más exigente, combinando innovación tecnológica, alta especialización y eficiencia operativa, sin renunciar a la calidad asistencial ni a la sostenibilidad económica”. Recuerda, además, el papel nuclear de la profesión en salud pública y sanidad animal: control de zoonosis, seguridad alimentaria, vigilancia epidemiológica, inspección y trazabilidad de alimentos de origen animal. “La estrategia global ‘One Health’ refuerza esta contribución al promover la colaboración entre profesionales de la salud frente a riesgos compartidos, como la resistencia a los antimicrobianos (RAM) y las emergencias sanitarias”, subraya. En el plano global, apunta que la veterinaria afronta desafíos de primera magnitud -cambio climático, RAM y seguridad alimentaria-, ante los que la profesión ya está respondiendo. “Los veterinarios contribuyen a la adaptación y mitigación de los efectos climáticos sobre la salud animal, promueven el uso responsable de antimicrobianos y participan en la vigilancia de patógenos resistentes, al tiempo que garantizan la seguridad, trazabilidad y sostenibilidad de los alimentos de origen animal dentro del enfoque ‘One Health’”, explica. Líneas de trabajo en 2025 A lo largo de este 2025, las líneas de trabajo o investigación que han tenido más peso en la agenda de la RACVE han sido: - Nutrición animal y sostenibilidad. Optimizar la alimentación animal, reducir el impacto ambiental y mejorar la eficiencia productiva. - Alternativas a los antimicrobianos / salud pública ligada a la producción animal. Mejora de la bioseguridad y manejo de la granja. Mejora del bienestar animal y las condiciones de cría para aumentar la resiliencia del animal frente a infecciones, lo que reduce la necesidad de antimicrobianos. - Innovación tecnológica en ganadería y producción animal. Contribuir al bienestar animal porque permite la supervisión constante sin intervención invasiva. Ayuda a la sostenibilidad al optimizar recursos (alimento, agua, energía) y reducir pérdidas. Ilustrar cómo la veterinaria se integra con la tecnología (IA, sensores, plataformas digitales) en el ámbito de la producción animal. - Bienestar animal, salud pública y Una Sola Salud (‘One Health’). Interés por el cambio climático, la producción animal, las zoonosis y el enfoque One Health, destacando la cooperación entre veterinarios, médicos y otros profesionales de la salud, la vigilancia epidemiológica, la seguridad alimentaria, la prevención de las RAM y la promoción del bienestar animal como elementos interconectados para proteger la salud global. - Historia, especialización y visibilidad de la profesión veterinaria. La veterinaria tiene raíces muy antiguas, vinculadas a la necesidad humana de cuidar a los animales de trabajo, de compañía y de consumo. La profesión ha evolucionado desde un trabajo ligado al cuidado básico de animales hasta una disciplina altamente especializada y socialmente relevante, aunque su reconocimiento público todavía no refleja toda su importancia. Sobre las preferencias profesionales, observa que la mayoría de los jóvenes se orienta hacia la clínica de pequeños animales, mientras que áreas menos visibles -producción animal, salud pública o investigación- concitan menor interés. “Influyen la vocación por las mascotas, la percepción de empleo más accesible en clínica y la menor visibilidad de otras especializaciones”, señala. Para aumentar el interés en estas áreas, “sería necesario mejorar su visibilidad, mostrar claramente las salidas profesionales y destacar su relevancia social y científica”. Próximos años La RACVE fijará para el 2026 una agenda centrada en reforzar su papel científico, académico y social. Las prioridades pasan por intensificar la actividad investigadora y formativa; impulsar la colaboración, dentro y fuera de España, con otras academias, universidades y organismos científicos; acelerar la digitalización y la innovación tecnológica para optimizar la gestión y ampliar el acceso a publicaciones, conferencias y recursos en línea; y fortalecer la divulgación y la educación pública para acercar las ciencias veterinarias a la ciudadanía y consolidar la imagen de la profesión como garante de la

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