IM VETERINARIA #65 ANUARIO 2025

79 por una iniciativa difícil de comprender al principio por su gran diversidad”. Asimismo, añade que “ha sido un periodo de aprendizaje compartido”. Desafíos a corto y medio plazo Como explica Pérez Gil, el reto prioritario es “desarrollar una estructura de trabajo que amplíe la capacidad de acción mediante una participación más activa de todas las entidades miembro”. Para avanzar en la incorporación del enfoque One Health en las políticas públicas, señala que “es imprescindible interactuar con múltiples niveles de la Administración -estatal, autonómico y local-, con competencias clave en las tres dimensiones de ‘One Health’”. Apunta, además, la necesidad de “desplegar el Plan Estratégico en divulgación y formación para dar a conocer mejor esta visión ambiciosa del cuidado de la salud”. Para Schwarz, la prioridad pasa por “influir todo lo posible en los decisores políticos para que las normativas vigentes se adapten con prontitud, facilitando colaboraciones entre ministerios y entre distintos niveles de la administración pública”. A corto plazo, añade, conviene “aumentar la presencia en iniciativas profesionales y sociales que permitan trasladar la necesidad de adaptar nuestro modo de vida y de trabajo para reducir el impacto ambiental de la actividad”. Y remarca que “queremos colaborar -o, al menos, ofrecer colaboración- a las administraciones públicas para actuar como motor del cambio hacia una mejor salud poblacional”. Estos objetivos se recogen en el Plan Estratégico 2024–2027 de la Plataforma, que fija como líneas de trabajo: ser referente nacional en el enfoque One Health; colaborar con otros agentes en estrategias que integren salud humana, salud animal y salud ambiental; y dar visibilidad a este abordaje mediante acciones de comunicación, difusión y formación dirigidas a profesionales, comunidad educativa y ciudadanía. Hitos Sin embargo, advierte Pérez Gil, “por desgracia seguimos lejos de ver mencionado ‘One Health’ de forma explícita en las políticas públicas y en las actuaciones para mejorar la salud de la población, en España y fuera de ella”. Y prosigue: “Aunque es cierto que quizá seamos más conscientes que nunca del desafío que supone una atención integral a la salud”. No obstante, considera que este año “hemos escuchado con mayor frecuencia el avance de la gripe aviar y su potencial como amenaza zoonósica; hemos sufrido danas e inundaciones sin precedentes; el impacto sanitario del cambio climático empieza a percibirse de manera generalizada; y hemos conocido la detección de mosquitos vectores en Islandia, asociados a las temperatura récord. Todo ello está generando un terreno abonado para aplicar el concepto ‘One Health’ a todos los niveles”. Una visión que comparte Schwarz. “Los cambios en la percepción social son lentos y las creencias adquiridas, difíciles de modificar”, considera, y añade: “Las grandes catástrofes y la información contrastada, procedente de fuentes fiables, resultan decisivas para acelerar esa toma de conciencia”. La importancia de integrar el concepto Pese a la importancia del One Health, “todavía estamos lejos de que el enfoque integrado, preventivo y multidisciplinar que preconiza sea entendido y asumido”, señala Pérez Gil, y añade que “empieza a mencionarse de forma dispersa en distintos ámbitos e incluso se perciben intentos de capitalizar el concepto como si fuera una ‘marca’ de innovación, en la línea del ‘greenwashing’ o, en su día, de la etiqueta ‘bio’”. Por ello, subraya Pérez Gil que “es especialmente importante redoblar esfuerzos de difusión y explicación de esta PÉREZ GIL: “NECESITAMOS ESTRUCTURAS COOPERATIVAS Y MENOS BUROCRACIA PARA LLEVAR EL ‘ONE HEALTH’ DE LA TEORÍA A LA POLÍTICA PÚBLICA” visión integrada y preventiva del cuidado de la salud, en lo que la Plataforma One Health está firmemente comprometida, así como detectar y desactivar cualquier intento de banalizar el concepto por intereses espurios”. En este sentido, Schwarz recuerda que “la implicación de las autoridades políticas es determinante”. A su juicio, “los objetivos europeos de adaptación al cambio climático y de desarrollo sostenible empiezan a notarse en cambios urbanos vinculados a movilidad y resiliencia al calor”. Y añade que “queda por vencer ciertas resistencias sociales, para lo cual es imprescindible un mayor esfuerzo de comunicación y razonamiento basado en la evidencia, evitando utilizar este planteamiento de forma ideológica”. Barreras y palancas para la colaboración interprofesional Actualmente persisten dos ámbitos prioritarios de cambio. “En primer lugar, el educativo: necesitamos complementar la formación de futuros veterinarios, médicos, biólogos, etc., con contenidos y prácticas realmente multidisciplinares. Hace falta un lenguaje común, más colaboración y menos competencia; los colegios profesionales deben evolucionar”, valora Pérez Gil. En cuanto al segundo aspecto, “requerimos más foros de encuentro allí donde se monitoriza y se cuida la salud. Corresponde a los gestores públicos -nacionales, autonómicos y locales- promover y facilitar equipos multidisciplinares”. Coincide Schwarz al señalar que “la formación y el ejercicio profesional, así como las propias normativas, se han diseñado históricamente como compartimentos estancos”. Reconoce que “modificar planes de estudio o coordinar a varios ministerios en una misma cuestión es complejo”, pero puntualiza que “la necesidad empieza a abrirse paso, tanto desde organismos internacionales como la OMS como desde los propios profesionales de todas las disciplinas”.

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