60 ANUARIO 2025 Cambio climático y áreas de especialización veterinaria ¿Cómo el cambio climático puede afectar a la sanidad animal y a las áreas de especialización veterinaria? Esta es la pregunta que le lanzamos a la Dra. Lorente Méndez. “El cambio climático está teniendo un impacto directo en la sanidad animal, modificando la distribución de vectores, favoreciendo la aparición de nuevas enfermedades emergentes y alterando los ecosistemas en los que conviven animales domésticos, fauna silvestre y humanos. Estas transformaciones requieren una vigilancia sanitaria más especializada y multidisciplinar. Cada área de especialización veterinaria se ve afectada de forma distinta: los diplomados pueden desempeñar un papel clave en la detección temprana, diagnóstico y control de enfermedades relacionadas con el cambio climático. Su conocimiento técnico y su capacidad de análisis permiten anticipar riesgos y proponer medidas preventivas eficaces. El veterinario diplomado aporta ciencia, criterio y una visión global que lo sitúan en el centro del enfoque ‘One Health’, donde la salud animal, humana y ambiental están estrechamente interconectadas. Desde AVEDE, apoyamos ese papel activo del especialista como agente de conocimiento, prevención y educación, imprescindible para mitigar los efectos del cambio climático sobre la salud global”. “AÚN FALTA LA DEFINICIÓN LEGAL DEL TÉRMINO ‘ESPECIALISTA’, ALGO ESENCIAL PARA CONSOLIDAR LA ESPECIALIZACIÓN” Excelencia compartida Hace hincapié en que la excelencia veterinaria no se construye de forma individual, sino a través de la colaboración entre todos los profesionales. Los veterinarios generalistas asumen la responsabilidad de atender la prevención, el diagnóstico y el tratamiento integral de los animales. Los veterinarios con formación avanzada en una disciplina apoyan a sus compañeros en el día a día de las clínicas. Y los especialistas diplomados se encargan de los casos más complejos, dirigen equipos, imparten docencia y ofrecen formación continuada y programas de residencia para las nuevas generaciones. “La fuerza de nuestra profesión está precisamente en esa excelencia compartida, en reconocer el valor del otro y en trabajar de forma coordinada para ofrecer la mejor atención posible a los animales y a sus propietarios”, concluye. Ser diplomado no debe verse como una meta idealizada, sino como una decisión profesional firme, que exige esfuerzo, compromiso y constancia. En los grandes hospitales y grupos veterinarios se aprecia un interés creciente por integrar diplomados en puestos de responsabilidad, aunque, “en ocasiones, estas figuras quedan relegadas por no ir acompañadas de una estructura salarial y de reconocimiento acorde a su nivel de formación y responsabilidad”. Por ello, asevera que “consolidar un marco laboral adecuado es esencial para que la especialización pueda desarrollarse plenamente en beneficio de todo el sector”. Asegura que “la visibilidad del especialista diplomado está aumentando”, pero debe reforzarse para que generalistas y propietarios comprendan su papel. La especialización suma, no sustituye. Reflexiona que “el diplomado aporta conocimiento avanzado, seguridad y apoyo, y tiene además la responsabilidad de compartir experiencia, formar a colegas y contribuir al progreso científico de la profesión”. Desde AVEDE promueven precisamente esa cultura de colaboración, porque “la excelencia se construye entre todos”.
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