IM VETERINARIA #65 ANUARIO 2025

15 NÚMERO DE HOGARES EUROPEOS CON MASCOTA MILLONES Fuente: Fediaf Elaboración: IM Veterinaria portines bien explicados, revisión anual que no se negocia y, sobre todo, una narrativa que sitúe la prevención como el mejor antídoto contra la enfermedad silenciosa. Con casi seis millones de felinos, el potencial está ahí y no depende de que cambie el ciclo económico. El mercado español también esconde aficiones que han ido saliendo de nicho. España figura entre los países europeos con mayor tenencia de reptiles y mantiene una comunidad viva de amantes de la acuariofilia. Para la clínica, el titular no es “moda”, sino “especialización”. Estos tutores demandan asesoramiento sobre alojamiento, iluminación, temperatura, nutrición y fisiología que no se improvisa. La clave no es querer tratarlo todo, sino saber qué se puede hacer bien dentro de casa y qué conviene derivar a un centro de referencia. Lo que marca la diferencia, otra vez, es la experiencia: una acogida sin prisas, un protocolo claro y la sensación, desde el primer contacto, de que el equipo sabe de lo que habla. Un sector amplio Si levantamos la vista del mostrador y nos asomamos a la fábrica, el cuadro es de concentración con resiliencia. En 2024 operaban en España algo más de 700 empresas en el paraguas de alimentación animal y el empleo en el sector rozaba las 15.600 personas. Son menos compañías que hace una década, pero con más integración vertical, más eficiencia y más capacidad exportadora. El número agregado de “alimentación animal” -que incluye piensos para ganadería y no conviene confundir con el pet food- retrocedió respecto a 2023, pero no quebró la tendencia a profesionalizar la cadena ni la apuesta por la calidad y la seguridad alimentaria. En el terreno estrictamente de mascotas, la facturación de la industria de alimentos ha seguido una senda de crecimiento con matices: más premiumización, más segmentación por etapa de vida o condición y más tensión entre el valor añadido y la sensibilidad al precio del consumidor. El mercado español conoce bien los apellidos de siempre. Fabricantes con fuerte inversión en marca y portafolios que combinan gamas de mantenimiento con dietas veterinarias son hoy socios casi naturales de la clínica. La competencia del online empuja a todos a preguntarse dónde está el valor y la respuesta regresa a la consulta. No se trata solo de recomendar una dieta, sino de insertarla en un plan. Un tutor que entiende por qué cambiamos a una proteína concreta, con qué objetivo lo hacemos y cómo vamos a medir si funciona, compra menos al azar y adhiere más. Y cuando el tratamiento exige una dieta terapéutica, la credibilidad de quien prescribe y el seguimiento que ofrece son la barrera más sólida frente a la pura comparación de precios. El mapa comercial: Francia entra, Portugal sale La geografía del pet food en España tiene rutas muy definidas. Francia es el gran origen de nuestras importaciones de alimentos para perros y gatos acondicionados para la venta al por menor, tanto por valor como por volumen. Al otro lado de la balanza, Portugal se confirma como primer destino de las exportaciones españolas, seguido de mercados vecinos como Francia e Italia. La proximidad importa, y mucho. Menos kilómetros significan mejor frescura, menos roturas de stock y respuestas más ágiles cuando un clínico necesita un formato concreto. En la práctica, esa “frontera corta” abre el juego a fórmulas como el stock descentralizado, la logística colaborativa y las alianzas para rotar mejor surtidos técnicos que no siempre admiten grandes almacenes. Con los datos sobre la mesa, la pregunta es obvia: ¿qué podemos hacer mañana distinto? En perro, la prioridad pasa por blindar la medicina preventiva con protocolos sencillos y consistentes, reforzar la conversación sobre dolor -ese que algún tutor normaliza- y sostener la salud oral y dermatológica con calendarios claros. En gato, el cambio empieza antes de abrir la historia clínica: cómo cito, cómo recibo, cómo reduzco estímulos, cómo explico que una analítica a tiempo no es una “prueba” sino una inversión en tranquilidad. En exóticos, el criterio manda: aquello que la clínica no puede hacer con la calidad que merece el animal se deriva, y se deriva bien, con guías de comunicación entre centros que piensan, por encima de todo, en el paciente. Todo eso, trenzado con una narrativa común que no apela al miedo, sino a la responsabilidad compartida. 2024 nos recordó algo que conviene no olvidar: el consumidor compara, pondera y a veces pospone. La elasticidad del bolsillo, sin embargo, no está reñida con el valor. Cuando el tutor percibe que hay un plan, que no paga por “cosas sueltas” sino por un proceso que mejora la calidad de vida del animal, la conversación se relaja. En ese terreno, las clínicas que combinan servicio y producto con inteligencia -control de peso con dieta específica y revisiones pautadas, salud dental con limpiezas programadas y material didáctico que se entiende- obtienen mejores tasas de adherencia. La diferencia, otra vez, no está en el qué, sino en el cómo. 2024 2023 2022 2021 2020 2019 85 88 90 91 166 139

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