84 En concreto, la OCV subraya que la vacunación es imprescindible para que exista lo que se conoce como ‘inmunidad de rebaño’. Para ello, “deben estar vacunados más del 70 % de los perros en una misma zona”. Es por eso que se puede realizar en cualquier centro veterinario y debe contemplarse como una actuación básica de prevención y de salud pública. En España, la vacunación antirrábica canina es obligatoria en todas las comunidades autónomas, salvo en Galicia, donde la OCV viene reclamando un cambio al respecto, como se ha hecho en otras regiones: la de País Vasco, Asturias y Cataluña, donde es de reciente aplicación. Además de los programas de vacunación antirrábica, la Organización señala que es fundamental el papel de los veterinarios en la divulgación de qué puede hacer una persona ante una mordedura o un arañazo de un animal potencialmente rabioso, y cuáles son las obligaciones de los propietarios de animales de compañía. Así, si un perro tiene rabia y muerde a alguien Se debe notificar inmediatamente a los organismos oficiales para que se encarguen de dar parte y del control del animal, puesto que no existe tratamiento actualmente para esta enfermedad. En España existe un protocolo de actuación frente a las mordeduras o agresiones de animales domésticos, con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio hacia otros animales y personas. Se hace un estudio sobre el caso, se realiza una evaluación inicial y se mantiene en observación al animal durante un periodo de 15 días, fundamental para asegurar que el mamífero no era infectivo en el momento de la agresión, aún si no presentara síntomas de rabia en perros. Después, si el animal ha dado positivo, se realiza un periodo de investigación epidemiológico de 20 días. España, libre de rabia desde hace 40 años Como hemos mencionado anteriormente, la rabia es una enfermedad infecciosa causada por virus de la familia Rhabdoviridae, que afecta al sistema nervioso central y que, si no se diagnostica a tiempo, es letal casi en el 100 % de los casos una vez se desarrollan los síntomas (ardor, dolor, convulsiones, fiebre, espasmos musculares, pérdida de sensibilidad, hiperactividad…). Se transmite de animales (mamíferos, especialmente perros) a humanos, pero es importante saber que en ningún caso hay transmisión entre personas. Tal y como recalca Juan Echevarría, del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), España lleva libre de rabia desde hace más de 40 años, desde 1978. Los casos humanos son muy esporádicos y solo se han dado por la importación de la enfermedad. Desde que la rabia se eliminó de España se han declarado tres casos importados de rabia humana en Ceuta (2004), Comunidad de Madrid (2014) y País Vasco (2019). El primero de ellos fue un turista austríaco y los otros dos, ciudadanos marroquíes, y todos se infectaron en Marruecos. Pese a que la enfermedad es letal, una vez surgidos los síntomas, Echevarría también hace hincapié en que la rabia es prevenible mediante tratamiento con vacuna e inmunoglobulina, con total efectividad en el 100 % de los casos si se administra en los días inmediatos a la mordedura del animal. Por ello, “hay que acudir al médico siempre que se es mordido por un animal”, recuerda el investigador, “para que evalúe el riesgo y prescriba el tratamiento preventivo, si procede”. La duración media del período de incubación está en torno a las cuatro- ocho semanas, pero es muy variable y puede, por tanto, ser más corta, como prolongarse hasta incluso más de un año tras la mordedura. El investigador del ISCIII señala algunas recomendaciones generales: “Hay que vacunar siempre a las mascotas, no comprar animales mediante canales no autorizados y si se viaja a países en los que la enfermedad es endémica, seguir las recomendaciones sanitarias, así como las del veterinario si lo hacemos acompañados de nuestras mascotas”. El caso particular de los murciélagos Además de perros, gatos y otras mascotas, la rabia también puede ser transmitida por los murciélagos, pero este es un caso diferente: “En Europa, la infección en murciélagos se produce por otros virus relacionados pero diferentes al virus de la rabia, por lo que la problemática es totalmente distinta, ya que estos virus se transmiten con mayor dificultad a otros mamíferos, incluidos los humanos y en ningún caso suponen una amenaza de reintroducción de la rabia canina”, expone al respecto el investigador del Centro Nacional de Microbiología del Instituto de Salud Carlos III. Sin embargo, hay que estar advertidos de que el contagio por mordedura de murciélago es posible: “Debemos prevenirlo evitando el contacto con ellos, que, por otra parte, suelen ser accesibles a las personas sólo cuando están enfermos y, por tanto, existe el riesgo de que puedan tener rabia”. Si por accidente (los murciélagos no atacan) resultamos mordidos, hay que ir al médico, igual que cuando se trata de la mordedura de un perro u otra mascota o animal salvaje. Cabe recordar que la presencia de colonias de murciélagos en nuestro entorno “no solo no supone ningún problema sanitario, sino que nos aseLA VACUNACIÓN ANTIRRÁBICA CANINA ES OBLIGATORIA EN TODAS LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS ESPAÑOLAS, SALVO EN GALICIA
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