IM VETERINARIA #64

15 Pequeños detalles que construyen grandes lealtades A veces, construir una relación a largo plazo no requiere grandes inversiones ni estrategias complicadas. A menudo, lo que fideliza a un cliente es la percepción de ser reconocido y valorado. Algunos ejemplos sencillos pero potentes: • Recordar el nombre de la mascota y llamarla por el mismo. • Preguntar por cómo va la alergia que se mencionó hace meses. • Felicitar al tutor por el cumpleaños del animal (sí, muchos lo celebran). • Enviar un mensaje de seguimiento o realizar una llamada después de una cirugía o tratamiento. • Mostrar interés por la vida fuera de la clínica (¿cómo va ese nuevo gatito que adoptaron?). Parece sencillo y seguramente muchas de las clínicas lo hacen, pero ¿lo hace todo el equipo? ¿Se construye esta relación a largo plazo de forma conjunta? Estos gestos generan un efecto emocional poderoso: el tutor siente pertenencia. Ya no es solo un cliente; es parte de algo más. Gestionar los momentos difíciles: clave para la confianza En la vida de un animal, como en la de cualquier ser vivo, habrá momentos complicados: enfermedades graves, decisiones difíciles, despedidas inevitables. La forma en que una clínica maneja esos momentos puede marcar la diferencia entre perder un cliente o ganarlo para siempre. ¿Qué implica una buena gestión emocional? Dar espacio a la tristeza y no apresurar procesos. Mostrar disponibilidad más allá del horario comercial si es necesario. Permitir despedidas íntimas y respetuosas. Ofrecer seguimiento tras el duelo (una llamada, un correo, una tarjeta). Quien se siente acompañado en el dolor, no lo olvida. Y muy probablemente regresará cuando llegue un nuevo animal a su vida. El equipo como espejo del vínculo Como mencionaba, la construcción de relaciones duraderas no depende solo del veterinario principal, sino de todo el equipo clínico. Recepcionistas, auxiliares, técnicos, etc., cada miembro del equipo tiene un papel crucial en la percepción que el cliente construye sobre la clínica. Por ello, es fundamental que todo el equipo: • Comparta valores comunes. • Tenga formación básica en atención al cliente y gestión emocional. • Mantenga coherencia en el trato y en la comunicación. • Se comunique entre sí y comparta información de los clientes. Una clínica donde cada integrante refuerza el mensaje de estamos aquí para ti y tu mascota, es una clínica donde la relación crece sola. Crear comunidad: más allá de la consulta Otro elemento indispensable para consolidar una relación a largo plazo es la creación de comunidad. Las clínicas que organizan: • Jornadas educativas. • Grupos de socialización de cachorros. • Actividades solidarias. • Campañas de concienciación. …no solo ofrecen servicios, sino que construyen cultura y conexión. Y en esa cultura, el tutor se siente parte de algo más grande, con propósito, con valores, con sentido. Esto va mucho más allá del marketing. Es una forma de sembrar relaciones duraderas basadas en valores compartidos. Sí, podemos construir algo con nuestros clientes en las clínicas veterinarias a largo plazo. Pero no es un resultado automático: es una construcción paciente, humana y estratégica. Implica ver al cliente no como un comprador puntual, sino como un aliado. Implica ver cada visita no como una transacción, sino como un capítulo más de una historia común. Implica reconocer al animal no solo como paciente, sino como parte de una red afectiva que merece ser comprendida. Las clínicas que entienden esto no solo logran fidelizar clientes. Se convierten en referentes, en espacios de confianza, en verdaderos hogares de cuidado veterinario. ¿Estás preparado para construir algo grande? LA CONSTRUCCIÓN DE RELACIONES DURADERAS NO DEPENDE SOLO DEL VETERINARIO PRINCIPAL, SINO DE TODO EL EQUIPO CLÍNICO

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