IM VETERINARIA #63

8 con el área sanitaria o educativa. “Tenemos psicólogas, logopedas, y terapeutas ocupacionales. En mi caso, yo soy técnico en intervenciones asistidas con animales, instructora de perros de asistencia, psicóloga y profe de primaria, aunque de eso último no ejerzo”. Y si bien la mayoría de las sesiones terapéuticas desde la clínica se llevan a cabo con perros, también realizan intervenciones asistidas con gatos. Algo que no deja de sorprender teniendo en cuenta el carácter y la idiosincrasia de los felinos. “En nuestro caso, las sesiones con gatos se llevan a cabo exclusivamente en el gabinete, ya que nuestros felinos no son del tipo de raza que llevan bien los cambios. Si bien existen otras entidades que sí que cuentan con razas de gatos específicas que no tienen problemas con los cambios de ambiente o con personas nuevas, como los Maine Coon o los Rag doll, no es nuestro caso. Nuestros gatos, Nemo y Botón, son gatos recogidos de un contenedor cuando eran todavía bebes lactantes, y no gestionan bien los cambios de entorno, por lo que ellos solamente ‘trabajan’ en nuestro gabinete”, destaca la terapeuta. Por lo general, ambos gatos suelen ayudar con trabajos de calma, relajación y autocontrol, especialmente en niños muy movidos, “ya que, si quieres interactuar con ellos, tienes que estar tranquilo, pues si te mueves mucho o les persigues, los gatos se esconden. Por otro lado, también nos acompañan en las sesiones individuales de adultos y tienen un efecto muy relajante en los usuarios”. Pero, sin duda, lo más sorprendente es que desde el centro Terapia Con. tacto también llevan a cabo terapias con caballos. “Las ventajas del trabajo con caballos son similares al trabajo con perros, puesto que los equinos son motivadores y facilitadores de muchas situación, sentimientos y emociones según las dinámicas que planteemos. Con la diferencia de que los caballos, aun siendo animales mucho más grandes, son presas. Los perros y los gatos son depredadores, pero los caballos, al ser presas, su psicología y su conducta van a ser muy diferentes, por lo que nos van a permitir crear dinámicas completamente distintas y con matices totalmente contrarios”. Por lo que existen dos tipos de trabajo. El denominado “pie a tierra”, en el que se trabaja sin necesidad de montarse en el caballo, y la monta. “El trabajo de monta tiene, además, numerosos beneficios físicos y rehabilitadores, pero realmente ese no es mi campo, y cuando trabajamos buscando ese tipo de objetivos o beneficios, siempre lo hacemos en colaboración con un fisioterapeuta”, concluye. “EN LAS SESIONES INDIVIDUALES, LO QUE MÁS NOTAMOS ES EL CLIMA CERCANO QUE GENERAN LOS ANIMALES DESDE EL PRIMER MOMENTO” Gofre Bico

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