25 “LA IA DEBERÍA APOYAR A LOS VETERINARIOS EN LUGAR DE REEMPLAZARLOS, PRESERVANDO EL TOQUE HUMANO ESENCIAL EN EL CUIDADO DE LOS ANIMALES” fines de investigación. “Esta declaración implica que cualquier información identificable del paciente podría estar en riesgo. Por lo tanto, son necesarias medidas de ciberseguridad sólidas para proteger la privacidad del paciente y garantizar el cumplimiento de las normas legales en los entornos médico”, advierte la especialista. Al analizar datos clínicos mediante un chatbot de IA, se sugiere cargar conjuntos de datos anónimos. Alternativamente, se recomienda considerar instalaciones locales de LLM de código abierto y de uso gratuito para investigación, como Llama 3 o Gemma (Google), para una mayor seguridad. Otra cuestión que aborda la veterinaria en el artículo es la regulación de esta tecnología por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. Si bien la FDA ha aprobado 882 dispositivos médicos humanos habilitados con IA y aprendizaje automático, principalmente en radiología (76,1 %), seguido de cardiología (10,2 %) y neurología (3,6 %), la medicina veterinaria carece de requisitos específicos previos a la comercialización para herramientas de IA. Los productos veterinarios habilitados con IA y ML actualmente abarcan desde aplicaciones de dictado y toma de notas, hasta software de gestión y comunicación, servicio de radiología y quimioterapia personalizada, por nombrar algunos. Estos productos pueden tener o no validación científica y, por ende, ser utilizados por veterinarios a pesar de la falta de consentimiento o comprensión total de los clientes. “En medicina veterinaria, la ausencia de supervisión regulatoria, especialmente en imágenes de diagnóstico, exige consideraciones éticas y legales para garantizar la seguridad del paciente en los Estados Unidos y Canadá”, reflexiona el artículo. No en vano, “las herramientas LLM como ChatGPT plantean desafíos regulatorios específicos, como la privacidad de los datos del paciente, la responsabilidad por mala praxis médica y el consentimiento informado”. El monitoreo y la validación continuos son la clave, ya que estos modelos aprenden y se actualizan continuamente después del lanzamiento. A la fecha, la FDA no ha autorizado ningún dispositivo médico que use genAI o LLM. Un diálogo en curso En la Conferencia de IA responsable para la atención médica social y ética (RAISE) de 2023 celebrada por el Departamento de Informática Biomédica de la Facultad de Medicina de Harvard, se destacaron varios principios sobre la aplicación juiciosa de la IA en la atención médica humana. Estos principios, en opinión de Candice P. Chu, podrían adaptarse de manera efectiva a la medicina veterinaria. En sus palabras, “la integración de la IA en las prácticas veterinarias debería amplificar los beneficios para el bienestar animal, mejorar los resultados clínicos, ampliar el acceso a los servicios veterinarios y enriquecer la experiencia del animal y sus familias”. Con las mismas, considera que “la IA debería apoyar a los veterinarios en lugar de reemplazarlos, preservando el toque humano esencial en el cuidado de los animales”. “El uso transparente y ético de los datos de los pacientes es primordial, y se deben promover mecanismos de exclusión voluntaria en los procesos de recopilación de datos, al tiempo que se salvaguarda la confidencialidad del cliente. Las herramientas de IA en el campo veterinario deben concebirse como complementos de la experiencia clínica, con un potencial para que su papel se desarrolle progresivamente, sujeto a una supervisión estricta”, agrega. En conclusión, la investigadora subraya el potencial transformador de ChatGPT en los dominios clínicos, educativos y de investigación dentro de la medicina veterinaria. Pero en este marco, “el diálogo continuo, la conciencia de las limitaciones y la supervisión regulatoria son cruciales para garantizar que la IA generativa mejore la atención clínica, los estándares educativos y la ética académica en lugar de comprometerlos. Al adoptar una adopción responsable, los profesionales veterinarios pueden aprovechar todo el potencial de ChatGPT para lograr el próximo cambio de paradigma en la medicina veterinaria”.
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