IM VETERINARIA #62

12 tunidades laborales que reconozcan su cualificación, su experiencia y el enorme esfuerzo invertido en alcanzar este nivel de formación”. La escasez de estructuras que integren a los especialistas, sobre todo en el ámbito público, genera una fuga de talento en un contexto profesional marcado por bajos sueldos y escaso reconocimiento institucional. “Estamos entre las profesiones peor remuneradas y con mayores índices de agotamiento profesional, depresión y abandono”, destaca. La doctora pone el foco en la falta de respaldo normativo para los especialistas, ya que “existe una brecha importante entre la formación especializada y su reconocimiento oficial”. Hoy en día, no hay un marco gubernamental en España que equipare las especialidades veterinarias con las de otras profesiones sanitarias, lo cual limita el acceso de los diplomados a estructuras públicas, órganos técnicos o puestos de responsabilidad. Desde AVEDE, consideran que “esta situación debe cambiar”, y proponen que “el Ministerio de Sanidad asumiera la aprobación de las especialidades veterinarias, como ya ocurre en otros países europeos”. Mejorar la integración y la visibilidad La presidenta de AVEDE propone varias medidas para integrar a los diplomados de manera efectiva en el sistema veterinario español. Entre ellas, destaca la necesidad de “fomentar la colaboración efectiva entre clínicos generalistas y especialistas”, promoviendo “circuitos de derivación” y “espacios compartidos de formación continua”. A su vez, hace hincapié en la importancia de “impulsar el reconocimiento académico y curricular de los diplomados en universidades”. Una de las medidas más urgentes es el “reconocimiento oficial de las especialidades veterinarias en España”, lo que permitiría a los diplomados integrarse formalmente en estructuras públicas y ocupar roles clave en el sector. Ante esta realidad, hace énfasis en la necesidad de que “se establezca un marco normativo que regule la integración de estos profesionales en estructuras públicas, tanto en la universidad como en la administración o en hospitales y centros sanitarios”. La asociación impulsa el diálogo con las instituciones, apoyando la formación especializada y construyendo una red sólida de especialistas que permita que “su labor no solo se reconozca, sino que se integre de forma activa y estable en el sistema”. AVEDE también trabaja para aumentar la visibilidad de los diplomados dentro de la sociedad y el sector. “Desde AVEDE creemos firmemente que dar a conocer el valor y el papel de los especialistas diplomados no solo es necesario, sino también una responsabilidad”, sostiene. La asociación está llevando a cabo una campaña de visibilización a través de material formativo y colaboraciones. Del mismo modo, están centrando sus esfuerzos en mejorar su presencia digital, con el objetivo de dar mayor visibilidad al trabajo de los diplomados. Entre las acciones recientes, menciona la participación en Propet durante el Congreso VetMadrid de AMVAC, reuniones con entidades del sector y el desarrollo de proyectos y encuestas que permitan “conocer cómo nos perciben y cómo podemos establecer sinergias útiles”. Desafíos de la especialización en el futuro En su visión para el futuro, enfatiza que la especialización debe ser un recurso complementario al trabajo del veterinario generalista. “El trabajo conjunto entre el veterinario habitual y un especialista se traduce en una atención más completa, diagnósticos más certeros y tratamientos más adecuados”, declara, añadiendo que “el diplomado no sustituye al veterinario de confianza: lo refuerza”. En relación a los desafíos que enfrenta la especialización veterinaria, menciona varios aspectos clave. Entre ellos, destaca la necesidad de un “reconocimiento institucional y social del valor que aporta un especialista diplomado” y la importancia de “garantizar que existan suficientes programas acreditados” para la formación especializada. Aún así, dice que “no se trata de promover que todos los veterinarios deban ser especialistas”, ya que el veterinario generalista es “la base de la profesión y constituye el pilar sobre el que se sustenta todo el sistema veterinario”. La especialización tiene sentido solo como apoyo al trabajo veterinario general en casos complicados o complejos, y que su valor real emerge “si está al servicio de la profesión y de la sociedad”, fomentando siempre “una cultura de confianza mutua, trabajo en red y complementariedad de perfiles”. Finalmente, Carmen Lorente se dirige a los veterinarios en formación, instándoles a especializarse si lo hacen “con vocación, con espíritu colaborativo y con los pies en la tierra”. Por lo tanto, defiende que “tiene sentido cuando se pone al servicio de los animales, de sus propietarios y de toda la profesión”. Desde AVEDE, el objetivo es que los diplomados sean accesibles y útiles, permitiendo que su conocimiento fluya, se comparta y se traduzca en una mejora real. En esta labor, seguirán “trabajando con humildad, rigor y compromiso para visibilizar, conectar y aportar desde nuestra especialidad al conjunto del sistema veterinario”. “EL OBJETIVO DE AVEDE ES DAR VISIBILIDAD A LA FIGURA DEL DIPLOMADO EN LA PROFESIÓN VETERINARIA Y LA SOCIEDAD”

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