REHABILITACIÓN 64 im veterinaria Terapias para cada necesidad Por lo general, los dueños de las mascotas acuden a servicios de rehabilitación buscando consejo sobre qué pautas seguir y qué pasos dar después de una cirugía o qué hacer cuando al animal le han diagnosticado un problema para el cual no hay cura y tienen que manejarlo toda la vida. “Somos el pegamento entre disciplinas como la neurología o la traumatología”, destaca Pérez Beneroso. En este sentido, en la clínica veterinaria DACS, entre otros servicios y tratamientos, ofrecen terapia física, en la que incluyen una serie de aparatos que, por sus características, ayudan al animal a recuperarse de las lesiones gracias al láser, INDIBA, corrientes eléctricas (TENS, EMS), ultrasonidos terapéuticos, ondas de choque, etc. También proporcionan terapia manual, masaje, estiramientos y movilizaciones articulares, así como un completo conjunto de ejercicios terapéuticos, “es decir, toda una serie de ejercicios que nos van a hacer trabajar una serie de músculos para la recuperación de las diferentes patologías”, y servicios de hidroterapia, con una cinta de caminar subacuática. “Esto nos permite hacer caminar al animal sobre una cinta y poder controlar el peso que cargamediante la flotabilidad del agua. Además de trabajar la fuerza, porque el agua genera resistencia. Por ejemplo, un animal con una hernia discal incapaz de caminar por el suelo puede caminar perfectamente en la cinta subacuática. Lo cual nos permite ir trabajando la musculatura. Otro ejemplo: un perro con cojera por dolor en una extremidad que no apoye normalmente, una vez dentro del agua podemos hacer que ponga menos peso en esa extremidad, por lo tanto el apoyo será más normal y podremos trabajar también la musculatura, evitando atrofias musculares que luego son más difíciles de recuperar”, concluye. Otros servicios que ofrecen desde la clínica veterinaria DACS tienen que ver con tratamientos con láser y terapia física que, según nos comenta el director médico de la clínica, el láser es considerado un tipo de terapia física junto con todo tipo de corrientes, INDIBA, ondas de choque o ultrasonidos terapéuticos. “Todas estas terapias, aunque con conceptos físicos distintos (unos por energía de la luz, otros por estimulación eléctrica, otras por calor o frío) actúan controlando la inflamación y reparando los tejidos”. Patologías similares En las clínicas veterinarias, normalmente, hay más pacientes caninos que felinos, si bien las similitudes o diferencias entre las dolencias y los tratamientos para perros y gatos son bastante similares. En este sentido, Pérez Beneroso nos señala que la diferencia fundamental entre ambos animales es “la forma con la que expresan esta enfermedad, pero debemos tener en cuenta que perros y gatos tienen patologías parecidas, aunque algunas son más frecuentes en una especie y otras menos. Por ejemplo, la osteoartritis, que puede afectar tanto a perros como a gatos, eso sí, los perros tienen síntomas evidentes de cojera en frío y en los gatos podemos notar que se limpianmenos el pelo o que no sube tanto a un mueble”. La gran diferencia radica, sin duda, tal y como afirma el director médico de la clínica veterinaria DACS, en el tratamiento de rehabilitación. “El gato es un animal al que, por lo general, no le gusta que lo manipulemos en exceso, por lo tanto, las estrategias de tratamiento son totalmente diferentes. Con un perrito las sesiones sonmás largas, se les puede hacer masaje, hidroterapia y terapias físicas largas, como es el caso de una sesión de INDIBA. Mientras que con un gato, la terapia física será más corta, de ahí que se usen tratamientos como el láser, a la vez que la movilidad articular la haremos con ejercicios activos”. Por último, nos interesamos por las patologías articulares que afectan más a una especie u otra y por el tipo de tratamiento que hay que llevar a cabo. “En los perros, por lo general, se dan más casos de enfermedades degenerativas articulares, lo que antes conocíamos como artrosis, enfermedades del ligamento cruzado anterior o hernias discales. Por su parte, en los gatos nos encontramos, sobre todo, con enfermedades degenerativas articulares y fracturas”, concluye Pérez Beneroso. “Al gato no le gusta que lo manipulemos en exceso, por lo tanto, las estrategias de tratamiento son totalmente diferentes”
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