IM VETERINARIA #42

41 im veterinaria “Estamos ante un escenario con un alto nivel de preparación y especialización del profesional veterinario en Aragón, que se enfrenta a cambios importantes en todos los sectores”. Jesús García López, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza, funcionario del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón y profesor de la Facultad de Veterinaria (Zaragoza), se muestra así de optimista al hablar de la situación actual de la veterinaria en la región. Por un lado, “la gran importancia del sector agroalimentario hace que los veterinarios y veterinarias tengan que estar en continua actualización para afrontar los retos de una industria alimentaria cada vez más competitiva, innovadora y exigente, donde la producción animal, la seguridad alimentaria y sus implicaciones con el bienestar animal y el medio ambiente, van a tomar cada vez más relevancia, y debemos estar preparados para afrontar todos estos nuevos retos”. Y por otro lado, manifiesta, el sector de pequeños animales afronta un cambio de modelo, en el que los centros veterinarios van a ver modificada su forma de gestionarse si quieren competir en igualdad de condiciones con los fondos de inversión y las grandes compañías que están entrado en el sector. Hasta ahora, argumenta, “el perfil de los veterinarios y veterinarias de este sector estaba representado por un autónomo que abría su centro y contrataba a otros veterinarios en centros de pequeño tamaño, pero desde hace algún tiempo, va aumentando en este sector la figura del profesional contratado por cuenta ajena, como ya había pasado décadas antes con el sector de la industria agroalimentaria”. Colaboración y One Health A su modo de ver, hay muchos temas que preocupan a la veterinaria aragonesa, si bien los resume en unas líneas. Primero, motivar una mayor colaboración entre profesionales de la salud. “Se impone la necesidad de una colaboración más estrecha con todos los colectivos profesionales de la salud, para generar sinergias y trabajar de una manera más eficaz “estrategia One Health” en la prevención y el control de enfermedades, para una promoción de una mejor salud global. La salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están vinculadas a los ecosistemas en los cuales coexisten”. En opinión de García, “no se puede entender la sanidad sin la presencia de los veterinarios”. También alude al reconocimiento de los centros veterinarios como centros sanitarios, así como de la carrera profesional para todos los veterinarios y veterinarias funcionarios que trabajan en la Administración de la comunidad autónoma de Aragón, al igual que la tienen concedida los demás funcionarios del ámbito sanitario. Asimismo, señala, “la colegiación obligatoria de todos los veterinarios funcionarios que trabajan en el ámbito de la salud pública, la seguridad alimentaria y la sanidad animal”, y, por otro lado, la rebaja del IVA veterinario. En cuanto a la situación de los medicamentos veterinarios y su regulación, indica el presidente de los veterinarios zaragozanos, “los profesionales afrontan el presente con la necesidad de la adopción de medidas de control más estrictas ante las resistencias antimicrobianas ya detectadas y de las nuevas que se detectarán”. Igualmente, destaca la importancia de la creación de la figura del veterinario de explotación, la puesta en marcha de los protocolos Welfare Quality a través de sistemas para evaluar y controlar la calidad del bienestar animal en granjas y mataderos y lamenta el creciente intrusismo profesional, “a través del ejercicio de actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente”. Los Colegios Profesionales de Veterinarios, recalca, “desempeñamos un papel clave en la lucha contra el intrusismo profesional y en que el ejercicio de la profesión veterinaria por personas no autorizadas o habilitadas para ello sea sancionado”. En este sentido, considera que la asignatura pendiente de los veterinarios y veterinarias es adaptarse a todos los cambios de modelo que se avecinan, como “motivar una mayor colaboración entre profesionales de la salud, mejorar la percepción que la sociedad tiene de la profesión veterinaria, reducir el IVA veterinario, trabajar en conjunto con las facultades de veterinaria e impedir que sigan abriéndose nuevas facultades, o la modernización a través de la digitalización de los servicios que los colegios de veterinarios ofrecemos a los colegiados y a la sociedad”. Además, la pandemia ha evidenciado el enorme campo de actuación de los profesionales veterinarios, así como su carácter esencial. Sin embargo, García apostilla que “no haber contado con la profesión veterinaria en la crisis sanitaria derivada del Covid-19 ha sido un gran error”. Lamentablemente, agrega, “las distintas administraciones sanitarias no han sabido aprovechar el conocimiento y valía de la profesión veterinaria en todos los temas que tienen que ver con la gestión epidemiológica y, por lo tanto, la población es desconocedora de todas las funciones de la profesión y una de nuestras labores es visualizarlo”. Para ello, “es fundamental una mayor intervención de la profesión veterinaria en la gestión de las crisis sanitarias que nos puedan sobrevenir en los próximos años, pues si alguna profesión está preparada para gestionar enfermedades de colectividades, es la veterinaria”. En tanto, las mejoras tecnológicas, y sobre todo la mayor accesibilidad a ellas, han hecho que el nivel de excelencia a la hora de prestar los servicios los veterinarios esté a niveles que hace solo una década eran impensables. “La veterinaria es pionera en genética, en controles sanitarios de las explotaciones, en seguridad alimentaria, y en el sector de animales de compañía, la clínica diaria está a un nivel altísimo”, explica el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza. Todo ello, aclara, gracias a la formación continua y especialización de los profesionales. Incidiendo en la problemática del excesivo número de facultades, recuerda que España es uno de los países europeos que cuenta con más centros. En total son actualmente 13, mientras “Se impone la necesidad de una colaboración más estrecha con todos los colectivos profesionales de la salud”

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