IM VETERINARIA #42

39 im veterinaria A su vez, además, es un hecho que implica que la región disponga de un bajo presupuesto económico, “lo que nos impide realizar más propuestas formativas que den cobertura tanto en especializaciones, como en la aplicación de las numerosas normativas como son la prescripción y el diagnóstico”, lamenta el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Álava. De la misma forma, la falta de profesionales no es lo que más preocupa a la veterinaria de la región alavesa. Y es que, bajo el punto de vista del especialista, “tenemos que mejorar las condiciones laborales de la profesión tanto a nivel económico como de desarrollo laboral en los centros de trabajo, además de mejorar los servicios de urgencias clínicas de nuestro territorio”. El desafío de dar a conocer la labor de los veterinarios a la sociedad Por ese motivo, los pilares sobre los que se asienta el Colegio Oficial de Veterinarios de Álava “deben ser los basados en nuestra condiciónde sanitarios y la informacióna la ciudadaníade todos los servicios que ofrecemos”, manifiesta su presidente, que también pone de manifiesto la necesidad de “reforzar que somos un servicio sanitariomás, la tenencia responsable y el bienestar animal”. Al mismo tiempo son también algunos de los principales retos a los que se enfrentan los veterinarios alaveses. En palabras de Fernando Pérez, el primer y más destacable desafío es “dar la visibilidad a la sociedad de nuestro ejercicio profesional en sus diferentes vertientes, así como apoyar la especialización clínica”. En este sentido, considera que la pandemia ha evidenciado el enorme campo de actuación de los profesionales veterinarios, así como su carácter esencial. No obstante, considera el experto que no se ha puesto lo suficientemente en valor este hecho desde los entes públicos, si bien sí lo ha hecho la población general. Al modo de ver del presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de Álava, “la Administración nos ha dejado de lado, pero será la sociedad la que nos valore y exija el desarrollo de nuestros conocimientos para la Salud Pública”, recalca. De la misma forma, la crisis sanitaria ha venido a confirmar que las nuevas tecnologías han aportado (y seguirán haciéndolo) mejoras significativas a la actividad veterinaria. En opinión del experto, las que más han cambiado el escenario de la profesión entre los veterinarios alaveses son “la agilidad y la competitividad”. “Estos son los puntos más importantes a desarrollar de una forma conjunta con las nuevas tecnologías”, esgrime Pérez. Volviendo a hacer hincapié en el reparto desigual del número de facultades entre todas las comunidades, que es de hecho una de las mayores preocupaciones de buena parte del colectivo, el portavoz del Colegio Oficial de Veterinarios de Álava pone sobre la mesa tanto el lado positivo como el negativo de que en Euskadi no haya facultades de veterinaria. Por un lado, el lado bueno es su alto índice de ocupación de estos profesionales. Y es que, como afirma Pérez, “tenemos una tasa de paro 0”. Pero por contra, señala que “no podemos llevar a cabo convenios de colaboración formativos en especializaciones”. Así pues, bajo su punto de vista, “en España los/as veterinarios/as no tenemos la mentalidad de movilidad geográfica”, y esto es lo que hay que cambiar. “Ofertas de trabajo bien remuneradas y reconocimiento profesional”, son las medidas que el experto considera que ayudarían a los profesionales en este sentido. Un pilar fundamental de la Salud Pública En la misma línea, el presidente de los veterinarios alaveses considera que urge reflexionar sobre el modelo de veterinaria que requiere la sociedad. Al respecto, valora que “la sociedad debe conocer nuestro trabajo en la prevención de enfermedades que pueden afectar a la Salud Pública, al mismo tiempo que la Administración debe darnos un lugar en puestos de gestión y coordinación”. En este sentido, la especialización se posiciona como una de las claves de cara al futuro de la profesión, por lo que, para el especialista, debe ser algo prioritario a su implantación. Igualmente, insiste en que “en algunos casos debe ir de la mano de las administraciones”. Por otro lado, Fernando Pérez ve necesario el rápido reconocimiento de los centros veterinarios como centros sanitarios, como vienen reclamando hace mucho tiempo la mayoría del colectivo. La razón, opina, se debe a algo “tan sencillo”, como el control y el seguimiento de estos centros veterinarios, así como “su aportación de información para el desarrollo de la prevención en Salud Pública en materias vigilancia, prevención y lucha contra las zoonosis, la higiene alimentaria, etc.” O lo que es lo mismo, la veterinaria se dirige hacia un destino claro que llevan reclamando mucho tiempo. “El futuro de la veterinaria es el de un mayor dimensionamiento de la cultura ‘One Health’ (Una única salud)”, subraya. En tanto, vuelve a incidir, también pasa por una mayor participación informativa hacia la sociedad. Para ello cree necesario, por ejemplo, que los profesionales veterinarios sean partícipes en campañas de concienciación, etc. Por todo ello, a modo de conclusión, demanda un mayor apoyo institucional por parte del Gobierno y del Consejo, especialmente “para los colegios profesionales que tenemos bajos presupuestos económicos, pues tenemos muchas carencias imposibles de cubrir, como por ejemplo, el apoyo legal y formativo”. “Tenemos que mejorar las condiciones laborales de la profesión tanto a nivel económico como de desarrollo laboral en los centros de trabajo” “La sociedad debe conocer nuestro trabajo en la prevención de enfermedades que pueden afectar a la Salud Pública”

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