IM VETERINARIA #4

79 im veterinaria E n la segunda edición de este encuentro se habló del trabajo que realizan los profesionales en entornos educativos y terapéuticos, así de cómo hay que cuidar al perro para que realice su labor lo mejor posible y no esté sometido a condiciones inadecuadas para llevarla a cabo. Por otra parte, es importante llevar a cabo controles sanitarios, darle la alimentación adecuada y cuidar que viva en un am- biente propicio para su felicidad. Bien cuidado Según Jaume Fatjó , PhD de la Universidad Autónoma de Bar- celona , lo primero es elegir bien al perro que se va a encargar de la terapia con personas: “ No vale cualquier raza ni tampoco cualquier perro. Hay que pensar qué trabajo va a realizar y con qué colectivos, para que se adapte adecuadamente” . En esta misma línea, Fatjó recomendó que el guía debe ser consciente de cuándo el perro no está en las condiciones ade- cuadas para llevar con éxito su labor: “Los guías no son cons- cientes del estrés que puede llegar a sufrir el perro si no están bien preparados para las sesiones de terapia”. Por ello, hay que tener presente protocolos de actuación para evitar un entre- namiento inadecuado, demasiadas horas de trabajo –incluso cuando la actividad sea positiva– con criterios de evaluación sobre el estado de salud del perro: “Si el animal manifiesta sín- tomas como temblores, alto grado de excitabilidad, no atiende a las órdenes o una conducta social atípica hasta el momento, eso quiere decir que está sometido a un alto nivel de estrés y hay que modificar las pautas de trabajo” . Bien alimentado Igual que en los humanos, también resulta fundamental elegir qué tipo de alimentación necesita el animal para su vida dia- ria y para su actividad. Hay que darles la ración que cubra sus necesidades energéticas y nutritivas. Para ello, lo ideal según Ignacio Arija , profesor de Nutrición y alimentación animal del Departamento de producción animal de la UCM , es diseñar una dieta en base a las características genéticas y fisiológicas, que le haga mantenerse con buena salud; sin olvidar la relación coste/calidad. Asimismo, esa alimentación hay que elegirla según la com- posición, el coste, la disponibilidad en el mercado y que sea fácil de sustituir por otros alimentos si no la encontramos en el mercado. “Cuando damos de comer a un perro, tendemos a humanizar su dieta, pero hay que tener en cuenta que hay que respetar su fi- siología, su peso, edad y hábitos de vida; y finalmente comparar entre varios alimentos para saber cuál es el más proporcionado”. Medidas de higiene La salud animal se tiene que tratar en relación al resto de fac- tores de la salud pública y para ello resulta imprescindible, según palabras de Guadalupe Miró del Departamento de sa- nidad animal de la Universidad Complutense de Madrid , llevar a cabo un buen programa de educación sanitaria y de medicina preventiva, un buen diagnóstico, tratamiento y, desde luego, informar a la población adecuadamente sobre la salud de los animales. Para ello, según la profesora, “se antoja imprescindi- ble que las autoridades se impliquen en estos planes para lograr los mejores resultados” . Si bien es verdad que los perros pueden transmitir enfermeda- des como la rabia, la toxoplasmosis o la leishmaniosis, “si hay una adecuada higiene sanitaria en el entorno en el que convi- ven humanos y animales no hay mayor problema” , añade Miró, aunque lo ideal es llevar a cabo procesos de desparasitación varias veces al año entre los profesionales que trabajan en in- tervenciones asistidas, así como a los perros, dependiendo de su raza, peso, hábitos de vida, etc. ¿Cómo ayudan los perros? Está demostrado que este tipo de terapia funciona muy bien con niños o con mayores y ¿por qué es así? Según Begoña Morenza , fundadora y directora general de Yaracan , los anima- les se acercan a las personas por ellas, no por el problema que puedan estar sufriendo: “Generan pensamientos positivos y de bienestar, aumenta la comunicación y aleja el aislamiento y la apatía”. Estos resultados se consiguen trabajando en conjunto con los otros profesionales que atiendan a esta persona y con la familia, lo que hará que se note una mejoría cuanto antes. En esta misma línea, Jordi Miró , Doctor en Psicología , en su ponencia Perros de terapia como elemento potencial en el trata- miento de las personas con dolor crónico , dio fe de que funciona y que mejora la calidad de vida de las personas que sufren do- lor constantemente, logrando que baje la intensidad del dolor y una reducción en el uso de fármacos. Y así lo demuestra el trabajo que desde su departamento están haciendo en el caso del dolor en niños y adolescentes en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Miró dijo que se puede comprobar que funciona, pero todavía no saben la causa exacta de las mejoras que se producen. Y que es aconsejable incluir este tipo de sesiones desde el principio del tratamiento porque, ante todo, mejora el estado anímico del paciente, se produce un efecto positivo en el pensamiento y en la manera de afrontar los procesos del dolor y en las con- secuencias que se derivan como la ansiedad, la depresión o el sentimiento de incomprensión por parte de la sociedad y de su entorno más cercano.

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