IM VETERINARIA #35

73 im veterinaria L a enfermedad causada por los vermes del corazón o di- rofilariosis es una infestación parasitaria causada por el verme Diro laria immitis . Los vermes adultos viven en el corazón del animal infestado (de ahí que reciban el nombre de “vermes del corazón”) y/o en los pulmones, donde provocan una enfermedad de evolución lenta con graves sig- nos cardíacos y respiratorios que, en ocasiones, pueden resultar mortales. El parásito se transmite por la picadura de mosquitos, y esta enfermedad se encuentra extendida por toda Europa, especialmente en el área mediterránea. El tratamiento es difícil, pero la prevención rutinaria en los animales de compañía resul- ta sencilla y debería llevarse a cabo en las zonas endémicas. Transmisión Los vermes del corazón ( Diro laria immitis ) son vermes grandes y de cuerpo redondo, con un aspecto similar al de los espaguetis hervidos, que se caracterizan por invadir el corazón y el aparato respiratorio de los animales de compañía. Es una zoonosis que se puede encontrar en todo el mundo, afectando principalmen- te a los perros, que son los hospedadores definitivos, aunque también la pueden padecer gatos, hurones y personas. La enfer- medad (dirofilariosis) se transmite por la picadura de mosquitos de varios géneros, todos hematófagos nocturnos. Actualmente también se puede encontrar en el mosquito tigre que es diur- no aumentando las posibilidades de transmisión. Sin embargo, dado que las larvas de los vermes necesitan temperaturas relati- vamente elevadas para desarrollarse en el interior del mosquito, la infección suele estar limitada a una amplia franja alrededor de la zona mediterránea. En consecuencia, los perros y gatos que viven o pasan sus vacaciones en estas zonas corren el riesgo de resultar infestados. Las formas adultas de las dirofilarias viven en el interior del cora- zón y de los grandes vasos sanguíneos que irrigan los pulmones. Los vermes hembra que han sido fertilizados liberanminúsculas larvas (denominadas microfilarias) en el torrente sanguíneo. Cuando los mosquitos succionan la sangre del animal infesta- do, ingieren estas larvas (L1) que, en las condiciones climáticas adecuadas, se desarrollan en el interior del insecto y pasan a un nuevo estadio infeccioso (L3). Así pues, el mosquito desempeña un papel fundamental como hospedador intermedio, ya que las microfilarias sólo pueden ser infectantes una vez han alcanza- do esta fase de desarrollo en el interior del insecto. Cuando el mosquito pica a otro animal, la larva (que tiene el tamaño de una cabeza de alfiler) penetra en el organismo del nuevo hospedador. La evolución que sigue el parásito a conti- nuación difiere ligeramente en perros y gatos. La enfermedad en los gatos Los gatos son más resistentes que los perros a la infestación por dirofilarias, ya que la mayor parte de las larvas que infestan a los gatos y los estadios posteriores del parásito no sobreviven hasta alcanzar sus formas adultas en estos animales. No obstante, al ser un proceso cardiorespiratorio, en el que en primer lugar el parásito pasa al pulmón, lesiona las arterias pulmonares, sin ha- cer falta muchas filarias. Esto es de especial importancia en ga- Los vermes del corazón (Dirofilaria immitis) son vermes grandes y de cuerpo redondo que se caracterizan por invadir el corazón y el aparato respiratorio tos, ya que un solo parásito puede llegar a matar al animal. Por otra parte, la Wolbachia pipientis , una bacteria endosimbionte, tiene un papel importante en la patogénesis y respuesta inmu- ne a la infección, siendo la responsable del proceso inflamatorio de la enfermedad. Las larvas alojadas en el aparato respiratorio pueden causar los signos clínicos. Esta forma de la enfermedad se denomina en inglés HARD (heartworm-associated respiratory disease; enfer- medad respiratoria asociada a dirofilariosis). Si las larvas madu- ran y se convierte en vermes adultos (normalmente pocos ymás pequeños que en el perro), estos vermes se alojan en la pared de los grandes vasos que se dirigen a los pulmones (arteria pul- monar) y en las cámaras derechas del corazón. Las dirofilarias adultas tienen un tiempo de vida más corto en los gatos que en los perros (2-3 años). Son como mínimo necesarios un verme macho y uno hembra para producir microfilarias, que se liberarán luego en el torren- te sanguíneo del animal. Sin embargo, la mayoría de las micro- filarias no sobreviven en la sangre del gato, debido a la eficaz respuesta inmunitaria del animal. De hecho, se estima que sólo en el 20% de los casos existen microfilarias en la sangre del ani- mal infestado. El ciclo empieza de nuevo cuando otro mosquito ingiere las microfilarias al picar al animal y succionar su sangre. Esto puede ocurrir de 7 a 8 meses después de haberse produ- cido la picadura del mosquito que causó la infestación inicial. Puesto que en los gatos las microfilarias raramente se encuen- tran en el torrente sanguíneo y que en ellos el tiempo de vida de los vermes adultos es más breve que en los perros, los gatos tienen una capacidad mucho menor de transmitir la dirofilario- sis a otros animales. Signos en gatos Los signos son diferentes en los perros y en los gatos, debido a los diferentes estadios de desarrollo de los vermes que los cau- san y a las distintas localizaciones del parásito en el animal in- festado. Sin embargo, en ambos casos, la gravedad de los signos puede oscilar entre leve y extremadamente grave. En el caso de los gatos, los signos acostumbran a estar relaciona- dos con las larvas que, al invadir los vasos sanguíneos pulmona- res, causan un síndrome denominado enfermedad respiratoria asociada a dirofilariosis (HARD). Es importante que el veterinario realice un diagnóstico diferencial de este síndrome para distin- guirlo de la bronquitis alérgica o asma felino. Es posible que esta forma de la enfermedad, que es la primera en aparecer, fuera infradiagnosticada en el pasado, y que hubiera más gatos afec- tados de lo que antiguamente se pensaba. Los signos clínicos de la HARD felina son:

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=