IM VETERINARIA #33

tos calóricos más altos que, por ejemplo, un Carlino que esté todo el día en el sofá y sale dos o tres ratitos a pasear ”, remarca Castro. “ Es como sucede en los humanos; si el animal no corre, no salta, no se mueve, deberíamos reducir su aporte calórico ”, añade su compañera Arenas, que agrega: “ Es decir, el sedentarismo en sí no engorda; engorda comer por encima del gasto energético; el sedentarismo con un exceso de ingesta ”. condición corporal del animal. “ La condición corporal del paciente es la que nos indica la cantidad de grasa que tiene el perro o el gato ”, explica Jorge Castro, también veterinario del servicio de medici- na interna del mismo hospital valenciano, y que matiza: “ Hay dos escalas de puntuación, aunque la que nosotros utilizamos es la de Purina®, que va de uno a nueve y que se puntúa de acuerdo a la can- tidad y distribución de grasa que tiene el animal, especialmente por la espalda, los hombros, la cadera, el cuello, la cintura y el abdomen”. Primer paso, la observación ¿Cómo nos damos cuenta de si nuestras mascotas pueden presentar sobrepeso u obesidad? “ Observándolos ”, explican los veterinarios, aunque reconocen que a veces no nos damos cuenta de que están aumentando de peso y es en las revi- siones anuales del veterinario donde se les detecta. “ A veces pensamos que el que nuestro animal esté más gordito es señal de buena salud, pero, si no somos capaces de palparle bien las costillas o la cadera cuando pasamos la mano, vemos que está gordito, lo miramos desde arriba y la cintura desaparece, o le apreciamos que tiene barriga, es el momento de acudir al vete- rinario o de poner a dieta al animal, que a menudo es suficiente ”, explican los especialistas. Los veterinarios aseguran que en la mayoría de casos el pro- blema se soluciona con darles una dieta adecuada. “ Debemos tener en cuenta el estilo de vida del animal, no es lo mismo un animal que hace deporte y que va a necesitar unos requerimien- ¿Cuáles son las razas más propensas al sobrepeso? Aunque tener sobrepeso u obesidad dependa de fac- tores externos, como pueden ser una excesiva inges- ta o la falta de ejercicio, lo cierto es que determinadas razas son más propensas a padecerlo. Es el caso de Labrador, Carlino, Golden Retriever, Beagle, Teckel, Cocker o Bulldog francés, por citar algunos ejemplos en perros. Por su parte, según explican los veterina- rios, en gatos, es más frecuente que tiendan a la obe- sidad o el sobrepeso el gato común europeo y una raza más desconocida, el gato Manx. 71 im veterinaria

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