IM VETERINARIA #33

62 im veterinaria de perros domésticos, recogidas entre septiembre de 2018 y febrero de 2020. Se recogieron muestras de perros presenta- dos para reconocimiento sanitario de rutina en 111 clínicas y hospitales veterinarios ubicados en las 17 comunidades au- tónomas presentes en España. Se pidió que se eligieran las muestras al azar. La participación de clínicas y hospitales fue voluntaria y se recolectaron muestras durante el período de tiempo que duró el estudio. Los criterios de inclusión fueron no tener antecedentes de infección por las enfermedades transmitidas por vectores estudiadas, no recibir quimioprofi- laxis regular para las enfermedades transmitidas por vectores estudiadas y el consentimiento del propietario para participar en la encuesta. Se registraron datos epidemiológicos, como el sexo, la edad en el momento de la presentación en las clínicas y el hábitat (donde el perro pasa todo o la mayor parte de su tiempo: en interiores, exteriores o ambos). De los perros estudiados, el 54,3% eran machos y el 45,7%, hembras. La edad osciló entre 2 meses y 19 años, y los perros se dividieron a su vez en cuatro grupos de edad: perros <1 año (4,6%), de 1 a 5 años (36,1%), de 5 a 10 años (37,6%), de 10 a 15 años (19,9%) y mayores de 15 años (1,8%). En cuanto al hábitat, el 30% eran de interior (los perros siempre se mante- nían dentro de la casa), el 37,2% estaban al aire libre (los que siempre se mantenían fuera de la casa) y el 32,8% para perros que pasaron al menos entre el 1 y el 50% de su tiempo al aire libre (interior/exterior). Dirofilariosis Cuando se evaluaron los resultados obtenidos para dirofilario- sis, se observó que las prevalencias obtenidas en este estudio mantienen valores similares con respecto a las áreas que ha- bían sido evaluadas en los últimos 5-6 años, como Barcelona,​ Madrid, Salamanca o las Islas Canarias. Sin embargo, en los estudios realizados hace más de 25 años, se pueden observar dos fenómenos: por un lado, un aumento de la prevalencia en zonas endémicas del sur y este (es decir, Extremadura, Murcia, Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón) y, por otro lado, au- mento progresivo de la prevalencia de zonas con poca presen- cia del parásito, o presencia muy localizada, como es el caso de Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha o Baleares. Además, se reportan por primera vez prevalencias del parásito en As- turias, Cantabria y Navarra. Solo el País Vasco permanece apa- rentemente libre de dirofilariosis. Curiosamente, un trabajo publicado recientemente informa de la ausencia de dirofilario- sis canina en el norte de España, excepto en Navarra; aunque las pruebas utilizadas fueron de sensibilidad y especificidad similares, esta diferencia posiblemente se deba al método de muestreo y al número de muestras. En todo caso, estos resul- tados obtenidos en diferentes estudios deben interpretarse con cautela, debido a la metodología empleada —método de muestreo, tamaño de muestra y/o sensibilidad y especificidad de la prueba diagnóstica— en cada uno de ellos. Sin embargo, esto evidencia la inexorable expansión de D. immitis por toda la geografía española como se sospecha, y como ya se ha in- formado a nivel europeo. Curiosamente, hay una disminución aguda en La Rioja por causas desconocidas. En general, las prevalencias más bajas correspondieron a aquellas comunida- des autónomas dominadas por el clima Cfb, probablemente debido a las bajas temperaturas que se presentan gran parte del año. Estas prevalencias aumentan en La Rioja y Aragón, posiblemente porque, a pesar de la climatología, presentan importantes regadíos atravesados p​ or uno de los principales ríos de la Península Ibérica, el Ebro. L. infantum La seropositividad frente a L. infantum fue la más alta de to- das las enfermedades transmitidas por vectores analizadas y se detectaron anticuerpos frente a L. infantum en todas las comunidades autónomas. Las mayores prevalencias corres- pondieron a las comunidades dominadas por el clima Csa, especialmente las situadas en el este (Comunidad Valencia- na, Murcia), sur de España (Andalucía, Extremadura) y Balea- res, que tradicionalmente han sido consideradas zonas en- démicas de la enfermedad en España. Aquí, tomando como referencia estudios de varias áreas o provincias, las prevalen- cias siguen siendo altas; una posible explicación es que las medidas profilácticas aún son insuficientes. Asimismo, como se ha comentado anteriormente, las diferentes técnicas y muestreos realizados podrían ser un factor de confusión al comparar las variaciones en las prevalencias obtenidas en los estudios obtenidos en diferentes años. La presencia de L. infantum se confirma en todo el norte de España, dominado por el clima Cfb, con las seroprevalencias más bajas de todo el país. Anteriormente, salvo en el caso de Galicia, se habían realizado estudios en zonas concretas, como localidades o pequeñas zonas de Cantabria, Asturias y País Vasco, que en algunos casos demostraban que la leishmaniasis ya estaba presente, mientras que un estudio reciente también avala su presencia en algunas comunidades autónomas del norte pe- ninsular. Los resultados de esta investigación confirman no solo la presencia de leishmaniasis en el norte, sino su amplia expansión por todas las comunidades autónomas considera- das tradicionalmente libres de la enfermedad, y, por primera vez, confirman su presencia en algunas comunidades autó- nomas, como La Rioja. En este estudio se completa el mapa epidemiológico de la enfermedad, solo estudiado en algunas provincias de las comunidades autónomas (es decir, Andalu- cía, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comu- nidad Valenciana, Cataluña o Aragón). Además, por primera vez se estima la seroprevalencia de L. infantum en Canarias. Estas islas fueron consideradas libres de la enfermedad, aun- Los resultados muestran una amplia distribución de las enfermedades transmitidas por vectores estudiadas

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