IM VETERINARIA #33

40 im veterinaria Sofía Cumella nos recibe en la puerta de Clínica Veterinaria Puerta de Toledo. Orgullosa de su profesión: “¡Somos super veterinarios, super héroes!”, exclama. Esta experimentada vete- rinaria lleva al frente de su propio centro 20 años, sabe bien de lo que habla. “Lo mío es vocación total pues desde pequeña quería ser veterinaria”. En una primera época se involucró mucho en el trabajo de las protectoras y los perros de trabajo y canes deportistas hacien- do medicina general y cirugías básicas, ahora se ha especiali- zado en los animales mayores, la geriatría. “Ello me ha llevado a formarme y reciclarme continuamente en medicina interna, formarme en acupuntura china, en tratamientos frente al dolor, oncología, nutrición, diagnóstico por imagen y todo lo que está relacionado con las patologías de los animales senior”. En el último año se he unido al grupo Kitican y forma parte de un gran Grupo Veterinario con hospitales, clínicas y un labora- torio. “En los últimos años también he hecho una formación de psicología humana, lo que me ha ayudado muchísimo a mejorar el trato con los trabajadores, los clientes y como consecuencia con los pacientes”. Los mayores progresos de la profesión son los avances en la veterinaria preventiva y en las especialidades veterinarias. “Nosotros nos hemos formado mucho en nutrición, enfermeda- des asociadas a la edad (que ahora vemos más por la longevidad de los animales), oncología, patologías mixtas, control del dolor, asesoramiento y acompañamiento al cliente en toda la vida de su animal y sobre todo en la fase geriátrica con enfermedades hasta el fallecimiento”. Cuando le preguntamos por su mayor aportación responde contundente: “Mi contribución consiste en aportar a la sociedad animales más sanos, más felices y con dueños más confiados con la profesión veterinaria”. Si bien es cierto, todo se ha tergiversado en cierta manera con la llegada del Covid-19. “Se ha perdido un poco de cercanía y el trato directo con el cliente, además del enor- me esfuerzo que hemos hecho en adaptar nuestras instalaciones a las distancias de seguridad, incorporar a nuestro trabajo protoco- los de limpieza entre paciente y paciente, venta y venta, etc.” Sin embargo, el gobierno español “no ha tenido en cuenta a los veterinarios”, advierte Sofía Cumella con asombro, y añade: “Me parece increíble que no hayan querido asesorarse por médi- cos veterinarios, no se haya tenido en cuenta que los veterinarios llevamos toda la vida estudiando zoonosis y previniendo y tra- tando enfermedades animales para que haya una óptima salud humana”. Exacto, el concepto de One Health es el futuro. “La sociedad tampoco es consciente de lo importante que somos los veterina- rios para la salud humana”. Y es que es hay que crear una bue- na imagen de la profesión, y eso es tarea de todos. Otras me- didas que ayudarían son la bajada del IVA y la regulación del número de universidades nuevas. “También habría que mejorar en protección animal, en políticas de no abandono con multas ejemplares y solucionar el problema de superpoblación animal en las perreras para bajar los índices de sacrificios anuales”. ¿Hacia dónde avanza el futuro? “Está en la identificación clara de los centros de trabajo. Que los consultorios, las clínicas, los centros y los hospitales veterinarios tengan claras las competen- cias y estén reguladas. A ello hay que sumar la especialización de los veterinarios, pero sin perder el conocimiento general sobre el todo -como ha ocurrido en medicina humana-, lo que nos da la intuición de la patología”. A modo de despedida nos quedamos con las últimas palabras de Sofía Cumella. “Tengo una de las mejores profesiones del mudo. Sólo hay que cuidarla y velar porque sea reconocida en la sociedad y en las instituciones tal y como nos merecemos”. Sofía Cumella (Clínica Veterinaria Puerta de Toledo, Madrid) “Hay que velar porque la profesión sea reconocida en la sociedad y en las instituciones tal y como se merece”

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