IM VETERINARIA #33

29 im veterinaria Toda ecografía implica una inversión en tiempo y la manera de amortizar el dinero invertido en la compra del equipo, por lo que se debe facturar siempre aunque al principio se incluya como un pequeño incremento en el precio de la visita, que, conforme vayamos adquiriendo seguridad, desembocará en la facturación del concepto “ecografía” con su importe corres- pondiente. ¿Cuál compro? Respecto a qué tipo de máquina comprar, siempre se acon- seja un equipo que “ayude” al operador. Comprar un equipo de gama baja limita al veterinario y no le permite progresar ni diagnosticar con seguridad, por lo que se convierte en un equipo poco rentable y por consiguiente caro. En cambio, los equipos de gama media dan seguridad al operador, le ayudan a progresar y permiten un diagnóstico preciso. Son equipos que ayudan al veterinario que está haciendo la exploración En el mercado existen infinidad de marcas reconocidas, que ofrecen ecógrafos y las gamas medias de dichos equipos ron- dan los 12.000€, con lo que una financiación a 60 meses impli- ca un importe de unos 200€ al mes, perfectamente asumible y amortizable. El siguiente dilema es en qué marca depositar nuestra confian- za. Los puntos a tener en cuenta son: ¿es una marca con re- conocido prestigio en el mercado por su calidad y postventa? ¿Nos va a dar formación continuada con cursos patrocinados, lo que nos ayudará a progresar entre curso y curso? ¿Vamos a tener un servicio técnico cercano para que resuelvan nuestros problemas en un plazo razonable de tiempo? Si nos hacemos estas preguntas, seguro que nos va a ayudar a no dejarnos impresionar por los precios de equipos que po- demos encontrar en páginas web muy populares, pero sin nin- guna experiencia contrastada en productos médicos. Serán equipos de baja gama sin ningún soporte y de “usar y tirar”, ya que nadie se hará responsable de nada una vez que hayamos apretado la tecla de CONFIRME SU COMPRA. Invertir en equipos seminuevos es una opción que debemos valorar pensando en los rápidos cambios tecnológicos que tiene la ecografía. Un ecógrafo es un equipo informático que controla una sonda. Un ordenador de ocho años es una limi- tación para todos nosotros, ya que no se puede actualizar, sus recursos son muy limitados y el acceso a piezas de recambio es harto difícil. Yo solo valoro un equipo seminuevo si se trata de un equipo que era de las gamas más altas en el momento de su adquisición años atrás y el precio es un “chollo”, pero eso es casi imposible encontrar. Espero que este artículo os haya ayudado a aclarar vuestras dudas sobre cuál va a ser la próxima inversión y si la ecografía es la opción adecuada tal y como os estabais planteando. Autor: Oriol Chimeno Ldo. Veterinaria por la UAB 92-97 Responsable de Esaote Veterinary para Catalunya y Baleares Importante inversión, pero más rentabilidad No se ha de negar que un ecógrafo es una inversión impor- tante que, además, precisa de una formación, pero tenemos que tener en cuenta que la curva de aprendizaje se acelera cuantas más exploraciones realicemos. Es por eso que, una clínica con un cierto volumen de trabajo, puede valorar ad- quirir dicho equipamiento con la tranquilidad de que se trata de una inversión rentable. La rentabilidad se consigue desde el primer momento, ya que es un elemento dinamizador del trabajo de todo el centro y de su equipo veterinario. La motivación de todos aumenta sin duda y se plantean nuevos protocolos diag- nósticos que favorecen la realización de analíticas, radio- grafías, citologías o biopsias. A modo de ejemplo, un exa- men ecográfico con una imagen compatible con patología puede desembocar en una analítica, y a la inversa. Esto hace que las exploraciones consigan un beneficio directo y/o in- directo para el centro. La derivación de estas exploraciones a centros externos para realizar una ecografía ante posibles cirugías de urgencia moderada, como es el caso de la pio- metra, puede derivar a veces en que se realice esa cirugía allá donde ha ido el cliente referido ante nuestra imposi- bilidad de acabar de asegurarnos del correcto diagnóstico, cosa que disminuirá de manera evidente nuestros ingresos de esa jornada. No se ha de olvidar que nos encontraremos con clientes de baja fidelidad, que pueden creer que somos un centro que no va a poder resolver todos los cuidados que necesita su “querida” mascota y que les haga cambiar de profesional. Existen infinidad de procedimientos ecográficos básicos que se pueden realizar con una sencilla formación, como son las cistocentesis, diagnóstico de alteraciones del aparato repro- ductor de la hembra o exploración general de todos los órga- nos abdominales principales. Un consejo que dan los ponentes de los cursos de ecografía es utilizar el equipo en cuantos más pacientes mejor duran- te el proceso de aprendizaje. Cada una de nuestras cirugías es una oportunidad para “pasar” la sonda y acostumbrarnos a la imagen fisiológica de los órganos abdominales y poder discernir de la patológica. No hacen falta más de 10 minutos para realizar una “ecofast” de abdomen y tener en la cabe- za si la imagen es normal o susceptible de una patología. Al principio se diagnosticarán las patologías más sencillas, pero, día a día, semana a semana, y mes a mes, iremos pro- gresando. Realizando estudios ecográficos a nuestros pacientes, con la posterior revisión de la bibliografía al respecto, nos ayudan a progresar con más facilidad. Volver a realizar una ecografía una vez el ecografista ambulante ha realizado el diagnóstico de una patología, es también un buen sistema para mejorar más rápidamente en nuestra seguridad ante ecografías que ya habíamos realizado anteriormente y donde observamos imágenes que “no son normales”. El doble check es una pe- queña inversión de tiempo que nos ayuda a confirmar mu- chas patologías.

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