IM VETERINARIA #29

28 im veterinaria La historia de Eugenio Mora es, cuanto menos, interesante. “Cursé la carrera en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid compaginando el último año con un in- ternado en el departamento de anestesia. Tras realizar prácticas en una clínica de Madrid, me trasladé a Zamora donde después de dedicarme a cubrir las urgencias de algunas clínicas, abrí mi propio centro en el año 2004”. Desde entonces lidera Clínica Veterinaria Albéitar. “Me dedico a la clínica médica y quirúrgica de animales de compañía: perros y gatos en su mayoría, aunque también atendemos hurones, aves, y demás animales exóticos”. Es un centro que ofrece una aten- ción integral a los pacientes, “para ello contamos con equipos de diagnóstico laboratorial y de imagen de última generación, monitorización quirúrgica avanzada, entre otros”. Todo ello en un sector en constante evolución. “Las novedades son muchas y se suceden de manera constante, remarcables las mejoras en diagnóstico por imagen con equipos cada vezmás so- fisticados y la medicina intervencionista, sin olvidar el auge de la fisioterapia y rehabilitación en estrecha relación con los avances en traumatología”. Una profesión viva, activa, adaptada a las necesidades de la sociedad. Pero a pesar de ello, “somos un colectivo que se tiene muy poco en cuenta, a lo mejor también tenemos parte de cul- pa de ello, pero si algo tenemos que demandar al gobierno es un reconocimiento de nuestra labor como personal sanitario”. Y es que el veterinario es el garante de la salud pública: “Todos los alimentos que consumimos, ya sea en nuestra casa o en lugares públicos, han pasado un control veterinario que garantiza su ap- titud para el consumo”, añade Eugenio Mora. De manera que los veterinarios que se dedican a la clínica ve- lan por detectar, tratar y controlar las posibles enfermedades que padecen los pequeños animales y que pueden potencial- mente transmitirse al ser humano. “En el caso concreto de las clínicas, los estamentos públicos deberían implementar métodos para el control de las colonias felinas en núcleos urbanos, fo- mentar la tenencia responsable de perros, facilitar lugares para esparcimiento de perros y propietarios, en definitiva, potenciar la convivencia con los animales”. Exacto, se trata de un tema de educación animal en la socie- dad, potenciada por los poderes públicos. “Entre las necesida- des de los veterinarios está: la falta de reconocimiento profesio- nal por parte de la sociedad y carencia de herramientas eficaces para luchar contra ciertas lacras de nuestra profesión como es el intrusismo, la competencia desleal, así como determinadas ac- tuaciones por parte de veterinarios que empañan la imagen de un colectivo”, se lamenta Eugenio Mora, y prosigue: “Atravesa- mos momentos complicados, no sólo para el nuestro, sino para muchos otros sectores, pero es cierto que el animal de compañía se ha convertido en un miembro más de la familia, por lo que si mantenemos criterios de honestidad y buenas prácticas, lograre- mos avanzar hacia un futuro prometedor”. Cuando se habla de sanidad pública y sanidad privada, Eugenio Mora piensa en dos conceptos: calidad y economía. “No debería haber problema en esta coexistencia pacífica siempre y cuando se respeten unos principios éticos básicos por ambas partes”. En cuanto a qué sucederá en los próximos años… “El campo de la clínica de pequeños animales pasa necesariamente por la especialización con un modelo similar al de la medicina huma- na. El reto más importante es trasmitir al resto de la sociedad la necesidad de respetar y cuidar de los animales”. Nos quedamos con este mensaje esperanzador con deseos de que se cumpla. Eugenio Mora (Clínica Veterinaria Albéitar, Zamora) “El reto más importante es trasmitir al resto de la sociedad la necesidad de respetar y cuidar de los animales”

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