IM VETERINARIA #29

20 im veterinaria COMUNIDAD Precariedad laboral El Colegio de Veterinarios de Cáceres supera los mil colegia- dos y en España se sitúa en torno a los 30.000, “una cifra que me parece tremendamente excesiva, consecuencia en gran parte del elevado número de facultades que están creando una plétora profesional que repercute de forma negativa en las condiciones laborales”, asegura el presidente del Colegio de Veterinarios de Cáceres. Y es que la precariedad laboral en Veterinaria es enor- me, nada comparable con el resto de grados relacionados con las ciencias de la salud. “Es necesario que nos replanteemos la situación para tener futuro”. Ya desde los distintos ámbitos profesionales se está intentando frenar la creación de nuevas facultades y de ese modo contro- lar la llegada de nuevos graduados, pues “se están colapsando las salidas profesionales y conviene recordar que la precariedad en veterinaria conlleva además de las dificultades o problemas económicos previsibles para los nuevos profesionales, un riesgo sanitario añadido para toda la población”. Futuro profesional Así pues, el futuro pasa por una reordenación de la profesión desde dentro, en este sentido, la veterinaria cuenta con el incon- veniente de ser una profesión fuertemente vocacional. “Todos los estudiantes quieren ejercer como veterinarios y suelen centrarse en las mismas áreas, independientemente de las condiciones labo- rales que les ofrezcan”, asegura Juan Antonio Vicente. De ahí que el Colegio sea una institución clave en la representa- ción de la profesión. “Además de ejercer como órgano representa- tivo, también se ocupa de poner enmarcha planes formativos ade- cuados que complementen el día a día de nuestros compañeros”. Otra de las funciones es la deontológica. “Nosotros tenemos que garantizar a la sociedad que el ejercicio de la veterinaria está en manos de unos profesionales en los que se puede confiar”. Nuevo impulso En este sentido, la necesidad de un nuevo impulso colectivo ha sido la característica más relevante de 2019. Así lo asegura el presidente del Colegio de Veterinarios de Cáceres: “Hay que seguir luchando por la defensa de nuestra actividad profesional, de nuestros sectores profesionales. Justo aquí es donde hemos sido muy reivindicativos en 2019, resultando altamente positivo”. Mejora de la actividad profesional motivada por demandas que vienen siendo habituales. “Hasta ahora no hemos sido ca- paces de que se vea la capacidad de autoridad sanitaria que tiene la profesión veterinaria, aunque la ha tenido siempre, la tiene y la debe seguir teniendo, pero tenemos que saber transmitirlo a la sociedad”, advierte Juan Antonio Vicente, y continua: “La mi- sión básica del veterinario es proteger a la población humana de los peligros de la vida animal y el medioambiente”. Mundo cambiante Todo ello teniendo en cuenta las transformaciones que se suceden en el sector. “No tiene nada que ver la veterinaria de hace 20 años con la veterinaria actual. En el pasado, la veterina- ria era una profesión vocacional más cercana al ámbito rural y con una orientación hacia los grandes animales y de salud pú- blica, hace 30 años la figura principal era la del veterinario titu- lar, sin duda, una autoridad sanitaria dentro del mundo rural”. Todo cambió a finales de los 90 cuando la veterinaria evolu- cionó volcándose más en la ciudad y las mascotas. Sin embargo, estos cambios también conllevan riesgos. “Nos estamos olvidando un poco de campos fundamentales de la profesión como son los animales de explotación, la gestión medioambiental, la gestión de explotaciones ganaderas, inclu- so me atrevería a incluir la salud pública, a pesar de que debe ser nuestro referente dentro del mundo profesional”. En defini- tiva, se trata de una veterinaria distinta que hay que saber orientar y adaptar con vistas al futuro. Uso de la tecnología Está claro que la digitalización y las nuevas tecnologías son fundamentales en el desarrollo profesional de la veterinaria, pero hay que hacer un uso estratégico de ellas, “sobre todo para garantizar una trazabilidad adecuada de cara a la so- ciedad”. En cuanto al caso concreto de la receta electrónica veterinaria, “es un arma fundamental para el profesional, pues permite el control de tratamientos, del uso de antibióticos, etc., pero debe estar regulada a nivel nacional bajo unas mismas premisas”. Así, el presidente del Colegio de Veterinarios de Cáceres apuesta porque la prescripción sea realizada por un veteri- nario desde su inicio, y nunca se deba limitar al mero acto de la firma. “La prescripción es fundamental, y para controlar esto es necesario regular la receta electrónica y que tenga unas condiciones similares en cualquier punto de España”. Peticiones De cara al futuro es imprescindible regular la entrada de nue- vos alumnos en las facultades. “Para ello necesitamos una estra- tegia conjunta de la Organización Colegial Veterinaria Española con las facultades de veterinaria, y presentar un frente común ante el Ministerio de Educación y CCAA”. Otra cuestión esencial es potenciar la figura del veterinario dentro del Sistema Nacional de Salud. “No podemos continuar con una situación en la que la veterinaria de salud pública está totalmente fuera del sistema, salvo en comunidades puntuales como Extremadura”. Relacionado con esto, un punto impor- tante es “el desarrollo de especialidades reconocidas en el SNS vía VIR, con una especialidad propia de salud pública veterinaria”. Por último, en el ámbito privado, hay que continuar “poten- ciando las especialidades desarrolladas por el Consejo General de Colegios Veterinarios de España”. “La misión del veterinario es proteger a la población humana de los peligros de la vida animal y el medioambiente”

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