IM VETERINARIA #28

58 im veterinaria ocurre con el mantenimiento. “Es importante que, en lo que a sistemas de rayos X se refiere, no solo nos centremos en la inversión inicial, sino que tengamos en cuenta el manteni- miento futuro del equipo. Hablamos de un equipamiento que, ‘a priori’, debería tener una larga vida media y en el que las ga- rantías ofertadas por el fabricante, así como el soporte técnico posterior, deben ser mirados con lupa si queremos evitarnos futuros disgustos”, aconseja Laura Domingo. Por todo ello, la veterinaria dice que, para lograr una máxi- ma rentabilidad en un equipo de rayos X, “ es más que re- comendable contar con un buen asesoramiento profesional”. En este sentido, la política de empresa de RX CISNEROS, es, aparte de comercializar sistemas de radiología, ofrecer un buen servicio al cliente y una rápida asistencia técnica posterior con el objetivo de asegurar que el veterinario no tenga que ver interrumpida su actividad ante posibles im- previstos. La responsable del departamento comercial de RX CISNE- ROS también pone de manifiesto que, en la actualidad, la clínica veterinaria abarca un rango de especies tan amplio como sus necesidades, por lo que “elegir el equipo o la com- binación de estos más adecuada para cada centro veterinario es lo que diferenciará la obtención de una imagen correcta de un resultado de imagen excelente”. En cuanto a la conveniencia de que un centro veterinario incorpore un equipo de rayos X, recuerda que “el radiodiag- nóstico es una técnica que aporta una información muy valio- sa al veterinario y, desde hace años, ha demostrado su gran utilidad tanto para el diagnóstico inicial como para el segui- miento posterior de la evolución del paciente, ya sea durante procesos patológicos o fisiológicos como la gestación”. Y, aun- que la inversión inicial que exige instalar una sala de rayos X es importante, “en general hablamos de equipos que ofrecen una excelente rentabilidad y una rápida amortización”. En este sentido, hace hincapié en que “un equipo de rayos X con unas prestaciones adecuadas a las necesidades y servicios de cada centro veterinario supone un importante valor aña- Medidas de protección radiológica La sala de rayos X deberá está siempre señalizada con zona controlada por riesgo de irradiación. Cualquier persona que permanezca en el interior de la sala de rayos durante el procedimiento radiográfico debe tener acceso al equipa- miento de protección adecuado (delantal, protector de tiroides, manoplas e, idealmente, gafas) con un espesor de al menos 0,5 milímetros de plomo. El centro veterinario que incorpore uno de estos equipamientos debe contratar los servicios de una empresa de dosimetría. Los dosímetros son dispositivos de vigilancia de la seguridad que registran la cantidad de radiación que recibe el usuario durante los procedimientos de radiología y que el veterinario debe llevar siempre que se exponga a la radiación. Mensualmente se debe enviar a la empresa de dosimetría para su evaluación y ser sustituidos por uno nuevo. Muchas UTPRs (Unidad Técnica de Protección Radiológica Autorizada) ya incluyen esta opción entre los servi- cios que ofertan. dido para nuestro negocio”, además de que, con los nuevos sistemas de digitalización, “tenemos la oportunidad no sólo de obtener imágenes de mejor calidad con menos disparos, sino además entregar los resultados de imagen al propietario que queda más satisfecho al no marcharse de la clínica con las manos vacías” . Avances Los equipos de rayos X, además, han ganado en prestacio- nes gracias a los avances tecnológicos. “En los últimos años se ha hablado mucho de los nuevos avances en la tecnología de digitalización de la imagen y no tanto de las nuevas presta- ciones que nos van ofreciendo los equipos de rayos X en sí mis- mos. Los equipos de rayos X modernos son ya de alta frecuen- cia” , destaca Laura Domingo, que pone como ejemplo de ello los modelos de rayos X fijos que trabaja RX CISNEROS, que cuentan con disparo por condensador, una caracterís- tica que ha demostrado ser más eficiente energéticamente, además de reducir la radiación dispersa que pueden recibir los usuarios. “La gran variabilidad anatómica y morfológica de los pacien- tes que encontramos en veterinaria exige una alta versatilidad en estos equipos, que cada vez ofrecen potencias y rangos de KV y mAs más amplios, de forma que podamos obtener bue- nos resultados en todos los casos”, explica al respecto Laura Domingo. Ese avance tecnológico también tiene su reflejo en los equipos de rayos X fijos UNIVET y MAXIVET de la em- presa, que cuentan con un exclusivo software veterinario que simplifica notablemente el trabajo del veterinario. “El radiodiagnóstico ha demostrado su gran utilidad tanto para el diagnóstico inicial como para el seguimiento posterior de la evolución del paciente”

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