IM VETERINARIA #22

53 im veterinaria E ntender a nuestra mascota. Este es el objetivo primor- dial de la etología, la rama de la biología y de la psi- cología experimental que estudia el comportamiento de los animales. Lo hace para solucionar ciertos pro- blemas como pueden ser la agresividad, los trastornos por se- paración, los ladridos o los maullidos excesivos, la ansiedad, los miedos y las fobias, la falta de control en el paseo o en el juego, la hiperactividad o el marcaje con orina o con las uñas, entre otros. Lo que se consigue a través del experto etólogo es conocer el origen de estas conductas, descubriendo cuáles son las causas que lo provocan. A partir de aquí, se van a poder llevar a cabo una serie de acciones para modificar la conducta del animal. En general, los problemas por los que los propietarios acuden a un etólogo se pueden dividir en tres principales conductas. La primera de ellas serían aquellas que se engloban dentro de las conductas normales de animales pero que, por una cosa u otra, el propietario no acepta en su convivencia. Así, muchas veces, algunos propietarios no son conscientes (o involunta- riamente se olvidan) de que su mascota es un animal que ha sido domesticado pero que, al fin y al cabo, es un animal y que, por ende, se va a comportar como tal. Luego, podemos encon- trar las conductas anormales o alteradas. Estas se producen debido al intento de la modificación de la conducta del animal en situaciones en el ambiente en el que vive. Finalmente, exis- ten las conductas patológicas, las cuales están relacionadas con la alteración del organismo del animal (tanto una altera- ción física como psíquica). Sea cual sea el motivo del comportamiento, lo importante es pedir ayuda a un experto profesional cuando el animal presen- ta los primeros síntomas. De esta manera, un rápido diagnósti- co va a permitir un mayor éxito del tratamiento, a la par que va a evitar que el animal viva con estrés mucho tiempo o que, al contrario, sea el propietario el que pierda la paciencia. Este es un aspecto en el cual se debería de incidir, pues no se tiene que olvidar que el comportamiento indeseable suele ser el principal motivo por el que los propietarios abandonan o sacrifican a sus mascotas. Algunos estudios, además, han ase- gurado que una gran parte de los propietarios que acuden a la consulta del veterinario lo hacen por algún problema relacionado con el compor- tamiento. Entre ellos, las quejas más frecuentes están relacionadas con la agresi- vidad de los animales (15%), los problemas de micción y defecación (13%) y las con- ductas destructivas (12%). Los tratamientos Para el propietario, consultar a un etólogo puede ayudar a orientarle para resolver pro- blemas más cotidianos como la obediencia, los juegos adecuados y los prohibidos. El objetivo de los tratamientos es conseguir mejorar la convivencia entre la mascota y el propietario y se puede conseguir actuando de diferentes formas: • Modificar la conducta del propietario. En este caso, en vez de intentar cambiar el comportamiento del animal directamen- te, se busca que sea el mismo propietario el que cambia la suya. El objetivo es que, de esta manera, el animal reaprendra a comportarse. • Modificación de la conducta del animal. Aquí, en lugar de apostar por el cambio de conducta del propietario, se in- tenta que sea el animal que modifique su comportamiento. Se realiza a través de ejercicios marcados por el especialista. Pueden llevarse a cabo en casa por el propietario. • Modificar el hábitat. A veces el origen de los problemas reside en nuestro hogar, en cómo están dispuestos los objetos y en cómo se usan ellos. Por esto, en algunas ocasiones puede ser interesante cambiar o recoger objetos que pueden alterar el comportamiento de la mascota. • Medicación. En algunos casos, aparte de los ejercicios es ne- cesario contar con el apoyo de medicación o de otro tipo de productos (feromonas, hormonas, estimulantes del sistema nervioso central, hormonas o antidepresivos, entre otros). • Esterilización. Según qué casos, puede ser necesario optar por la esterilización del animal para modificar según qué comportamientos. Asimismo, varias serán las estrategias que pueden seguirse, aunque la mayoría de las veces suele combinarse varios de estos elementos para conseguir mejores resultados. A todo ello, ade- más, hay que añadir la importancia del compromiso del propie- tario, pues si este se compromete con el tratamiento, hay más posibilidades para que se termine solucionando el problema. Modificar la conducta del propietario, del animal o el hábitat son algunas de las opciones terapéuticas que puede recomendar el etólogo Principalesmotivos de visita Según el Servicio de Etología Clínica de la Universidad Complutense deMadrid, los proble- mas más recurrentes en cuanto al comportamiento de las mascotas pueden dividirse en: • Eliminativos: ensuciar la casa, micción por excitación y marcaje con orina. • Ingestivos: obesidad, coprofagía, ingestión de hierbas y masticación destructiva. • Reproducción: infantofagia, pseudo gestación y montar a la gente. • Locomoción: hacer círculos, excavar vagabundeo y arañar objetos. • Sociales: vocalizaciones (ladridos excesivos), supersumisión, ansiedad por separación y agresividad. • Estado anímico: miedos, agresividad, hipersensibilidad, hiperactividad y depresión.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=