IM VETERINARIA #18

51 im veterinaria La reducción de la capacidad del cerebro para metabolizar la glucosa es una característica común del envejecimiento en animales vo cuando su mascota tiene 11 años o más, mediante pruebas neuropsicológicas se ha demostrado que los déficits visuoes- paciales ( delayed not-matching to position , DNMP) aparecen ya desde los seis años de edad 5,36,41 . Aunque los signos clínicos de SDC tienden a ser paralelos a un empeoramiento en el rendi- miento en estas tareas, aún no se ha establecido una correla- ción directa 47 . Gran parte de la investigación inicial sobre el envejecimiento cerebral y el deterioro cognitivo en perros se ha realizado en beagles en condiciones de laboratorio. Un programa que co- menzó en la Universidad de Toronto y se trasladó a CanCog Technologies se ha centrado en establecer protocolos estan- darizados para evaluar el deterioro cognitivo y los efectos de las intervenciones terapéuticas. En una etapa inicial se entre- na a los perros para encontrar una recompensa de comida en recipientes de comida abiertos y luego se les enseña a des- plazar un solo objeto que cubre el recipiente para recuperar el alimento. A continuación se les presentan a los perros dos objetos distintos y solo uno de ellos está asociado con una re- compensa de comida. Esta tarea, conocida como aprendizaje por discriminación de objetos, proporciona una medida inicial de la capacidad de aprendizaje de los perros. Las habilidades cognitivas cambian con la edad de una mane- ra que varía con los sujetos y la tarea. Si bien el aprendizaje de discriminación simple muestra relativamente pocos cambios con la edad, el rendimiento se deteriora cuando los objetos son más similares o implican un aprendizaje más complejo, como la discriminación de tamaño, la memoria de trabajo (DNMP), la función ejecutiva (aprendizaje inverso) y la atención 47 . El cuidado de la salud cognitiva de animales de compañía sénior La edad es el principal factor de riesgo para el SDC de modo que la prevalencia y la gravedad de los signos aumentan con la edad 21 . En un estudio de la Universidad de California-Davis, el 28 % de los perros de 11 a 12 años tenían al menos una ca- tegoría de DISH y el 10 % tenía dos o más categorías, mientras que en los perros de 15 a 16 años, el 68 % tenía una categoría y el 36% tenía dos o más 25 . En un estudio reciente, a lo largo de seis meses, el 42 % de los perros sin deterioro progresó hacia un deterioro leve, y el 24 % con deterioro leve progresó a uno moderado. A lo largo de un año, el 71 % pasó de ningún de- terioro a uno leve, y el 50 % de moderado a grave 21 . También se ha demostrado que la dieta es un factor de riesgo en pe- rros alimentados con alimentos caseros o comerciales de baja calidad que tienen un riesgo 2,8 veces mayor que los perros alimentados con alimentos comerciales de calidad diseñados para su edad, tamaño o estado de salud 19 . Como los signos iniciales del deterioro cognitivo pueden ser sutiles o leves, la mayoría de los casos no se diagnostican hasta que los signos son lo suficientemente problemáticos para la mascota o el dueño 36 . En un estudio con 479 perros mayores de ocho años, el 14,2 % se diagnosticaron de SDC pero solo el 1,9 % había sido diagnosticado 36 . Además, dado que los sínto- mas subyacentes pueden causar signos de SDC, el cuidado de las mascotas mayores debería incluir exámenes dos veces al año con cuestionarios de evaluación de la salud y el comporta- miento, y pruebas de laboratorio para descartar posibles cau- sas médicas de los comportamientos observados, así como para detectar anomalías subclínicas. Evaluación de los efectos terapéuticos en el laboratorio y en la clínica El estrés oxidativo y la inflamación crónica son factores de ries- go para el envejecimiento cerebral acelerado y la enfermedad de Alzheimer (EA) en los seres humanos, y existe una eviden- cia creciente de que son factores que también se producen en los perros 5,16,22,31,43,45 . Otros factores de riesgo podrían incluir la deficiencia de ácido docosahexaenoico (ADH) 6 , niveles altos de homocisteína 24 , bajos de vitamina B6, vitamina B12 y ácido fólico 7 y presión arterial alta 10 . Las estrategias para el manejo y tratamiento del SDC podrían centrarse en reducir el estrés oxidativo, corregir los cambios metabólicos asociados con el deterioro cognitivo y mejorar la función mitocondrial y la salud neuronal mediante terapias nutricionales que aborden estos factores de riesgo 14,15 . En los seres humanos, las dietas que contienen frutas, verduras, semillas, legumbres, frutos se- cos y aceites de pescado, como la dieta mediterránea, pueden mejorar la función cognitiva, mientras que las dietas que con- tienen frutas y extractos vegetales junto con antioxidantes y cofactores mitocondriales (ácido alfa-lipoico y l-carnitina) han demostrado mejorar la función cognitiva en perros 12,15 . Los efectos beneficiosos también se ven con el ejercicio. En perros de edad avanzada, después de realizar ejercicio tanto “agudo” (24 h) como “crónico” (14 días) en una cinta, se observó una mejora del rendimiento cognitivo y de la consolidación de la memoria 40 . Sin embargo, la combinación de enriquecimiento conductual y nutrición fue más efectiva para retardar la pro- gresión del SDC y mejorar sus signos clínicos en perros 22 . De manera similar, en mujeres mayores, la combinación de trigli- céridos de cadena media (TCM) y ejercicio aeróbico fue más cetogénica que el ejercicio o los TCM por sí solos, y el ejercicio mejoró la tasa metabólica de los cuerpos cetónicos pero no de la glucosa en el cerebro 5,44 . Utilización de una Combinación de Nutrientes Neuropro- tectores (CNN) en perros sénior Se ha desarrollado un compuesto elaborado con una mezcla de aceite de pescado, arginina, vitaminas B y antioxidantes seleccionados ( Combinación de Nutrientes Neuroprotectores o CNN) para abordar los factores de riesgo asociados con el en-

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