IM VETERINARIA #17

57 im veterinaria D ice el reputado cardiólogo veterinario Enrique Ynaraja que el aumento del número de gatos como animales de compañía produce un efecto multiplicador: “ Hay mayor interés en su carácter y comportamiento, en sus necesidades, en sus riesgos y benefi- cios y en sus patologías y tratamientos” . Y ello implica, según indica este especialista en cardiología felina, que, “ no solo hay más gatos en domicilios, sino que hay más gatos en las clínicas veterinarias, hay más consultas sobre gatos y hay un enorme desarrollo, actualización y especialización de la medi- cina y cirugía específica de felinos” . Pese a que la especialidad de cardiología veterinaria en Es- paña vive un buen momento en opinión de Ynaraja, matiza que no existe investigación en el caso concreto de la car- diología felina. “ Apenas hay algunas publicaciones de casos clínicos y técnicas diagnósticas realizadas por veterinarios con labor asistencial. No hay verdadera investigación en nin- gún sentido en nuestro país. Sin investigación seria, profun- da y específica no hay conocimientos y la ausencia global de esta investigación es un punto débil de la cardiología felina ”, considera. Sin embargo, no es algo que solo ocurra en España. “ Tampo- co es un terreno demasiado desarrollado en países con mayor desarrollo veterinario o mayor capacidad económica o que cuenten con mayor porcentaje de felinos como animales de compañía. Todavía hay muchas cosas que nos deben enseñar los gatos y que debemos entender y aprender de su corazón y las claves de su funcionamiento y lesiones ”, indica Ynaraja, para quien la cardiología se encuentra en momento muy bueno “ en especial en comparación con el porcentaje de pa- tologías cardiacas que afectan a perros y gatos en general y en comparación con otras especialidades ”. Relevancia Considera que los veterinarios que como él están intere- sados en esta especialidad, “ podemos estar satisfechos con la relevancia que hemos conseguido darle entre colegas ve- terinarios, propietarios, criadores y empresas relacionadas tanto con el equipamiento veterinario como de medicamen- tos y alimentos especializados” . En este sentido, menciona que los medios técnicos y humanos, los conocimientos, la experiencia, la formación, las oportunidades de formación continuada y las actividades científicas y divulgativas sobre cardiología veterinaria de animales de compañía tienen “ un volumen, una presencia, desarrollo y éxito que superan a los de otras especialidades que, por casuística y número de pa- cientes, probablemente deberían ir por delante ”. Respecto a las dolencias propias de la especialidad, Ynara- ja indica que existen tres grandes grupos de alteraciones cardíacas en gatos. “ Por un lado, las cardiomiopatías, que son lesiones del músculo miocárdico que pierde su estructura normal y, por tanto, su capacidad funcional. Por otro lado, las alteraciones cardiacas congénitas o ‘defectos de fábrica’ que encontramos de forma más ocasional, pero que siempre su- ponen un reto diagnóstico y, en muchos casos, nos permiten Enrique Ynaraja “Mientras la investigación sea exclusivamen- te clínica y empírica siempre será lenta e incierta” relativamente pocas opciones de ofrecer un tratamiento ade- cuado”, explica . Y, en tercer lugar, las arritmias cardiacas: “En ocasiones son alteraciones primarias del corazón y, en la mayoría de los ca- sos, se trata de consecuencias en la funcionalidad eléctrica cardiaca de otras enfermedades ya sean del propio corazón o de otros órganos”. Lesiones degenerativas Este especialista en cardiología y enfermedades respirato- rias destaca que, en el caso de los perros, más de un 70% de los problemas cardiacos se deben a lesiones degenera- tivas valvulares relacionadas con la edad. “ La válvula mitral, en menor medida la tricúspide y, en algunos casos, ambas a la vez, pierden su capacidad funcional debido a un proceso degenerativo crónico y producen cerca de tres de cada cuatro problemas cardiacos que vemos en perros” . Por contra, en el caso de los gatos, estas lesiones resultan mucho menos frecuentes. “ Eso nos indica que es menos fre-

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