IM VETERINARIA #15

45 im veterinaria ‘Amable’ con los gatos Para ofrecer a estos felinos ese ambiente amable y amigable, la clínica cuenta con sala de espera, consulta y hospitalización “exclusivas para ellos y dotadas de un ambiente cálido, tranquilo y acogedor”, dice la co-fundadora. En el área de espera, como lo habitual es que el gato esté ansioso y vulnerable al encontrar- se fuera de su territorio normal, “se permite colocar su transpor- tín en un lugar alto desde donde pueda descansar y observar con relativa seguridad”. También se propicia un ambiente donde se le proteja de otros gatos, puesto que no son animales natu- ralmente sociales. “Normalmente aconsejamos que no salga del transportín en la sala de espera y que éste se tape con una manta o tapete”, recalca Pérez. Entre las características de la sala de consulta, destaca el re- quisito de seguridad, tanto para evitar que el gato se escape o se esconda como para impedir que se asuste o se estrese. Como ejemplo, indica la existencia de una mesa de explora- ción fijada al suelo y con encimera antideslizante, cálida y sin reflejos. “Además, para no aumentar su ansiedad, nuestra sala es exclusiva para gatos, lo que ayuda a librarse del olor de los perros o de otros gatos anteriores en la habitación”. Por su parte, considera fundamental una adecuada sala de hospitalización para la recuperación. Cree que las gateras, su disposición y sus materiales son importantes para crear un entorno calmado y reducir el estrés. “Nuestras gateras están dispuestas de tal manera que los gatos no pueden verse entre sí y son de un material sólido y confortable que se puede limpiar y desinfectar fácilmente”, resalta. De forma más específica, se han previsto en la clínica también varios difusores de análogos de feromonas sintéticas felinas C línica Veterinaria Fociños se fundó en el municipio pontevedrés de Bueu en 2015 de la mano de dos compañeros de profesión, Miguel Fontán , veterina- rio especialista en Traumatología y Cirugía Ortopédica en Animales de Compañía , y Antía Pérez , veterinaria certificada europea en Medicina Interna Felina . Se trata de un centro pen- sado para mejorar el cuidado de los gatos así como reducir el estrés y facilitar las visitas tanto a pacientes como a propie- tarios a partir de unos criterios específicos. Antía Pérez tuvo claro desde el principio que sería una clínica “amable” con los gatos, y es que, según afirma, “comprendemos sus necesidades y comportamientos únicos”. La dedicación de gran parte de sus servicios a los gatos es algo que, además de gustar a los fundadores del centro, han visto necesario “al existir muchos propietarios de gatos que no acu- den a la clínica porque supone un estrés para ambos, o porque no creen que su gato esté enfermo, ya que es una especie que escon- de muy bien los síntomas”. Al respecto aclara Antía Pérez que muchas veces su labor es “informar a los propietarios de que los gatos también enferman”. Con respecto a otras clínicas de la zona, recuerda que Fociños es la única “Cat Friendly Clinic ” certificada por la International Society of Feline Medicine (ISFM), y asegura sentirse “orgullo- sa de que nuestros servicios de ecografía abdominal, medicina interna y cirugía felina estén a la vanguardia”. Recientemente, además, han puesto en marcha un servicio odontológico com- pleto (conocimientos, aparato con micromotor de alta veloci- dad y radiología dental) y están ultimando un plan de salud para gatos. Tiempo de consulta Si hay un aspecto que valoran mucho en la Clínica Ve- terinaria Fociños es el tiempo dedicado a cada consul- ta, que tiene que ser “lo suficientemente largo para que los gatos se aclimaten a la habitación y se tranquilicen”, según Antía Pérez. “ Nuestras consultas felinas pueden extenderse más de 30 minutos para que el gato se aco- mode”. Y es que, según cuenta la veterinaria, a veces han de esperar a que el gato salga del transportín por sí mismo, ya que “con la extracción forzosa puede sen- tirse amenazado”. Revela que les sirve de gran ayuda el uso de toallas y mantas para arropar al gato y de esa forma poder examinarlo con más tranquilidad. Asimismo consideran importante tener la capacidad de interrumpir temporalmente un examen clínico si el gato se estresa. “En ocasiones puede ser incluso necesa- rio posponer la visita si el paciente no logra mantener la calma. Normalmente, si se explica al propietario deteni- damente lo entiende y vuelven otro día”, apunta.

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