IM VETERINARIA #14

53 im veterinaria L a artrosis canina (AC) es una enfermedad crónica fre- cuente pero poco diagnosticada, en la que el animal raramente recibe el tratamiento adecuado. Se caracte- riza por la progresión del daño en las articulaciones, lo que resulta en una reducción del rango de movimiento (RdM) de las mismas, dolor, destrucción del cartílago y remodelado óseo. Su tratamiento va dirigido a reducir la efusión articular, el daño al cartílago y el proceso fibrótico capsular, así como el dolor, y se basa en una combinación de terapia médica, con- trol del peso corporal, soporte nutricional y rehabilitación físi- ca. Los antiinflamatorios tanto esteroides como no esteroides, sólos o en combinación, son componentes habituales en el control farmacológico de los síntomas. Sin embargo, a menu- do son insuficientes para mejorar la movilidad y la calidad de vida de los animales. Además, su uso a largo plazo se asocia a efectos adversos gastrointestinales y renales. La radioterapia a baja dosis (RTBD) es un tratamiento conocido en medicina humana para tratar a largo término, y con eficacia variable, el dolor crónico que no responde a otras terapias. Se cree que su efecto analgésico es el resultado de la modulación de la acti- vidad de células inflamatorias, con el consiguiente impacto en la producción de citoquinas, óxido nítrico y especies reactivas del oxígeno. Un estudio reciente en perros Labrador Retriever con AC en un solo miembro ha demostrado beneficios a corto plazo con una única fracción de 10 Gy de radioterapia. Por ello, es pertinente investigar el efecto a largo plazo de la radiotera- pia en perros con múltiples articulaciones afectadas. Características clínicas El actual estudio incluyó 25 perros, en su mayoría machos, de dos a 15 años de edad y un índice de condición corporal nor- mal o aumentado en el 60 y el 40% de los animales, respecti- vamente. Aunque la mayoría presentaba afectación en más de una articulación, una de ellas fue identificada como primaria, con un marcado engrosamiento del tejido blando, reducción de RdM y dolor de grado tres a cuatro. En estos animales el resultado del tratamiento hace referencia solamente a esta ar- ticulación. El grado de cojera predominante en esta población fue 4, con una pequeña proporción de los animales presentan- do grados 2, 3 y 5. Con anterioridad a la RTBD la mayoría de los perros había recibido terapia médica, basada predominante- mente en antiinflamatorios no esteroides, con frecuencia com- binados con fisioterapia o suplementación alimentaria. Protocolo de tratamiento Los perros fueron anestesiados y expuestos a una dosis de 6 Gy dividida en tres fracciones de 2 Gy cada una, administra- das en tres días consecutivos o alternos. La administración se efectuó en un único campo de 9 -15 MeV, escogiendo el por- centaje apropiado de la línea de isodosis para la inclusión del volumen diana. La respuesta al tratamiento fue evaluada a las tres semanas de la finalización del mismo y posteriormente cada tres meses, mediante cuestionarios relativos al índice de dolor crónico a los propietarios de los animales. Resultados del tratamiento En los 23 animales evaluados se observó una mejora clínica tras el tratamiento, con respuesta parcial en el 64% y completa en el 28%. Las medianas de cojera y dolor se redujeron en un punto, pasando de cuatro y tres, respectivamente, a tres y dos después de la RTBD. Ambas diferencias mostraron ser estadís- ticamente significativas. Los beneficios del tratamiento siguie- ron presentes hasta el momento de la muerte en ocho de los 21 animales fallecidos a lo largo del período de seguimiento, que tuvo una mediana 437 días. De estos 21 perros sólo uno recibió eutanasia por causa de la AC. En los 23 perros que ex- perimentaron una mejora clínica, la duración mediana de ésta fue de 300 días. Doce de estos animales no requirieron terapia médica después de la RTBD, mientras que sí fue necesaria en 13 a los 309 días de mediana tras la RTBD. En el examen radio- lógico de 33 codos y rodillas tratados, correspondientes a 17 perros, se observó una mejora subjetiva en 22, definida como una reducción en el engrosamiento del tejido blando periar- ticular. La mediana del índice de dolor crónico se redujo de 32, antes de la RTBD, a 20 a las tres semanas de la misma, una diferencia estadísticamente significativa. Los cambios óseos fueron similares y no se observaron efectos adversos agudos. De los 24 propietarios que rellenaron los cuestionarios de va- loración, 22 se mostraron satisfechos con la calidad de vida de sus perros tras el tratamiento. Los dos propietarios insatisfe- chos argumentaron falta de respuesta y corta duración de la misma, respectivamente. Cuatro animales con síntomas de recurrencia fueron tratados de nuevo con el mismo protocolo de RTBD a los 39, 218, 226 y 1384 días. En estos perros se constató una mejora clínica que duró una mediana de 418 días. En ninguno de estos anima- les, incluido uno que recibió un total de cinco tratamientos de RTBD, se observaron signos de toxicidad asociados a esta terapia. Los datos preliminares de este estudio apoyan el uso de la RTBD en la gestión del dolor asociado a la AC que no responde a los tratamientos convencionales. Fuente: Rossi F, Cancedda S, Leone VF, Rohrer Bley C and Laganga P (2018) Megavoltage Radiotherapy for the Treatment of Degenerative Joint Disease in Dogs: Results of a Preliminary Experience in an Italian La mitad de los animales que experimentan una mejora clínica no necesitan terapia médica ulterior La duración mediana de la mejora clínica con radioterapia de baja intensidad es de 300 días

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