IM VETERINARIA #13 ANUARIO

16 im veterinaria Barcelona, de la Universidad de Girona , y Gaspar Berbel , profe- sor del Área de Estadística del mismo departamento, asegura que el incremento del IVA afectó al empleo precarizándolo. Además, sugiere que las arcas del Estado español ingresarían al menos cinco millones de euros más por distintos conceptos si se aplicase el IVA reducido (10%). De este modo, la reducción del IVA supondría una serie de ven- tajas económicas y sociales: el mercado laboral del sector me- joraría, se incrementarían los márgenes comerciales, se ajus- tarían los precios para los clientes, se aumentaría la cifra de negocio de las empresas proveedoras y todo ello conllevaría a una situación sanitaria más favorable. De acuerdo con el Informe, la subida del IVA afectó directa- mente a la calidad del empleo del sector. Prueba de ello es que en 2012 y 2013 el número de trabajadores eventuales incre- mentó en un 43,6%, y la tasa de estabilidad se situó un 7,22% por debajo. Además, entre el 2011 y el 2014 se produjo un descenso del 6,2% en los gastos de personal totales del sector. El salario mínimo se redujo en seis años, del 2008 al 2014, un 13,6%, equivalente a una pérdida anual de unos 2.100 euros. También se produjo una merma de productividad paralela de más del 20% en ese mismo periodo. 730 clínicas cerraron en 2014. En cuanto al escenario futuro que se pueden encontrar las nuevas generaciones de veterinarios no es muy halagüeño. Entre junio de 2016 y 2017 el desempleo de los profesiona- les entre 25 y 29 años creció un 700 por cien. Además, de las 79 actividades sanitarias reconocidas, la veterinaria está en el puesto 75 en cuanto a salario. El “ Informe sobre la situación socioeconómica y laboral del sec- tor veterinario de animales de compañía en España” también habla sobre la disminución de visitas al veterinario debido al incremento de los precios. “ La subida de los precios atribuible al incremento impositivo, unido al deterioro de las condiciones la- borales de los españoles durante el periodo de crisis económica, ha provocado que se relaje el cumplimiento de las responsabili- dades sanitarias de muchas personas con sus animales de com- pañía, aumentando así el riesgo de que aparezcan casos o brotes de enfermedades o infecciones en los animales totalmente evita- bles, muchas de las cuales tienen un carácter zoonótico, es decir dándose en origen en los animales son transmisibles al hombre en condiciones naturales” . De hecho, estos años se han visto reducidas, considerablemente, las vacunaciones anuales, por lo que tanto clínicas como Consejos Oficiales de Veterinarios han tenido que llevar a cabo campañas concienciando sobre la necesidad de seguir las pautas de vacunación y el riesgo que conlleva no hacerlo. Otras enfermedades como la sarna, que aparece cuando los animales carecen de cuidados veterina- rios, también han incrementado estos años. Menos empleo y peor Tras el cambio impositivo del IVA, también se produjo una pér- dida de puestos de trabajo, una disminución de los salarios y una precarización del empleo. Entre 2012 y 2014, los datos re- One Health La salud humana y la salud animal tienen que ir cogidas de la mano. Por lo menos así lo consideran los defenso- res de la iniciativa One Health, desarrollada ya en 2006 por los médicos Laura H. Kahn y Thomas P. Monath y el veterinario Bruce Kaplan, y que han abrazado numerosas empresas y administraciones. El objetivo último, según la American Veterinary Medical Association , es “ proteger de manera conjunta la salud humana, la animal y la ambien- tal mediante el esfuerzo colaborativo de múltiples discipli- nas que trabajan local, nacional y globalmente” . La idea es que la salud de cada persona, de la población global y de los sistemas depende de las buenas prácticas y la cooperación en diversos ámbitos como pueden ser la biología, la medicina humana, la medicina veterinaria, la salud pública, la ecología o la economía de la salud. Por ello, la tenencia responsable de mascotas tiene que venir acompañada de las revisiones veterinarias perti- feridos al total de sueldos, a los salarios percibidos en el sector y los gastos totales de personal acusaron un descenso consi- derable. Estos factores también provocaron el incremento del autoem- pleo. A finales del 2014, el 58,6% de las empresas con actividad veterinaria estaban formadas por un único integrante, lo que supuso un incremento del 8,1% respecto al 2010. Las empresas que estaban formadas por entre dos y cuatro personas dismi- nuyeron un 14,8%, al igual que las empresas más grandes, que se redujeron un 23%. Los autores del“ Informe sobre la situación socioeconómica y laboral del sector veterinario de animales de compañía en España” recuerdan que “ esta tendencia a la frag- mentación (o, incluso, la atomización), al igual que en cualquier otro sector, suele ser indicativo de precarización del empleo y de disminución de la calidad del servicio prestado”. En cuanto a los salarios, estos, que habían estado descendien- do similarmente a los otros sectores durante los años de la cri- sis, sufrieron una recaída más considerable tras la aplicación de la nueva carga impositiva. Así, mientras que entre el 2008 el 2011 la variación del salario medio solo fue del -1,5%, entre el 2008 y el 2014 fue del -13,63%, o lo que es lo mismo, 2.109 euros menos. Ello sitúa a los salarios de los sectores veterina- rios “bastante por debajo de los salarios de actividades y secto- res económicos con cualificación y requerimiento de formación similares” . Entre 2008 y 2014 si bien incrementaron el número de traba- jadores remunerados en veterinaria, colocándose en un 110% de los que existían en el 2008, lo cierto es que el salario medio bajó al 86,37% inicial. Aunque en los últimos años parece ser que la profesión está empezando a repuntar, la buena salud de la veterinaria no llegará hasta que se aborden las cuestiones comentadas a lo largo de este artículo.

RkJQdWJsaXNoZXIy NTI5ODA=