IM VETERINARIA #10

51 im veterinaria “De todas las neoplasias, sólo podemos preve- nir las mamarias porque la castración en edad temprana reduce drásticamente la aparición de estas neoplasias en la edad adulta” sias, sólo podemos prevenir las mamarias “ porque la castración en edad temprana antes de los dos años de edad reduce drás- ticamente la aparición estas neoplasias en la edad adulta ”. Esto es más complicado en el resto de tumores, pues “ no se conoce con seguridad la forma de prevención de las neoplasias endocrinas, ya que la etiología es multifactorial y, en muchos casos, estos factores son desconocidos. Únicamente se podía intentar actuar sobre alguno de los factores que inciden en el hipertiroidismo felino, por ejemplo, con una alimentación adecuada ”, puntualiza Dolores Pérez. Lo que está claro es que la mejor mane- ra de actuar como clínicos es la detección precoz “ y ello sirve para todas las neoplasias porque permite un mejor tratamiento en todos los casos ”. Actualmente hay una mayor predisposición de los dueños a tratar a sus mascotas cuando descubren que tienen algún tumor, si bien, “ depende de donde esté localizado el centro de trabajo. En grandes ciudades, por ejemplo, algunos propietarios demandan terapias incluso difíciles de conseguir en nuestro país, según el área geográfica ”, explica. Y ratifica que “ los veterinarios tenemos que ser conscientes de que como gene- ralistas debemos hacer un trabajo de detección precoz y referir a especialistas oncólogos, que están disponibles en nuestro país, para actuar en casos que son más complicados. Hay que señalar que en la mayoría de los casos con neoplasias endocrinas se re- quiere de un buen oncólogo, internista, cirujano, anestesista, así como de expertos en cuidados intensivos y de unas instalaciones donde poder atenderles adecuadamente ”. Tasa de supervivencia y tratamiento Según Dolores Pérez, la tasa de supervivencia en los tipos de neoplasias es muy variable, depende del tipo de neoplasia, de su naturaleza histológica, maligna o benigna, y del grado de extensión de la enfermedad. “ En general, los carcinomas ma- marios de alto grado de malignidad, incluyendo el carcinoma inflamatorio, y otros carcino- mas como algunos adrenales y tiroideos, si no son detectados a tiempo para poder ser extirpa- dos, el pronóstico no es bueno. De estas neoplasias, la que peor pronóstico presenta es el carci- noma inflamatorio mamario canino ”. A la hora de hablar de tratamientos, el quirúrgico sigue siendo el de elección siempre que el estadio clínico, “ es decir, que no exista invasión local amplia ni metástasis a distancia ” y la edad y el estado de salud del animal (enfermedades concurrentes) lo permitan. La profesora explica que hay disponibles en Espa- ña otros tratamientos, que incluyen yodo radiactivo en el caso de neoplasias tiroideas, terapias específicas como mitotano (neoplasias de corteza adrenal), estreptozotocina (neoplasias ellos son malignos. Respecto a los tumo- res endocrinos, “ las hiperplasias adeno- matosas (benignas) de la glándula tiroidea son frecuentes en gatos geriátricos, y pro- vocan hipertiroidismo, de hecho el 10% de los gatos mayores de ocho años presentan hipertiroidismo. En el perro, en general los tumores tiroideos son menos frecuentes, sin embargo, lamayoría de ellos son no funcio- nales y malignos ”. Con respecto a los tumores adrenales, mientras que los tumores/hiperplasias bilaterales de corteza son relativamente frecuentes en el perro; en esta especie provocan hiperadrenocorticismo, (Cus- hing), una de las enfermedades endocrinas más frecuentes; en el gato también están descritos, pero son menos frecuentes, asegura Pérez. Y, en cuanto a las neoplasias de la médula adre- nal, los denominados feocromocitomas, la profesora explica que son menos frecuentes que los de corteza adrenal,“ aunque en los últimos años, con el incremento del uso de las técnicas de imagen, se están diagnosticando conmayor frecuencia, especial- mente en el perro. Hay otras neoplasias de corteza adrenal como los aldosteronomas, menos frecuentes, pero descritas especial- mente en el gato ”. Otros tumores endocrinos son el de células betas pancreáticas (insulinoma), que provoca una hipogluce- mia marcada, que, si bien no es muy frecuente, provoca un cuadro clínico muy característico que no pasa inadvertido y los tumores paratiroideos, que provocan hipercalcemia. Diagnóstico y prevención de los tumores La profesional indica que para diagnosticar cualquier neo- plasia hay que tener en cuenta una serie de datos: “ La reseña, realizar una buena y completa historia clínica, el examen físico, hacer un plan diagnóstico inicial que incluya analítica sanguí- nea básica (incluyendo electrolitos), urinaria, determinación de presión arterial, radiología torácica y ecografía de abdomen. Tras este plan inicial, se llevarán a cabo las pruebas de función adap- tadas a cada caso (función adrenal, tiroidea )”. También tiene lugar la aspiración con aguja fina, en algunos casos, y pruebas avanzadas de imagen como resonancia magnética o tomografía axial, para conocer con precisión la extensión tu- moral. Hay que tener en cuen- ta que, en el diagnóstico y tratamiento de los pacientes con tumores endocrinos, debemos atender a dos aspectos: la neo- plasia en sí, es decir su naturaleza (benigno/maligno) y exten- sión (estadio clínico): “ Así como la posible hiperfunción o exceso de secreción hormonal, que provoca una enfermedad endocrina: Cushing (exceso de cortisol), hipertiroidismo (exceso de tiroxina), hiperinsulinemia, exceso de catecolaminas, entre otros ”, señala. Respecto a la prevención, asegura que, de todas las neopla-

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