IM VETERINARIA #10

37 im veterinaria D iversos estudios en humanos y algunos en perros han documentado la eficacia de la inmunoterapia específica de alérgeno (ASIT) en el tratamiento de las enfermedades alérgicas. Actualmente, esta es la única terapia capaz de modificar, o incluso revertir los meca- nismos patogénicos, aliviando los síntomas e impidiendo su progresión. La ASIT está, además, desprovista de los potencia- les efectos adversos típicamente asociados a la terapia farma- cológica a largo plazo. Sin embargo, en lo que a animales res- pecta, siguen existiendo cuestiones no resueltas. Una de ellas es la referente a las diferencias entre dermatitis atópica (AD) y los síndromes alérgicos respiratorios. Esto es debido a que la mayoría de los estudios en humanos han estado dirigidos a la rinitis y al asma, existiendo evidencia contradictoria sobre su utilidad en la AD. En perros la controversia ha estado ausente debido a que los primeros resultados del tratamiento de la AD canina (CAD) con ASIT fueron positivos, lo que ha conducido a que ésta se haya convertido en una parte fundamental de la terapia multimodal de la enfermedad. Mecanismo de acción de la ASIT Los mecanismos por los que la ASIT es eficaz en perros no se conocen con exactitud. Sin embargo, es razonable suponer que son similares a los que operan en humanos; a saber, re- ducción de la actividad de células inmunitarias efectoras y pre- dominancia de una respuesta linfocítica tolerante de tipo Th1, en oposición a la Th2, que es característica de la enfermedad no tratada. El desplazamiento de Th2 a Th1 se acompaña de un aumento en la proporción de linfocitos T reguladores (Tregs) y de la producción de las citoquinas TGF-beta e IL-10, lo que pro- mueve un incremento de la producción de inmunoglobulina (Ig) G a expensas de la IgE específica de antígeno. La existencia de buena parte de estos mecanismos ya ha sido demostrada en perros. Eficacia de la ASIT en perros Aunque las inyecciones han sido durante décadas el modo más común de administración de la ASIT, la inmunoterapia subcutánea (SCIT) y sublingual (SLIT) se han convertido en preponderantes en la actualidad. En Europa la SCIT viene for- mulada como extractos de alérgeno precipitado en alumbre, lo que posibilita una liberación lenta y requiere, por tanto, menos inyecciones. Quizás debido a los potenciales efectos adversos asociados a la exposición crónica al aluminio, en al- gunas regiones del continente el uso de la SLIT ha superado al de la SCIT. Aunque en el pasado los estudios de eficacia de la SLIT han arrojado resultados contradictorios, recientemente la Organización Mundial de la Alergia ha publicado diversos aná- lisis y artículos de posición que reconocen la eficacia de la SLIT y su superior perfil de seguridad en comparación con la SCIT. Los pocos estudios existentes en la ASIT canina son en su ma- yoría pequeños, no controlados e incluyen variables que difi- cultan la interpretación de los resultados. En los dos estudios más representativos la tasa de respuesta fue de al menos el 50%, si bien en uno de ellos la contribución de la medicación concomitante al beneficio de la ASIT no pudo ser evaluada. El elevado coste económico y de tiempo, así como la regulación relativa a los productos biológicos son las principales causas de la ausencia de grandes estudios controlados. Por otro lado, y a diferencia de la ASIT en humanos, siguen faltando proto- colos de estandarización para la ASIT canina, lo que resulta en que los veterinarios usen diferentes dosificaciones, extractos y pautas de administración. Los protocolos de administración rápida de la inmunoterapia están siendo utilizados solamente por una pequeña proporción de veterinarios, a pesar de ser prácticamente el único aspecto relativo a la pauta de admi- nistración que ha demostrado ser igualmente efectivo que la pauta convencional. Aplicada por los propietarios de los ani- males, esta pauta ofrece la ventaja de reducir el número de inyecciones, si bien a costa de mayor riesgo. Con respecto a la composición de los extractos, sigue estando abierta la cues- tión relativa al número de alérgenos que deben incluir y si las proteasas requeridas deben ser administradas en conjunción con éstos o en inyecciones separadas. Tampoco está claro si la composición del extracto debe estar basada en los resultados de las pruebas intradérmicas o en las serológicas, o en ambas, y si ésta debe ser uniforme o estar basada en los alérgenos pre- dominantes en la región geográfica. De los datos de ensayos clínicos en humanos polisensibilizados se desprende que la ASIT con un único alérgeno predomínante es tan eficaz como la basada en múltiples alérgenos. Estos ensayos también han puesto de manifiesto la relevancia de los biomarcadores como medida objetiva de respuesta, un aspecto muy poco estudia- do en veterinaria. Desde que se demostrara que el éxito de la ASIT en perros se asocia a un aumento de las concentraciones séricas de IgG1, se ha descrito con mayor detalle la naturale- za y características funcionales de las diferentes subclases de igG. También se ha demostrado un aumento en la proporción de Tregs y en la producción de IL-10 en perros tratados exito- samente con ASIT. Sin embargo, estos hallazgos no han sido extendidos hasta el punto de poder validar el uso de estos pa- rámetros como biomarcadores de eficacia de la terapia. La relevancia de los biomarcadores como medida objetiva de respuesta es un aspecto muy poco estudiado en veterinaria Los polímeros mucoadhesivos facilitan la permanencia del preparado sublingual en la mucosa oral

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