La pérdida de una mascota puede llegar a tener un impacto significativo a nivel psicológico

La muerte de una mascota no siempre es reconocida, socialmente, como una pérdida dolorosa. Afortunadamente, eso está cambiando. Para el 88% de los propietarios, la pérdida de un animal de compañía es tan difícil y traumática como la de un ser querido.

18/03/2024

Hoy en día, en España hay más de 30 millones de mascotas, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), con un total de 9,3 millones de perros. Un incremento que se disparó durante la pandemia de 2020 y que ha llevado a ...

Hoy en día, en España hay más de 30 millones de mascotas, según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía (ANFAAC), con un total de 9,3 millones de perros. Un incremento que se disparó durante la pandemia de 2020 y que ha llevado a que 15 millones de hogares españoles convivan con una mascota. Por ello, no es de extrañar que la pérdida de este compañero sea considerada tan dolorosa y complicada como el fallecimiento de un ser querido. Así lo refleja la última encuesta a nivel europeo de Wamiz. Los datos recogidos entre las más de 10.000 respuestas de dueños de mascotas de países como Francia, España, Polonia, Italia, Alemania y Reino Unido pusieron de manifiesto que, para el 88% de los propietarios, la pérdida de un animal de compañía es tan difícil como la de un ser querido. Y que puede llegar a tener un impacto significativo a nivel psicológico, lo que subraya hasta qué punto los animales juegan un papel fundamental tanto en la vida de los tutores españoles como en los del resto de los países donde se ha efectuado el estudio.

"Los dueños coinciden en algo muy importante: perder a un animal de compañía es tan doloroso cómo perder a una persona", afirma Cristina Ridao, country manager de Wamiz, por lo que el posterior momento de duelo por la pérdida de un animal sea una reacción completamente normal. Sobre todo, porque, como señalan desde Wamiz, si la gente comprendiera lo intenso y fuerte que es el vínculo entre un perro y su dueño, se entendería mejor el dolor que se siente con su pérdida. "El trato que un país o una determinada región da a los animales está intrínsecamente ligado a la cultura y los valores de la sociedad que la compone. La relación entre los seres humanos y los animales es compleja y multifacética, y las actitudes hacia ellos pueden variar significativamente en diferentes partes del mundo debido a factores culturales, históricos, religiosos y económicos", -afirma Ridao-, "pero, en mi opinión, a medida que la conciencia sobre los derechos de los animales sigue creciendo a nivel global, espero que más sociedades adopten actitudes y prácticas que fomenten el respeto y la consideración hacia todos los seres vivos".

Un dolor que tanto españoles como británicos sienten especialmente y no dudan en manifestarlo en público. De hecho, son los europeos que más comparten su dolor, pues uno de cada dos decide publicar un mensaje para exteriorizar su duelo en sus distintas redes sociales, mientras que los franceses, polacos, italianos y, sobre todo, los alemanes, son más discretos a la hora de hacer público su luto en la comunidad web. A la vez que a uno de cada dos españoles encuestados les siga doliendo, posteriormente, hablar de su animal fallecido. Más del 80% asegura, además, que hablar del duelo con personas que no poseen perros ni gatos es más difícil.

Procesar el dolor

"La consideración y el trato hacia los animales tiene un componente social y contextual, y cada persona lo siente de manera diferente. Por ello, juzgar a un individuo por cómo trata a los animales es complicado", apunta Ridao. Y cómo canalizar ese dolor también depende de cada individuo y lo que haya vivido con su mascota o lo que esta haya supuesto para esa persona. "Desde mi experiencia personal y lo visto en los años que llevo trabajando en Wamiz, me gusta pensar que, por muy duro que sea la pérdida de nuestro animal de compañía, no hay nada mejor que haber compartido ese tiempo maravilloso y, por encima de todo, haberle ofrecido una vida llena de amor y cuidados".

Un dolor por esa pérdida que se refleja de diferentes maneras. Según dicha encuesta, las fotos de la mascota son uno de los principales recuerdos que más guardan los dueños cuando se produce la pérdida de su amigo peludo (el 88% de los encuestados europeos), así como recuerdos físicos, ya sea juguetes y/o accesorios (el 70% de los propietarios españoles y el 90% de los franceses guardan la ropa, su placa, la cama, el collar, el comedero, cepillo, la manta, etc.). Mientras que el 40% de los ingleses encuestados guarda un mechoncito de sus peludos y, aunque algo extendido, pero no en una cifra muy elevada, algunos propietarios deciden quedarse con una cría de su compañero peludo.

El vínculo que se crea con una mascota es único y la pérdida puede dejar un vacío significativo. Un dolor que es tan intenso que para el 42% de los españoles encuestados, pese a su amor por los animales, les resulta imposible tener otra mascota. Así, solo el 58% quiso cuidar de otro animalito tras la pérdida del anterior y tan solo un 21% de los españoles adoptó o compró otro animal sin dilatarlo en el tiempo, es decir, tuvo una nueva mascota el mismo mes del fallecimiento. Porque cada persona tiene una forma de sanar diferente, de ahí que cada individuo necesite tomarse el tiempo que considere necesario para enfrentar y procesar el dolor. Si bien, la posibilidad de proporcionar a otro animal una vida llena de amor y cuidados puede ser una experiencia gratificante, ya que, al adoptar, se está contribuyendo a la lucha contra el abandono animal y brindando a un ser vulnerable la oportunidad de tener una vida mejor. "Adoptar una actitud comprensiva hacia los animales nos permite contribuir a construir un mundo más armonioso y justo para todos, porque como decía Ghandi, un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales", concluye la country manager de Wamiz.

Baja laboral

Y si el dolor y la pena es soportada de una manera diferente, también lo son los procesos posteriores a la muerte de la mascota. Según la encuesta europea llevada a cabo por el portal de información dedicado a los amantes de los animales, dos de cada tres franceses incineran a sus mascotas, ya sea una incineración colectiva o individual, así como la mayor parte de los británicos (el 73%). Sin embargo, la mayor parte de los españoles (el 65%), bien por elección o por tradición, entierran a sus mascotas en su jardín u otros lugares, al igual que ocurre en Polonia (75%), Italia (61%) y Alemania (53%). Aunque, tal y como refleja dicha encuesta, cada vez un mayor número de personas se decantan por la incineración, para después conservar sus cenizas. Eso sí, menos de un 10% de los europeos confiesa que entierran en casa a sus animales de compañía porque "no sabían que otra cosa hacer o no tenían los medios para la incineración". Porque como los encuestados han reflejado en más de una ocasión, los animales son "nuestros seres queridos y su muerte nos afecta como tal".

Puedes leer el artículo completo en el PDF adjunto.

Nuestros Podcasts