"Para hacernos partícipes del sistema sanitario del país deben considerarnos parte de él"

Alejandro Sánchez es propietario de la Clínica Veterinaria Quirón Vet y habla sobre los retos de la profesión veterinaria.

31/01/2024

Hace 10 años que Alejandro Sánchez abrió la persiana de Clínica Veterinaria Quirón Vet, un ilusionante proyecto que emprendió junto a Mónica Gil. Conozcamos su historia: "Comenzamos con poca experiencia y unos recursos muy modestos, pero con muchas ganas. Desde entonces no hemos parado de crecer. Actualmente, el equipo está ...

Hace 10 años que Alejandro Sánchez abrió la persiana de Clínica Veterinaria Quirón Vet, un ilusionante proyecto que emprendió junto a Mónica Gil. Conozcamos su historia: "Comenzamos con poca experiencia y unos recursos muy modestos, pero con muchas ganas. Desde entonces no hemos parado de crecer. Actualmente, el equipo está formado por siete personas y dentro de poco nos trasladamos a un local más amplio con instalaciones mejoradas".

Si le preguntamos cómo definiría la profesión veterinaria, Alejandro Sánchez lo tiene claro: "Fascinante". Y es que el veterinario suele ser un profesional al que le encanta su trabajo, disfruta con su labor que vive con gran pasión. "Nuestra clínica ofrece un enfoque multidisciplinario, abordamos un gran número de casos, ya que acuden clientes de toda la provincia y algunos incluso de fuera", nos explica.

La veterinaria es además una profesión en la que se trabaja en equipo de manera colaborativa. "Contamos con compañeros especialistas que vienen y cubren servicios, y en casos que requieren un enfoque de mayor especialización derivamos a centros de referencia. Compartir experiencias entre compañeros veterinarios es fundamental", asegura Alejandro Sánchez, y añade: "Hay que saber apoyarse en los centros más especializados, sin olvidar la importancia de las clínicas generalistas".

Su labor diaria comienza bien temprano con las cirugías de clientes particulares y de asociaciones y protectoras con las que colaboran; el resto de la mañana la dedican a atender consultas, pero siempre con un ojo puesto en las urgencias. "Se dan también momentos de frustración y de estrés, y hay que aprender a convivir con ello, pues no se nace emocionalmente preparado para lidiar con toda la responsabilidad que supone ser veterinario clínico".

A la fatiga y el agotamiento mental y físico se une la gestión empresarial. "Creo que es otra de las grandes pesadillas de los veterinarios clínicos. Aunque los centros grandes ya tienen personal especializado, para la mayoría suele ser algo que nos cuesta prestar la atención y el tiempo que requiere".

Entre las mayores dificultades, Alejandro Sánchez hace hincapié en la carga impositiva. "Es completamente injusta". "Todo nuestro trabajo, la integración de los animales en la sociedad, respetando su bienestar, nuestra determinante labor sanitaria, todo sería más fácil de afrontar si se redujera el IVA".

Para Alejandro Sánchez, la única razón de este tributo responde a un afán recaudatorio. "Es ofensivo para el sector". Además repercute en los responsables o tutores de las mascotas, pues según un informe de la Fundación Affinity el coste económico está entre los motivos de abandono de mascotas en España.


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